Sorpresa en mayúsculas me he llevado con la ópera prima de Daniel Guzmán. Tras las buenas críticas, aplausos y premios recibidos en el Festival de Málaga, llevaba tiempo esperando a que la estrenaran en el cine.
La primera media hora, he de decir, que no me gustó mucho, veía a los actores muy sobreactuados, hasta que aparece en escena Antonia Guzmán, un diamante en bruto. Su naturalismo y su extrema humanidad hizo que me metiera de lleno en la película, y a partir de ahí, todo va rodado.
Son tantas las historias humanas que nos cuenta Guzmán que sales del cine intentando analizarlas una por una: el poco tacto de unos padres que se olvidan de la prioridad que es un hijo ante las rencillas de un inminente divorcio, el egoísmo por parte de los dos, las lecciones que nos da el joven, mucho más maduro que sus propios padres, pero sobre todo el tema que más destaco es el de la amistad. Cómo dos chicos se refugian en ellos mismos para intentar sacarse las castañas del fuego ante un mundo decadente que se olvida constantemente de ellos y en el que tienen muy pocas posibilidades de subsistir sino tienes dinero. Sencillez en estado puro de esos dos jóvenes, para mí algo mejor la interpretación de Antonio Bachiller, personaje que estoy segura dará mucho que hablar.
No le pongo más nota porque, sinceramente, Miguel Herrán, el actor que da vida al joven protagonista, se tira casi toda la película con esa sonrisa bobalicona que no te crees. Con todo lo que está pasando, un joven normal en una situación así estaría renegado con el mundo y no creo yo que tuviera ganas de sonreír. Me parece muy poco realista. El lenguaje a veces es exasperante, tanto "Brother", pues tampoco es creíble, igual que el hecho de que el chico se fugue y nadie se preocupe en buscarlo.
Por lo demás es muy recomendable, sobre todo si te gustan películas del estilo "El Bola", "Familia", etc. La intención es buena y creo que Daniel Guzmán después de diez años haciendo este film, ahora está recogiendo sus merecidos frutos, a cambio de mucho que nos ha dado a los espectadores. Estoy segura de que se llevará el goya a mejor dirección novel, y si no, al tiempo.