La plaza

En un momento del documental una mujer embarazada dice algo así como: “en el 15-M se plantó una semilla importante”. Esta metáfora define perfectamente lo que es el documental, simple y ridículo. Simple por el hecho de que en ningún momento se muestra algo parecido a un análisis de lo que fue el movimiento, se limita a mostrar el testimonio de gente que estuvo allí y que participó activamente en las protestas y en las acampadas y, por lo visto, era todo maravilloso. Y ridículo por su afán de tocar la vena sensible del público y buscar la lágrima fácil, con testimonios de gente que lo estaban pasando realmente mal o con la “metáfora” anteriormente comentada, como si de una película de Spielberg se tratara.

Aparte de esto, el documental nos da la oportunidad de vivir lo que fue el movimiento 15-M un poco más de cerca, aunque siempre sea de una forma superficial, y es que si se estuvo atento a las noticias mientras duraron las protestas no se encontrará nada nuevo en este metraje. Podríamos decir que serviría como documento informativo en una escuela fuera de España, ya que dentro de nuestras fronteras poca cosa aportará a los espectadores. Si se tiene la idea de grabar un documental entiendo que es para hacer llegar al público una historia poco conocida o desde otro punto de vista (como magistralmente lo hace Joshua Oppenheimer en La mirada del silencio y The act of killing, sobre los asesinatos sistemáticos de supuestos comunistas en Indonesia) o bien analizar cualquier periodo o hecho histórico a partir de testigos y expertos (Shoah de Claude Lanzmann, sobre el Holocausto).

Así pues me cuestiono la intención del director, y recuerdo otro fin de los documentales, la propaganda, pero evidentemente también fracasa, ya sea por su torpeza con la cámara y el montaje o por su poco acierto al elegir a los entrevistados, se acaba el documental sin la sensación de que el movimiento fue algo importante (y sin embargo lo fue), más bien con la sensación de que se ha sido engañado, igual ver algún filme de Dziga Vertov o de Leni Riefenstahl le hubiera servido. Quizás el hecho de que las únicas voces ajenas a las protestas que se muestren sean las de los dueños de los comercios cercanos a Sol ayude a reforzar esta sensación, y más aún cuando su opinión es completamente favorable a las protestas (aunque pierdan dinero).

Centrándonos exclusivamente en lo que sería el movimiento poco podemos añadir a todo lo que se ha dicho desde su nacimiento. El 15-M fueron unas protestas que nacieron desde la rabia y el enfado ante una clase política corrupta e incapaz de dar solución a una crisis económica que destruía cada día miles de empleos y que auguraba (y augura) un futuro muy oscuro a los jóvenes, impulsores del movimiento. Y esto es lo que nos muestra el documental, enfado e impotencia de un pueblo. Unos años después vemos que la “semilla” plantada en el 15-M ha dado un árbol (por seguir con la metáfora de la mujer) llamado Podemos, predicando que son la nueva política han institucionalizado y canalizado ese enfado, ahora nos queda por ver si en cuanto les den un caramelo se les pasará o si llegará un cambio en las instituciones de nuestro país (bueno o malo).