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Voto de Laksas16:
7

Voto de Laksas16:
7
7.2
3,048
30 de abril de 2025
30 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
¡Wow, menuda película! Una auténtica montaña rusa de sensaciones.
Si tuviera que definirla de alguna manera, diría que es un “3 en 1”:
Por un lado, seguimos la historia de dos personas que quieren montar un club para la comunidad negra, donde se sirva alcohol y haya buena música. Al mismo tiempo, se explora la esclavitud en los campos de algodón y un mito relacionado con la música. Estas tres líneas argumentales están presentes durante toda la película, y se entrelazan de forma constante.
La película arranca con un ritmo pausado, pero poco a poco va ganando intensidad hasta convertirse en una experiencia realmente potente. Como una montaña rusa: empieza subiendo lento, pero cuando agarra velocidad, no para.
Algo que me tomó por sorpresa fue la parte sobrenatural. Me esperaba algo más convencional, como gente maldita tratando de entrar en casas y otros evitando abrir puertas por precaución, pero no va por ahí. En este caso, es más bien la experiencia vivida por los personajes lo que les hace aprender a reaccionar ante los sucesos.
También quiero destacar la música: me pareció excelente, tanto en composición como en sonido. Le doy un 10.
Y en cuanto al reparto, me gustaron mucho las interpretaciones, muy acertadas para el tono de la película.
Un detalle interesante es que toda la historia transcurre en un solo día, lo que aporta una tensión continua y una sensación de urgencia que encajan muy bien con el desarrollo de la trama.
En resumen, es una película que recomiendo, aunque entiendo que el giro sobrenatural pueda desconcertar a algunos. A mí me sacó por un momento, pero me dejé llevar y acabé disfrutándola mucho.
Si tuviera que definirla de alguna manera, diría que es un “3 en 1”:
Por un lado, seguimos la historia de dos personas que quieren montar un club para la comunidad negra, donde se sirva alcohol y haya buena música. Al mismo tiempo, se explora la esclavitud en los campos de algodón y un mito relacionado con la música. Estas tres líneas argumentales están presentes durante toda la película, y se entrelazan de forma constante.
La película arranca con un ritmo pausado, pero poco a poco va ganando intensidad hasta convertirse en una experiencia realmente potente. Como una montaña rusa: empieza subiendo lento, pero cuando agarra velocidad, no para.
Algo que me tomó por sorpresa fue la parte sobrenatural. Me esperaba algo más convencional, como gente maldita tratando de entrar en casas y otros evitando abrir puertas por precaución, pero no va por ahí. En este caso, es más bien la experiencia vivida por los personajes lo que les hace aprender a reaccionar ante los sucesos.
También quiero destacar la música: me pareció excelente, tanto en composición como en sonido. Le doy un 10.
Y en cuanto al reparto, me gustaron mucho las interpretaciones, muy acertadas para el tono de la película.
Un detalle interesante es que toda la historia transcurre en un solo día, lo que aporta una tensión continua y una sensación de urgencia que encajan muy bien con el desarrollo de la trama.
En resumen, es una película que recomiendo, aunque entiendo que el giro sobrenatural pueda desconcertar a algunos. A mí me sacó por un momento, pero me dejé llevar y acabé disfrutándola mucho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pues eso, muy buena película.
Ahora bien… ¿¡VAMPIROS!?
No me lo esperaba para nada. Cuando apareció ese giro pensé: “¿En serio? Esto parece una peli de hace años… los vampiros ya no son un reclamo, al menos para mí”. Pero justo después me dije: “¿Y por qué no? Vamos a dejarnos llevar”. Y lo hice. Y lo disfruté.
Me gustaría comentar las dos premisas clave que tienen estas criaturas en la película:
Todo lo clásico funciona: la luz, las estacas, su poder de persuasión… eso sí me encajó perfectamente.
Lo de necesitar permiso para entrar… ¡eso me sorprendió! No recordaba que fuera algo tan específico en la mitología vampírica. La primera vez caes en la trampa como el resto, pero una vez lo entiendes, te hace gracia. Y claro, en la única película donde tienen que ser invitados para entrar, va y aparece el típico personaje que rompe la regla sabiendo lo que hace. Muy típico… pero efectivo.
El inicio de la película me encantó. Sinceramente, habría visto encantado una historia entera solo sobre eso: dos personas que vienen de la gran ciudad, montan un local, se mueven entre trapicheos y personajes curiosos… No necesitaba elementos sobrenaturales. Pero bueno, tomaron ese rumbo, y también lo acepté.
El final también me gustó mucho. Ver cómo el protagonista no renuncia a la música y termina dedicándose a ella me pareció un cierre bonito y coherente.
En definitiva, para mí es una película muy disfrutable. Aunque entiendo perfectamente que a alguien el giro de “¿en serio, vampiros?” le saque completamente de la historia. A mí casi me pasó… pero decidí seguir y, al final, me alegro de haberlo hecho.
Ahora bien… ¿¡VAMPIROS!?
No me lo esperaba para nada. Cuando apareció ese giro pensé: “¿En serio? Esto parece una peli de hace años… los vampiros ya no son un reclamo, al menos para mí”. Pero justo después me dije: “¿Y por qué no? Vamos a dejarnos llevar”. Y lo hice. Y lo disfruté.
Me gustaría comentar las dos premisas clave que tienen estas criaturas en la película:
Todo lo clásico funciona: la luz, las estacas, su poder de persuasión… eso sí me encajó perfectamente.
Lo de necesitar permiso para entrar… ¡eso me sorprendió! No recordaba que fuera algo tan específico en la mitología vampírica. La primera vez caes en la trampa como el resto, pero una vez lo entiendes, te hace gracia. Y claro, en la única película donde tienen que ser invitados para entrar, va y aparece el típico personaje que rompe la regla sabiendo lo que hace. Muy típico… pero efectivo.
El inicio de la película me encantó. Sinceramente, habría visto encantado una historia entera solo sobre eso: dos personas que vienen de la gran ciudad, montan un local, se mueven entre trapicheos y personajes curiosos… No necesitaba elementos sobrenaturales. Pero bueno, tomaron ese rumbo, y también lo acepté.
El final también me gustó mucho. Ver cómo el protagonista no renuncia a la música y termina dedicándose a ella me pareció un cierre bonito y coherente.
En definitiva, para mí es una película muy disfrutable. Aunque entiendo perfectamente que a alguien el giro de “¿en serio, vampiros?” le saque completamente de la historia. A mí casi me pasó… pero decidí seguir y, al final, me alegro de haberlo hecho.