Kinky Boots

Qué idea tan maravillosa esta de filmar una representación de un musical para emitirlo en cines. Una solución fabulosa para aquellos que no pueden desplazarse a Londres o Nueva York para verlos en persona en el teatro.
Y quien esto escribe ha tenido la oportunidad de ver Kinky Boots en dos ocasiones en la capital británica, pero esta grabación es una joya. Es una joya porque los planos, la realización, es fabulosa y permite seguir perfectamente el argumento, apreciando cada cambio de escenario, cada entrada y salida de personaje y las excelentes coreografías de números que son una fiesta, como "Land of Lola", "Sex is in the heel", "Everybody say yeah" o por supuesto el clímax final "Raise you up / Just be".
Además, tenemos la oportunidad de ver a los Charlie y Lola originales, unos excelsos Killian Donnelly y Matt Henry que lo dan todo en el escenario. Mención aparte merece un soberbio Sean Needham, con el personaje que más evoluciona de toda la obra, y la absolutamente hilarante y genial Natalie McQueen, cuyo solo de "The history of wrong guys" arranca las carcajadas más tronchantes de la noche.
Una historia que todo el mundo debería haber, que trata sobre la aceptación y el respeto a los demás, sean como sean y lleven la vida que lleven, y sobre el amor a uno mismo como paso previo para amar a los demás.
El musical más festivo que hemos visto desde Mamma Mia. Una fábrica de buen rollo y energía.
No se lo pierdan.

Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada