Raza crédula.
Una versión cómica buddy movie de Matrix, son casi del mismo año, reptiliana, menos intensa, mucho más jolgorio.
Combaten en ella dos películas o tendencias contrapuestas, la intelectualmente irreverente y saboteadora, inteligente y brillante ejercicio dadaísta, libérrimo y juguetón contra la típica formularia chorrada pueril de siempre, empate técnico, ni vencedores ni vencidos, interregno, un pasito palante, otro patrás, al agua patos.
Pretende la sorpresa o broma en cada instante, el regocijo constante y casi lo logra, pero pasa de los hermanos Marx a los cazafantasmas demasiado deprisa. Del cabaret Voltaire a Jumanji en un nanosegundo.
De eres un rumor, un deja vu, un peón o tornillo kafkiano que ni existe ni ha existido jamás a puré papilla verde de ectoplasma de guardería blandiblu en por toda la cara estampada, a zombi cutre haciendo el indio, D'Onofiro, quién te ha visto, el juego de hollywood, la chaqueta metálica, hasta el que caminaba solo sobre la vida de robert Howard, y quién te ve convertido en piel, señor de las moscas.
Bueno, en verdad así son los norteamericanos o yanquis, te venden a sartre en un coche de carreras, mezclan y corrompen todo, son como niños grandes para los que todo el universo, la historia del hombre es un su juguete tonto, como aquel globo terráqueo con el que jugaba se entretenía Chaplin en el gran dictador, todo es frívolo y serio a la vez, todo está a la venta y es un circo y un parque de atracciones y filosofía y espectáculo y religioso y deporte y tragedia y verbena, vale.
El individuo es listo, la masa es estúpida, miedosa y peligrosa, me sacas de una deuda. Pero la masa es la que compra las entradas, la que da dinero, todos nos conocemos, todos sabemos que el hombre masa es el que manda (y obedece), el que mueve el mundo, el que llena las salas, la presa codiciada, a quien hay que a mansalva agradar y engañar y expoliar, el que más ve estas películas, una de cal y otra de arena, el palo y la zanahoria, el que consume y sigue y pace, el que da el visto bueno, el que traga, el que gasta, el que vota, el que guerrea, el que más se reproduce y mayor huella deja en el planeta perpetua, el individuo apenas cuenta nada, eso, es invisible, no se conoce su paradero, es una sombra, una de polvo mota, un trasunto de algo, de un fantasma o mierda, ea.
Mejor Tommy Lee Jones sobrio que Will Smith de eterno graciosete. Pero se los come a todos ella, Linda, enorme, pecosa.
Tiene algo del Verhoeven de Desafío total, otro cachondo abismal, y del Peter Jackson primero, el del monstruo/demonio de Sumatra Tasmania y del Raimi del ejército de las tinieblas, necronomicón mediante.