Men to Kiss

Esta película tiene varias razones para que se le dedique el tiempo de metraje, aunque después uno se olvide de ella. Parece una “opera prima”, y eso en cine siempre suele dar buen resultado, pues el director pone todas sus ilusiones acumuladas en el proyecto, intentando por todos los medios conseguir un buen resultado. El guión es simple, pero ágil, dinámico, libre, y divertido, y sobre este guión Robert Hasfogel, el director, va construyendo una serie de gags divertidos, pero sobre todo con una realización fresca y muy libre. En esa libertad incluye momentos de planificación divertida, por ejemplo el diálogo a través de la ventanilla del coche, pero sin ánimo de epatar, con mucha humildad, con mucho sentido del humor y con mucho cariño a lo que está haciendo. Los actores son tan frescos y naturales como todo lo demás de la película, y su vis cómica, en especial la de Udo Lutz que está francamente gracioso; gracias también a la interpretación de Frank Christian Marx, un poco al estilo del cómico tonto y el cómico listo. Este último es también responsable del guión y se nota mucho en como domina las situaciones y como saca de ellas la idea que seguramente tenía al escribir el guión. Después hay toda una serie de secundarios, interpretando correctamente sus papeles, pero se nota que al mismo tiempo se lo están pasando bien y quieren que los espectadores disfrute. Miren, una de esas pequeñas películas que ayudan a desengrasar de tanto buen cine.