Benediction

El personaje al que retrata Benediction, Siegfried Sassoon, tuvo una trayectoria interesante, no solo por su obra, sino por su protesta contra la prolongación de la Primera Guerra Mundial. No obstante, el film intenta abarcar tantos aspectos de su vida que el guion queda irregular.

La poesía, las relaciones sentimentales de Sassoon, las consecuencias del combate o la búsqueda de redención se mezclan en una especie de obra de teatro con diálogos forzados y gesticulaciones exageradas. A pesar de su inicio magistral, donde el impacto de la guerra en el protagonista se expone con fuerza y elegancia, la cinta va perdiendo fuelle hasta el final.

El interés decae en cuanto el foco se centra en la homosexualidad y los amoríos del escritor. Además, el excesivo metraje no ayuda a disimular la afectación que sufre la película en sus dos últimos tercios.

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Muy interesante pero también irregular filme de Terence Davies, que tiene unos primeros minutos sencillamente magistrales para poquito a poquito volverse repetitivo, algo afectado y hermético, por más que su puesta en escena sea bella y elegante.
Sucede que las cuitas del protagonista en el primer tercio están expuestas con vigor y mucha pasión, con esas imágenes intercaladas documentales de la I Guerra Mundial que le confieren una fuerza desgarradora.
En esos minutos momentos como la llegada al hospital y sus diálogos con el Doctor, destilan humanidad, mostrando el alma de seres doloridos por mor de un momento histórico pavoroso, trágico, mezquino.
Pero más tarde, cuando comienzan las cuitas amorosas del protagonista a mi modo de ver decae el interés, resultando incluso algo artificioso en ocasiones.
De todas formas, en líneas generales se trata de una cinta bella, emotiva a veces y siempre distinguida en cuanto a aspectos técnicos como la ambientación de la época y las interpretaciones.

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La nueva obra de Terence Davies, Benediction compite en la 69 edición de cine de San Sebastián. La película se adentra en la vida del poeta Siegfried Sassoon, navegando por sus tormentosas relaciones y la lucha interior por aceptar su homosexualidad y conseguir expresar su identidad.

Asistimos con interés a sus dudas, fluctuaciones, la búsqueda de la identidad, con la guerra del 14 como telón de fondo, en un nihilista trasfondo de unas muertes sin sentido. La narración es variada, rica, a veces brillante, fusionando diferentes lenguajes cinematográficos, está trufada de elocuentes y afilados diálogos, crónicas con voz en off y fragmentos de la obra del autor, con una voz cadenciosa que lleva a querer saborear la película y abrirse a experimentarla desde todos los sentidos.La exquisitez del fondo deja entrever la lucha interior del protagonista, su batalla por asumir la cadencia del tiempo.

Es una reflexión sobre el sentido de una vida vivida con coherencia, o más bien de los riesgos de caer en convencionalismos y no atreverse a expresarse uno mismo. El arte es una camino para evadir esa confrontación. Queda un sabor agridulce, por esa vida no plenamente vivida, con momentos de sensualidad, pero también con momentos de rabia. Desánimo por no poder expresar libremente la condición de ser único, irrepetible.

Bella reflexión sobre la vida y el arte de saber vivirla.

Un biopic demasiado elaborado para resultar auténtico, pudiera pensarse que pretende mostrar algo que subyace escondido, imposible de desvelar a lo largo de las más de dos horas de metraje.

Su sofisticación es simple apariencia; el relato se escabulle serpenteando por personajes que parecen querer decir pero... no cuentan. Me han gustado las interpretaciones con ese aire indolente de otros tiempos, donde la vida acontecía de manera muy distinta.

Se resuelve fluctuando entre el tremendismo y la agitación. Existe en ella algo vano... trivial, que parece que intentase demostrar todo lo contrario a lo evidenciado. Un gran vestuario, creo que premiado en algún certamen.

Suelo callar las críticas negativas, pero, esta película me decepcionó. Me ha resultado insulsa. Es como una película de un montón de ingleses lindos, bien vestidos y con diálogos rebuscados- muy artificial-. Nada más. Muy irregular y sin llegar a comprender bien qué quiso mostrarnos el director. Pues los homosexuales (todos bellos y aristocráticos) no sufren de ninguna represión social. La guerra aparece salpicada a ratos pero en fugaces fotografías y tampoco el itinerario poético de sassoon es un núcleo central del rodaje. Tengo la impresión de que se pudo aprovechar mejor la figura del poeta y la magia del cine para mostrar la vida y el arte de un hombre interesante, pero esta película hizo todo lo contrario. Se pudo profundizar más aún en la psicología del personaje, pues este en la edad adulta se convierte a una religión y finalmente lo hallamos hecho un cascarrabias y las causas no son claras, o son muy débiles...