Película muy recomendable para cualquier amante del CINE donde se haga realidad aquella frase de que, "una imagen vale más que mil palabras", pues el diálogo es casi inexistente, pero la fuerza de las imágenes dentro de un camión de gran tonelaje lo dicen todo. Esta co-producción Hispano-Argentina, con un cortísimo reparto y de una sencillez y ternura fuera de serie, atrae al espectador de tal manera que se siente dentro de la historia con un gran interés en como acabar aquello, aunque la sospecha se hace evidente casi desde el principio.
ES de valorar el gran trabajo de su realización, por las dificultades del escenario casi permanente de de la cabina del conductor del camión, y además el protagonismo de un bebé lo hace más difícil todavía.
La interpretación es muy buena, especialmente de Germán de Silva.
Una película, desde luego, para aquellos años de "arte y ensayo" de los cines-Clubs.