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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
2
Terror Cada noche, Ángela (Manuela Velasco), una joven reportera de una televisión local, sigue con su cámara a un grupo profesional distinto. Esta noche le toca entrevistar a los bomberos y tiene la secreta esperanza de poder asistir en directo a un impactante incendio. Pero la noche transcurre tranquilamente. Y cuando, por fin, reciben la llamada de una anciana que se ha quedado encerrada en su casa, no le queda otro remedio que seguirlos ... [+]
28 de diciembre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La comunidad". "La cosa". "Monstruoso" (son casi de la misma fecha). "Tarde de perros" (no tiene mucho que ver, pero... ).
Humor, cámara psiquiátrica, costumbrismo, horror, gore, género, breve.
El cachondeo reinante y presente no es suficiente. No vale la retranca. El engendro no se sostiene. El desastre es inenarrable. La apuesta dura un rato. Quizás media hora. Tal vez la mitad de la historia. Ese primer tramo la cosa era tonta, sin dudarlo, pero tenía un pase, un decoro, cierta brillantez, frescura y vitalidad. Lo mismo parecía novedad.
Esa es la presentación de los hechos, las características de la película, sus armas o cartas boca arriba.
La clave, el problema, lo difícil, esa es la diferencia entre una película y una mala copia, es qué hacer con ello, con eso, con la idea tan buena que se te ocurrió aquel día en la oficina, de charla con tu amigo, en el café, tomando una birra, corriendo o en cualquier esquina. A dónde vas, o no, más complicado, por dónde y cómo vas. Ahí hay que afinar, ajustar los detalles, cuidar a los personajes (los que sean, vampiros, zombis, cerdos, humanos, es indiferente), salvar la razón, la imaginación, el terror, trabajar el guion, los diálogos, las reacciones, las situaciones. Todo ese mejunje que parece obvio y sencillo, pero que es tan invisible y difícil. La raíz del éxito. Donde se demuestra si el cuento es solo barullo, ruido, o si hay algo más detrás, un (o más) artesano, un cerebro pensante, un trabajador honrado, esmerado y eficiente.
Y no. No es el caso. Clara, y tristemente, no. Se pierde pie. Se abandonan a la molicie, al grito, a la estupidez, al absurdo, al disparate, a la chapuza, al estropicio. Pierden el respeto a su propio relato y, por añadidura, a su público, como si les diera igual o pensaran que no nos importa, que no distinguimos, que tragamos cualquier cosa, que ponemos de nuestra parte, que va bien, que el mundo es color de rosa y el cine engulle todo, como una serpiente, como una asiática boa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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