Vi esta película mucho tiempo antes de haber comenzado a escribir algunas críticas en este espacio. La vi nuevamente en estos días y al volver a disfrutarla, no obstante no poder agregar mucho a lo dicho en las críticas favorables hacia esta producción, sentí la necesidad de dejar asentado mi reconocimiento a sus virtudes.
Al verla no pude menos que recordar las maravillosas "Historias mínimas" de Sorín, película con la cual Las Acacias comparte algunas características, como la sobriedad, la simplicidad del argumento sin detrimento de la profundidad de su contenido, la naturalidad de las actuaciones, la capacidad de mantener el interés a lo largo de todo el film, la humanidad y, en varios casos, el comportamiento bondadoso de los personajes. En tanto que Sorín cuenta tres historias al mismo tiempo, Las Acacias está sostenida prácticamente por dos personajes adultos y una bebé. Aunque el desarrollo del relato es apacible, como uno de los críticos observó, se genera una cierta tensión al avanzar el relato, a mi entender como consecuencia de la intriga que se va generando acerca de cómo sigue y cómo terminará. Ésto se logra casi imperceptiblemente y conduce a que el interés no decaiga. El final abierto (recurso que siempre me fastidia), en este caso no defrauda, ya que se llega al mismo con la tranquilidad de que aunque no sepamos cómo, la historia "va a terminar bien".
En resumen: una película mínima, pero grandiosa.