"Puan" estuvo presente en la sección oficial de la pasada edición del Festival de San Sebastián, donde se alzó con el premio del jurado a Mejor guion y el de Mejor interpretación protagonista para "Marcelo Subiotto". Este interpreta a Marcelo, un profesor de filosofía universitario, en sus cincuenta, con una profunda pasión por la filosofía y una tendencia muy marcada, temeroso de pedagogías alternativas.

La configuración de personajes bien definidos, como el propio Marcelo, permiten una verosimilitud de la historia y facilitan el planteamiento de conflictos interpersonales y escenarios diversos. Asimismo, ayuda efectivamente a la construcción cómica que envuelve la película, la cual sabe aprovechar inteligentemente el gag para crear un humor accesible (a pesar de estar ambientado en el erudito mundo de la filosofía).

El guion se construye en torno a la aspiración de la vacante de la cátedra que queda tras una muerte súbita y el posterior duelo entre Marcello y el carismático Rafael, como si de un choque ideológico entre Hobbes y Spinoza se tratara. Este roce permite escenarios que despiertan las risas del espectador, mientras se lanza un mensaje de reencuentro y aceptación de las diferencias del otro por un bien común.

Lo que comienza como una comedia ligera fundada en la disputa entre antiguos compañeros, se convierte también en un alegato político. Este retrata una sociedad argentina preocupada por su futuro y el crecimiento de determinadas posiciones reaccionarias. De igual forma, se aprovecha para criticar las deplorables condiciones a las que se enfrenta el sistema educativo y se ensalza la importancia de una educación de calidad accesible para todos.

www.contraste.info

"Los niños de Winton" es una de esas historias inspiradoras que narran cómo una “persona corriente” consiguió hacer algo extraordinario. Nicholas Winton, agente de bolsa británico, organizó una serie de evacuaciones para trasladar a infantes desde Praga hasta Londres en vísperas de la inminente invasión nazi. En total, consiguió salvar a casi setecientos pequeños con ayuda de un grupo de aliados.

Basada en hechos reales, la película transita entre el presente y el pasado a través de flashbacks. Esta alternancia se justifica, más allá de lo expositivo, por el hecho de que aquello acontecido aún persigue a Nicholas; este se culpa de no haber podido haber hecho más, de no haber podido salvarlos a todos.

Junto a una correcta puesta en escena y un buen trabajo de ambientación que permite al espectador viajar en el tiempo, "Anthony Hopkins" se postula como el principal atractivo del film. Su mirada transmite el tormento con el que aún carga el protagonista, así como la bondad y la honestidad de alguien que actuó por principios y no en busca de renombre

"James Hawes" sigue la estela de esos relatos de los “ángeles” que, como en "La lista de Schindler", actuaron para ayudar a aquellos que estaban en peligro durante el auge del nazismo y la expansión que derivó en la Segunda Guerra Mundial. Así, "Los niños de Winton" nos deja una emotiva crónica de los resquicios de esperanza en el infortunio y la bondad humana frente al terror, la violencia y las guerras. Un ejemplo donde los valores se ponen en práctica y no solo se llevan como un mero estandarte.

www.contraste.info

Basado en un mediático caso real, el director "Cédric Kahn" nos abre las puertas de una sala de juicios francesa en la segunda mitad de los años setenta. Desde allí, asistimos a un trasiego de acusaciones sin pruebas determinantes, testigos que se contradicen y a una defensa desesperada por controlar el carácter de su cliente.

Como espectadores, todo aquello que se sabe (o que se está por conocer) es lo que ocurre en la sala judicial. Nada se nos cuenta de la vida del acusado si no tiene que ver con el caso y, tampoco, se permite averiguar nada de la mente de "Goldman". En este film, la audiencia participa como el jurado (a excepción de algunas escenas fuera de la Corte) y, al igual que este, su veredicto puede verse modificado a lo largo del metraje.

Acusación y defensa se embarcan en un desfile de testigos y en un cruce de testimonios, con pocas o ninguna prueba física. De esta forma el proceso enfrenta ideologías, señala posibles corrupciones y denuncia racismos y abuso de autoridad. Sin embargo, nada es concluyente.

"El caso Goldman" mide su ritmo con precisión para que no decaiga la atención. En esta línea, se plantea el guion como una obra de teatro y se valora la tensión dramática como si fuera una escena de acción. La personalidad del acusado, el hundimiento de los a priori más fuertes y el desvanecimiento de cualquier supuesto firme acaban por conformar una historia que delata la discriminación y denuncia un sistema judicial poco honesto.

"Radical" es una de estas propuestas conmueven aún más al ser conscientes de que se trata de una historia basada en hechos reales. Así pues, la corrección formal, sin grandes hallazgos ni sugerentes ideas, se ve superada por el trasfondo de la película y el mensaje inspirador que subyace en ella.

Ambientada en un pueblo fronterizo de México, la realidad social de los alumnos se ve afectada por el abandono de los padres, las dificultades económicas y la violencia en las calles. Sin embargo, la película no se ensaña en la crudeza y, pese a la dificultad de ciertas imágenes, tantea con respeto y siempre con una mirada optimista.

En un contexto precario en el que los pequeños son obligados a hacerse mayores antes de tiempo –de ahí que hayan escenas con ciertos temas que pudieran parecer para más adultos– y abandonados por el sistema corrupto, la llegada de Sergio Juárez supone una luz en el camino. Entre momentos cómicos y carismáticos, el maestro se muestra resolutivo para volver a despertar la ilusión y la curiosidad en sus alumnos, mientras deja una colección de mensajes positivos para detenerse a procesar. Sergio es un acompañante más que una figura firme e impositiva; es el ejemplo de profesor vocacional que empuja a sus alumnos a aprender y soñar en grande.

“Aquí todos los días hacemos cosas maravillosas y si llegan tarde se las van a perder” dice Sergio a sus escolares en un momento dado. Y el espectador debería también escucharlo, porque perderse "Radical" es pasar por alto la oportunidad de una experiencia maravillosa que brinda luz tras su visionado.

www.contraste.info

"Imaginary" es un film que consigue jugar con los miedos infantiles, pero cae en clichés del género que la hacen ser una más del montón. El largometraje muestra cómo la relación entre la pequeña Alice y su amigo imaginario se vuelve cada vez más turbia y peligrosa. Eso permite ir sumergiendo al espectador a un mundo lleno de fantasías aterradoras.

Aunque el elenco realiza un trabajo correcto, la película dirigida por "Wadlow" lucha por intentar encubrir ineficazmente todos los estereotipos y llega a caer en un confuso argumento que no solo aburre a medida que avanza, sino que también desconcierta.

Por su lado, los efectos sonoros y la música de "Bear McCreary" se mantienen como elementos cruciales para conseguir, por momentos, crear una tensión palpable en el ambiente. A pesar de ello, el conjunto de "Imaginary" no permite que sea una propuesta destacable a considerar por los amantes del terror.

www.contraste.info