Cruel y despiadada película de intriga, con gran suspense y que también se puede inscribir en el género del psycho killer.

Es un film que en la forma no es demasiado fácil de seguir, no porque no se comprenda la trama, sino por la forma de rodar y narrar el argumento. Y es que, en ocasiones no es clara, sobre todo en el aspecto del montaje.

Pero la cinta es atractiva, entretenida y muy interesante, beneficiada, eso sí, por la magna presencia de dos grandes actores, que llevan el peso de la trama y son el sustento de la historia.

Técnicamente es de calidad, con excelente fotografía a cargo de Matt Henley.

Película oscura en el fondo, sádica en ocasiones, que hace "sufrir" al espectador por mor de algunos momentos tétricos, que dejan bastante mal rollo.

Una cinta personal, con buen guion adaptando la historia de Owen Marshall, que denota un buen pulso y no es buen plato para todo tipo de espectadores. Pero merece la pena, sobre todo para el respetable a quien le gusten las cintas inquietantes, desasosegantes, turbadoras.

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