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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de vcleblanc:
10
Drama Rubén es un camionero solitario que recorre desde hace años la autopista de Asunción del Paraguay a Buenos Aires, cargando madera. Sin embargo, el viaje de hoy será diferente. Esta mañana, en un paradero de la autopista cerca de Asunción, Jacinta se presenta una hora más tarde para iniciar un viaje por carretera que la llevará a Buenos Aires. Es más, Rubén se entera en ese mismo momento que la pequeña Anahí, de 5 meses, viajará con ... [+]
9 de enero de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para los qué amamos el cine de Sorin, para los que disfrutamos de las “historias mínimas”, Las Acacias, ópera prima de Pablo Giorgeli, es una caricia, es una joya qué el cine nos regala y es un lujo del qué no debemos privarnos.
Las Acacias, ganadora de la cámara de oro en el festival de Cannes mejor ópera prima, es una road movie en la cual hacemos el trayecto de la frontera con Paraguay hasta Buenos Aires, es un recorrido, como cualquiera, como muchos, donde, desde la cabina de un camión, la piel de Giorgelli muestra a sus personajes, nos muestra a Rubén, a Jacinta y a la pequeña Anahi, nos muestra sus sabores (y sus miedos) sus fracasos y sus silencios, esos silencios qué hacen entrañable a estos personajes, esos silencios qué ingresan en el espectador para alojarse en la piel qué lleva al alma.
Pablo Giorgelli construye esta historia (mínima) desde los parajes, sus personajes montados en él como hacedores de las oportunidades qué debemos buscar (aunque lleguen por casualidad), construye el film desde la solides de un guión (escrito junto a Salvador Roselli) y una lente rígida y minimalista al mismo tiempo, donde logra qué se diga por lo que se habla, pero qué se diga, y se sienta, aun más por lo qué no se habla, por lo qué se va engendrando dentro, y las miradas nos logran reflejar.
Las Acacias es, sin dudas, uno de los mejores film qué dio el cine argentino en 2011 (y más atrás también), es una hermosa historia, donde nos encontramos con el “aquí y el ahora”, con el moverse hacia delante, no por el futuro precisamente, ya qué Giorgelli parecer no sobrecargar a sus personajes con “PRE-ocuparse”,si no ocuparse (de ellos mismos) donde el presente (y el pasado también) muevan las fichas, esas qué van forjando los personaje, aunque por azar o juego del destino.
El film cuenta con una calidad audio/visual impecable y lucida, su fotografía, es parte fundamental de la historia, del guión, de Rubén, de Jacinta… de nosotros, de cada uno. Las Acacias se te impregnan, te enamora, te perfuma el alma y te rocía los ojos (y el corazón).
vcleblanc
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