Segundo premio

*Psicodelia a ritmo de Rock

La manifestación del alma es lo que realmente significa esta famosa palabra relacionada, principalmente, con una época en la que las drogas hacían posible esas vivencias totalmente surrealistas. La música era usada como herramienta de meditación y su composición una forma de huir de la indeseada realidad. En Segundo Premio, nombre de uno de los single del álbum grabado en Nueva York por Los Planetas, todas las letras de las canciones son un reflejo de la personalidad y del estado de ánimo de un personaje imaginario, pero real en la banda.

Así, se puede decir que se trata más bien de una reconstrucción mitificada de la grabación de su tercer álbum: Una semana en el motor de un autobús. Cada canción es una droga distinta que va probando ese personaje imaginario a quien le ha dejado su pareja. En realidad, según las propias palabras de Isaki Lacuesta, tan importante es el imaginario como los hechos reales. La gente suele contar distintas historias de la misma anécdota.

*Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

El elenco está formado por actores aficionados a la música y por músicos de carrera que crearon su propia banda e interpretaron cada una de las canciones que suenan en Segundo Premio. La directora de casting, Marichu Sanz, se encargó de buscar a esos jóvenes que pudieran hablar con acento andaluz oriental y granadino. El cantante Jota da vida a Daniel Ibáñez, el también vocalista del grupo, y el guitarrista Florent a Cristalino. Ambos tendrán que superar todos los obstáculos que irán surgiendo con las drogas y la autodestrucción que conlleva su consumo. Completan el elenco Chesco Ruiz y Mafo, el batería.

El viaje a Nueva York para grabar ese ansiado tercer álbum supondrá un reto complejo de llevar a cabo. Las clásicas imágenes de los rincones de esa famosa ciudad de los rascacielos se combinan con otras representativas de Granada. Una ciudad que emana arte y música por los cuatro costados. En un momento dado, se hace alusión al famoso viaje de García Lorca a Nueva York. Durante su estancia de casi un año, al poeta le impactó profunda y negativamente la sociedad norteamericana y la industrialización. Cuatro años después sería fusilado durante la Guerra Civil Española. El cantante del grupo, Daniel, se lamenta del hecho de que todavía siga sepultado en alguna cuneta.

*Amigos para siempre

En Los Planetas había una amistad muy fuerte que les unía. La misma que han creado los intérpretes de Segundo Premio y que transmiten durante su proyección.

El "Planta baja" es el local donde comenzaron a tocar aquel grupo de amigos, donde dieron sus primeros conciertos y donde siguen yendo. Claro que el aspecto que tiene en la actualidad no es igual que en los años 90 porque sufrió un incendio. Sin embargo, han cuidado minuciosamente la reconstrucción del mismo para la película.

Durante la rueda de prensa, Jota reconoce que importa poco el origen de cada uno de los nuevos músicos y actores, de los que dan vida al grupo. Al final, lo relevante es que se han convertido en una familia. Incluso la relación que se ha creado con los componentes reales de la banda ha llegado mucho más allá que una simple y burda imitación.

*Conclusión

Segundo Premio es la versión más natural y virtuosa de la banda de Rock granadina llamada Los Planetas y que sólo se podía realizar con el talento de los directores Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez.

Un psicodélico viaje en el tiempo, un experimento lleno de química por parte de todos, tanto del elenco, del equipo técnico y de la auténtica banda. Con una extraordinaria banda sonora que va avanzando con la película y esas letras de las canciones simulando la vida de los componentes al espectador.

Escrito por Irene Abecia Navarro

'Seguno premio' irrumpe el panorama patrio con una prodigiosa exhibición de libertad ejecutiva, hechizada por su propia magia autoconsciente.

El arriesgado estilo destaca, como reconoció Isaki en el coloquio posterior al preestreno de ayer, por la cámara visible y el montaje perceptible, utilizando variedad de técnicas narrativas y fílmicas: profundidad de campo, diferentes ángulos, ópticas que rotan sobre sí, usando la cámara como un instrumento poético.

La pasión por el medio es lo más emocionante de la película, en una simbiosis de biopic y psicodelia cuya melodía florece entre fantasiosas distorsiones visuales y ambientes noise pop.

Nos traslada a la efervescente escena musical de Granada a finales de los años 90. La trama se centra en un grupo de música indie que enfrenta una serie de desafíos personales y profesionales en un momento crítico de su carrera. La bajista decide abandonar la banda para buscar su propio camino, el guitarrista se encuentra atrapado en una espiral autodestructiva y el cantante lucha con el complicado proceso de escribir y grabar su tercer disco, un trabajo que cambiará para siempre la escena musical del país. Aunque la película evoca la historia de Los Planetas, en realidad representa a cualquier grupo de amigos que se dedica a la música.

La dirección de Lacuesta y Rodríguez es incisiva y audaz, no esquivando los momentos más difíciles y oscuros de los personajes. Este enfoque directo y realista es uno de los puntos fuertes de la película, permitiendo a los espectadores conectar profundamente con la historia y sus protagonistas. La trama es emocionante y está llena de giros emocionales que mantienen al público enganchado de principio a fin.

Las actuaciones son espontáneas y muy realistas, destacando la naturalidad con la que los actores interpretan sus roles. El hecho de que los actores sean también los músicos que tocan en la película añade un nivel adicional de autenticidad, haciendo que las escenas musicales sean aún más impactantes y genuinas.

En cuanto al aspecto técnico, es impresionante. La fotografía captura la atmósfera de la época y el lugar de manera evocadora, mientras que el montaje contribuye a mantener un ritmo dinámico y atractivo. La película logra transportar al espectador a la Granada de los 90, sumergiéndolo en la vibrante escena cultural y musical de la ciudad.

Es una película que todo fan de la música debería ver, pero no se limita a ellos; su narrativa sobre el paso del tiempo y los cambios inevitables resonará con una audiencia más amplia. Es, sin duda, una de las mejores películas del año, una obra que combina una trama poderosa, una dirección excelente, actuaciones auténticas y un impecable aspecto técnico.

La aparición de los títulos al inicio deja claro que "Segundo premio" no es literalmente una película sobre la banda Los Planetas, más bien es sobre su leyenda. La historia parte de hechos concretos y utiliza la grabación del tercer disco del grupo musical como hilo conductor de todas las tramas. Aún así, siempre busca el componente universal: es una obra independiente de lo puramente biográfico, no está hecha para fans.

El film se estructura de forma capitular y desde varios puntos de vista –tres en total– que narran en voz en off. Este recurso permite centrarse en los personajes, su evolución, sus contradicciones y sus mundos interiores. Se plantea así una puesta en escena que recrea determinados hechos pero que, también, se sumerge en aquello que piensan y sienten los protagonistas.

En un formato casi cuadrado, las imágenes de "Segundo premio" demuestran una maestría en el manejo de la cámara, una observadora que acompaña y danza con los personajes. La magnífica fotografía, que tantea con los espacios sobresaturados, y una banda sonora liderada por los temas de la banda gaditana acompañan a un minucioso montaje que acentúa la emoción por encima de los hechos. Así pues, la obra de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez es visualmente impecable, aunque el contexto en el que se ambienta pueda ser difícil para algunos públicos.

La realidad sobre el consumo de drogas y las adicciones consecuentes está presenta a lo largo del argumento, incluso deviene crucial en algunas de las decisiones que moldean el guion. A pesar de ello, este contexto se plantea como una exposición de una realidad acaecida y nunca se romantiza.

Tras todo este conjunto de elementos, decisiones y formas, "Segundo premio" acaba siendo un homenaje al proceso de creación colectiva y una experiencia cinematográfica espléndida. Además, al final permanece en el espectador una bonita sensación con su oda a la amistad.

www.contraste.info

Pues la película más laureada del 27 Festival de cine de Málaga 2024, ganadora de tres Biznagas de Plata: mejor película, mejor dirección y mejor montaje.

Este premio ha sido polémico puesto que a uno/as les gustó mucho y a otro/as no les convenció.
Yo, confieso, estoy entre estos últimos.

Y es que no le quito un ápice de mérito a Isaki Lacuesta, ya verdadero experto en ganar cuantos festivales se presenta (nacionales), pero creo, sinceramente, que sus filmes están siendo una y otra vez sobrevalorados.

En mi opinión, esta cinta es muy irregular, con momentos, su último tercio sobre todo, afortunados, donde el canto a la amistad está mostrado de forma atractiva y luminosa, y otros momentos en los que me ha costado mucho entrar.

La mezcla de cine semi-documental con el drama y el musical, está mostrado de forma arrítmica, con intensas escenas de gran desgarro emocional pero también otras que no me han dicho nada.

Los intérpretes se esfuerzan y aspectos técnicos como fotografía y, sobre todo, montaje, son excelentes, pero la verdad es que esta historia de "Los Planetas" no me ha dicho nada. Al finalizar casi me he quedado como estaba al comienzo.

No, no digo que está mal, tiene claras virtudes cinematográficas, pero como entretenimiento me ha dejado bastante frío.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/