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Rusia Rusia · Stalingrado
Críticas de Ferdydurke
Críticas 2,775
Críticas ordenadas por utilidad
2
11 de julio de 2021
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El amor hetero en los noventa, esa oda, menudo trasto viejo, ya nada nos interesa, lo que han mejorado los tiempos, qué afortunados somos ahora todos nosotros y casi ni apreciamos lo mucho que tenemos.
Playboy. Como todo lo demás, un asco. Atando cabos. Botavara.
Ni carne ni pescado, todo el corcho en el vino.
Podría haber sido una historia llevadera, mucho más humana y verdadera, de pasión otoñal entre un paleto viudo de mar y una mujer divorciada de ciudad, pero no, no tienen compasión ni merecen ningún perdón, con todos ellos, uno a uno, al paredón, nos quieren torturar, había que adornar pa na, llorar, por delante y por detrás, exaltar, tontear, hacer el ridículo de verdad, con mucha botella en el mar, necrofilia sin parar, los muertos, los pobres, no se tocan, nene, hay que dejarlos descansar en paz, cursilería, mala poesía y melocotón en almíbar hasta vomitar, además de durar una puta eternidad y un día más, por un horrible momento pensé/temí que nunca se iba a acabar, jamás, qué barbaridad.
Te tenías que haber liado con Paul Newman, erraste el tiro, pardilla, un millón de veces superior al petardo del Costner, eso que te hubieras ahorrado, viejo y pellejo, pero mucho más digno, sobrio y entero que el pelma de los mensajes y los barcos, qué pesado y tedioso el puñetero, qué elemento tan sensiblero y porculero.
Lo dicho, con unos cuarenta minutos menos y después de arrasar el 50% del guion, tanta tontería, la cosa hubiera tenido un pase, no este mejunje espeso, intragable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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2
22 de julio de 2020
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Connecticuuuuuuut.... Connecticuuuuuuuut...... Tramperos de Connecticuuut....
Qué pena que a G. Robinson no se le hubiera ocurrido, ya que estaba en ello, de paso, perseguir también, por ejemplo, solo lo apunto, a todos los científicos más rimbombantes, también nazis muy malos, que USA hizo suyos, hijos del mismo Dios, para la carrera espacial de aquellos años locos, dícese de en la NASA concretamente, por allí parece que anduvieron los muy puñeteros, eso que hubiéramos ganado, una lástima, si les hubieran metido mano antes de incorporarse a la nueva sociedad como en la invasión de los ladrones de cuerpos, que no es cosa sana ni edificante ver a tanto villano alemán llevándose un sueldo a casa sin arrepentimiento ninguno, ni cárcel ni nada, seguramente que esparciendo el mal a toda hora y hasta, dios no lo quiera, mezclando su sangre demoníaca con la inmaculada de los nativos americanos tan buenos e inocentes. Pero claro, tampoco hay que pedir peras al olmo ni pecar de demasiado ambicioso.
Fascinante, entretenida mamarrachada lisérgica con gotas de distopía protopunk y algo de la patafísica más arrabalera matizada por el realismo visceral maoísta de tercera ola y quinta columna. Un cruce anafiláctico entre K. Dick y Dick sin K. Ahí la veo.
Comedia divertidísima tan fina y sofisticada que no me ha hecho casi ninguna gracia, yo soy más de emociones fuertes y primarias, no me gustan tanto estos cuentos tan intelectuales y repelentes y pedantes, con un guion tan verosímil y unas interpretaciones tan sobrias y ajustadas, tan preñados de mala uva y hasta terceras y sextas intenciones.
Es una suma de gags de cero al infinito, desde el final hasta el principio. No tiene pérdida. Chiste tras chiste. Cada giro de guion es una broma, cada personaje y su reacción, una joda, cada detalle y milagro es una fiesta, una celebración de la vida en su sentido más dionisíaco y jocoso.
No sé con qué quedarme de entre todo, hay tanto para elegir, está complicado. Ese pueblo de humoristas, esa familia tan cómica e idílica, ese nazi malo que se ha vuelto muy religioso y esgrime un delicado humor clerical, el otro nazi malo, el mejor de todos, adecuadamente profesor para reírse de la educación, el casamiento en su vertiente más lúdica, el detective como payaso inquisitivo de vanguardia, no sé, es un no parar, el juez y la justicia como chusca delicia, el hermano tan sagaz y espabilado, y ella, dios mío, la enamorada es un prodigio de amor y sarcasmo, como en un tiovivo, por no hablar del campanario de Notre Dame con muchos jorobados pasando el rato, la santa tierra entera convertida en un circo, todo, todo lleno de gracia verdadera, sorna, chanza, retranca, lujuriosa risa, menuda algarabía, cuánta maravilla.
Se echan de menos estas películas de humor nazi punzante últimamente, eso que hemos perdido con el tiempo, como todo el resto, siempre cayendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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3
10 de diciembre de 2017
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Audio película. Primera sesión.
- Opino que has sido demasiado invasiva. Muy subjetiva. No nos has dejado espacio a nosotros.
- Sí, es cierto. Muy mal hecho. No te has dado cuenta de que si lo explicas todo, no queda lugar para nuestra imaginación, y los discapacitados visuales (ciegos) tenemos muy desarrollada esa faceta, es nuestro mejor tesoro.
- Estoy de acuerdo, la descripción debe ser más somera y escueta.
Audio película. Segunda sesión.
- Opino que ha sido horrible. No has dado ninguna explicación y así es imposible enterarse de lo que pasa. No se pueden rellenar tantos huecos. Es imposible.
- Sí, cierto. Si el espectador discapacitado visualmente (ciego) no conoce la película previamente, no la podrá entender.
- Claro. De miedo, terrible. Perdona, pero no sé qué te has creído, niña mona de voz sensual y acariciadora. No te enteras de nada, buena muchacha. A ver si nos esforzamos un poco más y nos damos cuenta de a quién tenemos delante, ni más ni menos que a discapacitados visuales (ciegos).
Audio película. Tercera sesión.
- El colmo. Tu narración ha sido desastrosa, has banalizado el contenido, le has quitado gravedad y peso a la historia. Ha sido muy frívolo todo.
- Así es. No sé cómo ha sido posible esa levedad irrespirable, esa ligereza floja.
- Y además, impasible, estólida, impertérrita. Muy mal. Las palabras son imprecisas, achatan y allanan, matan la poesía y la verdad, reducen y simplifican.
Entre la segunda y la tercera sesión del audio cine, hubo un encuentro con el director de la interesantísima (todo apunta, a las pruebas me remito) película en cuestión.
- No, no era esperanza lo que sentía el viejo al final. No, no y no. Era afán de trascendencia. Porque no sé si sabes que los viejos sentimos difusas las fronteras entre la vida y la muerte. Hay personas, de hecho, que quieren morir y no pueden. Otras es al revés. Eso es la vida. ¿Te enteras de algo, impávida narradora, tan sensible y sosa que parece que no captas una ni al vuelo?
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Ferdydurke
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1
28 de agosto de 2017
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La perra tiene rabia, mucha rabia rabia, bia ra bia ra, bia rarara, no, sí, Rasputín, rabiaaaaaa, orgggg gr, auhgh, oggggooo, uuuu, auuuu, Ulalume, ouhghooouuus, vamos, uuu, auuuu, oughhh, cagüen dios.
Personaje 1,2,3,4: ougggerrrrguuuh, fuck.
Coro: ughuuuhhhhh, yeah.
Otros: jjklllllmnnnoorrr, jodá.
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Ferdydurke
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3
28 de noviembre de 2016
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acartonada versión shakespeareana del gran Olivier que se hace eterna por sus evidentes carencias cinematográficas en casi todos los aspectos, fotografía, vestuario, decorados, actores ilustres pero mal elegidos, dirección, en fin, espectáculo pobre a pesar de su refulgente literatura y de tanta maldad que siempre por estos lares es tan admirada o bendecida.
Es un gran personaje, el personaje, el señor absoluto del mal. Ponzoñoso, artero y ruin. Pero con grandeza. Sin medias tintas, a tumba abierta, sin un gramo de mediocridad o titubeo. Es un hombre de carácter y de una sola idea: el poder lo es todo, la corona inglesa es el único sentido, lo demás no importa, los medios son indiferentes.
Es la maldad sin excusas ni justificaciones, sin límites ni medida, en sí misma, que se alimenta de su propio afán destructivo y ambición ciega, que no tiene más objetivo que su propia combustión. En ese sentido es una creación inmortal, perfecta, un arquetipo imperecedero (por ejemplo, en nuestros días, hay una serie de éxito, "House of Cards", en la que el protagonista principal interpretado por Kevin Spacey es un trasunto claro de este antecesor ilustre, un hijo moderno de parecidas hechuras e intenciones).
Y Olivier lo borda con su habitual inteligencia y sentido del humor (quizás demasiado, casi asoma caricatura), con su perfecta entonación y recochineo. Los demás andan más perdidos, un poco apolillados o engolados, quizás la joven Bloom destaque algo más en su corto papel.
Ya digo, salvo la energía, vivacidad e ingenio que pone Laurence, el resto palidece ante otras mejores versiones; el conjunto pena como si fuera circo ambulante de cadáveres o la Santa Compaña gallega, más que actores parecen fantasmas, seres moribundos que se licuan en un abismo infernal y soporífero.
El pobre Shakespeare sestea y cojea ante este producto tuberculoso y muy enfermo. Él era arrebato y furia, no rutina mansa y brumosa. Él pedía vigor y riesgo, no una representación de anémicos maniquíes.
Ricardo III es una matarife y un Maquiavelo. Un genio del apocalipsis. Un asesino de masas, mujeres y niños (como William Munny en "Sin perdón", otra película muy negra y shakespeariana). Con una mano desguaza bebés y con la otra arrebata damas. No respeta nada ni a nadie. Destruye familias, amores y haciendas. Hunde países y civilizaciones. Devora todo lo que toca. Es la caída del hombre, la muerte, el diablo encarnado, todo lo que se pudre y desmorona, la negra pena y el hondo dolor.
Se alarga, se eterniza esta tentativa sin fuerza y al final acaba como tocaba.
No se puede tomar el nombre de Shakespeare en vano, por mucho que seas inglés y actor de teatro. No se debe adormilar a las buenas gentes convirtiendo a los mitos en estatuas de museo; hay que zarandearlos, removerlos, provocarlos y maldecirlos, hay que ir contra ellos si hace falta, es la mejor manera de quererlos y reconocerlos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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