Haz click aquí para copiar la URL
México México · Ciudad de México
Voto de sebcorti:
5
Serie de TV. Documental 7 episodios. El Dorados, el equipo de fútbol de Culiacán, está en la cola de la clasificación. A él llega Diego Maradona en busca de un nuevo comienzo, pero los expertos prevén un desastre.
18 de noviembre de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Si no me hubiese drogado, sabes que jugador hubiera sido”. Esa potente frase de Maradona abre el primer capítulo. Y nos da una pauta de que “Maradona en Sinaloa” puede ser un festival maradoniano.

El que en mi opinión fue el mejor jugador de futbol de mundo con un pasado (¿y presente?) rico en adicciones intentando reflotar su floja carrera como DT con un ignoto equipo en la ciudad que es corazón del narcotráfico en México. Las expectativas son altas. La trama promete. Pero la serie falla.

“Maradona en Sinaloa” no intenta bucear en el inconsciente del protagonista, no busca adentrarse en la faceta personal del ídolo que todo lo tuvo y busca algo de la gloria en el medio de una liga que no le sabe a nada.

De Diego, el documental sólo nos trae arengas precompetitivas en el vestidor. “Ese es su fuerte, la motivación” dicen los jugadores. “Si ese es su fuerte no está dando muchos resultados” diría cualquier persona que analizara los resultados de Diego como DT.

Se intenta aderezar con situaciones paralelas, pero nunca logra un storytelling fuerte: un jugador cuya esposa espera un bebé, un suplente que nació en la tierra caliente del Triángulo Dorado de Sinaloa, la familia de otro jugador en Argentina, etc, etc, pero nunca logra que una historia opaque o se complemente con el protagonista principal.

Lo recomendaría sólo para fanáticos del futbol o de Maradona (como quién firma esta nota) que estén dispuestos a ver al ídolo arrastrarse, debido a una dolorosa artritis en sus dos rodillas, por las canchas del ascenso mexicano e intentar convencer a un equipo limitado que ellos son capaces de ascender.

El documental no es capaz de ascender, se queda en la misma categoría: la de poner una cámara adelante de Maradona y esperar que el ídolo frote la lámpara, igual que como lo hacía en las canchas. El problema que Diego ya no es el que jugaba, entonces apostar a esa magia ya no es una apuesta segura.
sebcorti
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow