No es un tipo de cine centrado en entretener o divertir pero tampoco en emocionar sino en contar una historia.Tiene escenas que llaman a la reflexión y otras más cómicas todas necesarias.

El personaje principal es un caso a parte y Miguel Herrán le aporta muchos matices al mismo aunque la dificultad que conllevaba para él este papel no era muy grande lo hace muy creíble sobre todo para ser su primera actuación. Antonia Guzmán tiene un papel enternecedor y Luis Tosar es casi un cameo para llamar la atención del gran público. También es importante destacar a Felipe Vélez muy merecedor de su nominación al Goya ya que sin este la película no sería lo mismo y perdería gran parte del humor.

A pesar de todo la película no consiguió llamar mi atención en algunos momentos siendo una película algo prescindible debido a que le falta algo de chispa. Los diálogos tienen gracia pero son bastante simples y no suman nada al total.