Esta semana que se estrena «M3gan» de Blumhouse escrita y producida por James Wan, habría que recordar el primer trabajo del directo neozelandés Gerard Johnstone que realizo en 2014. «Housebound» divertida y terrorífica a partes iguales con una producción barata pero muy efectiva.

Kylie Bucknell se ve obligada a regresar a la casa en la que creció cuando el tribunal la pone en arresto domiciliario después de un robo de un cajero. Su castigo se hace aún más insoportable por el hecho de que tiene que vivir allí con su madre Miriam, una bocazas bien intencionada que está convencida de que la casa está encantada.

Protagonizada por Morgana O’Reilly como Kylie, una ladrona con muy mala leche, que piensa que volver a vivir con su madre es el mayor tormento que le puede pasar. Rita Te Wiatan es Miriam la madre entrometida que no calla.

Lo bueno del film es que, aunque se rige por los parámetros de las casas encantadas y los sustos fantasmales a la vieja escuela, el ritmo está muy bien mantenido y los diálogos con humor irónico están muy bien metidos, eso hace que el film se disfrute un montón.

Gerald Johnstone (con una clara influencia al cine de Sam Raimi o Peter Jackson) nos ofrece una película de género, jugando muy bien con las sorpresas para ofrecernos un entretenimiento fantástico.

Paso por el Festival de Sitges de aquel año y tuvo algún que otro premio, nunca es tarde para rescatarla.
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