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Voto de LauraBloodMoon:
7

Voto de LauraBloodMoon:
7
6.4
48,885
Bélico. Drama
Autobiografía del marine SEAL Chris Kyle, un tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Kyle fue enviado a Irak con la misión de proteger a sus compañeros. Su puntería y precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla, por lo que se ganó el apodo de “Leyenda”, pero la noticia de sus hazañas llegó hasta las filas enemigas. Se puso precio a su cabeza y se convirtió en ... [+]
29 de abril de 2025
29 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Vi esta película por casualidad, pero al ver que la dirigía Clint Eastwood fue como tirarme de cabeza.
Esta no es una película de guerra al uso. Es un espejo sucio que refleja cómo construimos mitos bélicos para evitar mirar la crudeza real. Es sobre la mitificación de la violencia y cómo Estados Unidos convierte a sus soldados en héroes de cartón para no mirarles las manos manchadas.
Eastwood nos presenta un relato tenso y sobrio, pero que en ocasiones tropieza con la misma glorificación que pretende criticar.
4. Lo que Eastwood sí hizo bien
-. La escena del "¿Cómo estás?" / "Matando gente": Captura el desgaste psíquico real de los francotiradores.
-. La tormenta de arena: Caos puro, sin héroes. Los marines disparan a la nada porque la guerra es un error colosal.
-. El funeral sin discursos: Solo botas alineadas y silencio. El único momento honesto.
LE FALTO
Más crudeza: ¿Dónde está la escena de Kyle celebrando sus muertes? ¿O borracho contando "los mejores disparos"?
Menos patriotismo: Esa bandera ondeando al final sobra. La verdadera Taya Kyle dijo que su marido odiaba ese culto al héroe.
Le faltó valor para ser tan fría como la guerra real
LO BUENO
-. Bradley Cooper no actúa, se desgasta. Su mirada vacía, el cuerpo tenso como un gatillo, hasta la voz ronca de quien ha gritado demasiado en silencio. No es un héroe: es un hombre roto que cuenta muertes como otros cuentan los días.
-. Eastwood dirige con bisturí: Sin música épica, sin slow motions gloriosos. Cada disparo suena a golpe seco. Cada silencio pesa. La escena de la tormenta de arena es puro caos visual: nadie es un superhombre aquí, solo tipos perdidos en el polvo. La dirección de Eastwood es austera y efectiva. Elimina todo ornamento: no hay banderas ondeando en cámara lenta, no hay discursos patrioteros. La tensión nace de los silencios, de miradas perdidas, de disparos que resuenan como golpes secos.
-. La mejor escena: La llamada telefónica en mitad de la misión. "¿Cómo estás?" / "Matando gente". Diálogo cortante, real como una herida sin suturar. Otra secuencia de la tormenta de arena es un caos magistralmente filmado, donde los marines no son héroes, sino hombres desorientados disparando a sombras.
LO MALO
Hollywood no puede evitar santificar: Aunque Eastwood intenta frenarlo, hay momentos que caen en el "soldado con corazón de oro". ¿Era necesario la esposa llorando con la bandera? El trauma no necesita soundtrack dramático para doler. Bradley Cooper entrega una transformación física y emocional impactante. No vemos a un actor, sino a un hombre consumido por la guerra, con una presencia que oscila entre la fatiga y la obsesión. Su interpretación trasciende el típico "soldado heroico".
-. El guion esquiva preguntas incómodas: ¿Por qué Kyle disfrutaba tanto su trabajo? ¿Era un patriota o un adicto a la adrenalina? La película baila alrededor, pero no muerde.
-. El villano inventado: Mustafa, el francotirador sirio, es puro drama de estudio. En la vida real, Kyle nunca lo enfrentó. ¿Por qué inventar un antagonista cuando la guerra ya era suficientemente horrible?
No es una película sobre héroes. Es sobre culpa. El final te deja con un nudo en la garganta: ¿valió la pena? No hay respuestas, solo balas sin disparar y un país que aplaude a sus soldados... hasta que les piden ayuda psicológica.
El francotirador te deja con un regusto amargo, pero no tanto como debería. Eastwood logra escenas poderosas y evita el triunfalismo, pero se queda a medio camino de ser tan incómoda como la verdad que retrata. Lo más valioso: nos obliga a preguntarnos ¿qué celebramos cuando aplaudimos a estos hombres?
Kyle no necesitaba ser un villano ni un héroe: solo necesitaba ser mostrado tal como fue. Y esa verdad, quizás, asusta más que cualquier bala.
Esta no es una película de guerra al uso. Es un espejo sucio que refleja cómo construimos mitos bélicos para evitar mirar la crudeza real. Es sobre la mitificación de la violencia y cómo Estados Unidos convierte a sus soldados en héroes de cartón para no mirarles las manos manchadas.
Eastwood nos presenta un relato tenso y sobrio, pero que en ocasiones tropieza con la misma glorificación que pretende criticar.
4. Lo que Eastwood sí hizo bien
-. La escena del "¿Cómo estás?" / "Matando gente": Captura el desgaste psíquico real de los francotiradores.
-. La tormenta de arena: Caos puro, sin héroes. Los marines disparan a la nada porque la guerra es un error colosal.
-. El funeral sin discursos: Solo botas alineadas y silencio. El único momento honesto.
LE FALTO
Más crudeza: ¿Dónde está la escena de Kyle celebrando sus muertes? ¿O borracho contando "los mejores disparos"?
Menos patriotismo: Esa bandera ondeando al final sobra. La verdadera Taya Kyle dijo que su marido odiaba ese culto al héroe.
Le faltó valor para ser tan fría como la guerra real
LO BUENO
-. Bradley Cooper no actúa, se desgasta. Su mirada vacía, el cuerpo tenso como un gatillo, hasta la voz ronca de quien ha gritado demasiado en silencio. No es un héroe: es un hombre roto que cuenta muertes como otros cuentan los días.
-. Eastwood dirige con bisturí: Sin música épica, sin slow motions gloriosos. Cada disparo suena a golpe seco. Cada silencio pesa. La escena de la tormenta de arena es puro caos visual: nadie es un superhombre aquí, solo tipos perdidos en el polvo. La dirección de Eastwood es austera y efectiva. Elimina todo ornamento: no hay banderas ondeando en cámara lenta, no hay discursos patrioteros. La tensión nace de los silencios, de miradas perdidas, de disparos que resuenan como golpes secos.
-. La mejor escena: La llamada telefónica en mitad de la misión. "¿Cómo estás?" / "Matando gente". Diálogo cortante, real como una herida sin suturar. Otra secuencia de la tormenta de arena es un caos magistralmente filmado, donde los marines no son héroes, sino hombres desorientados disparando a sombras.
LO MALO
Hollywood no puede evitar santificar: Aunque Eastwood intenta frenarlo, hay momentos que caen en el "soldado con corazón de oro". ¿Era necesario la esposa llorando con la bandera? El trauma no necesita soundtrack dramático para doler. Bradley Cooper entrega una transformación física y emocional impactante. No vemos a un actor, sino a un hombre consumido por la guerra, con una presencia que oscila entre la fatiga y la obsesión. Su interpretación trasciende el típico "soldado heroico".
-. El guion esquiva preguntas incómodas: ¿Por qué Kyle disfrutaba tanto su trabajo? ¿Era un patriota o un adicto a la adrenalina? La película baila alrededor, pero no muerde.
-. El villano inventado: Mustafa, el francotirador sirio, es puro drama de estudio. En la vida real, Kyle nunca lo enfrentó. ¿Por qué inventar un antagonista cuando la guerra ya era suficientemente horrible?
No es una película sobre héroes. Es sobre culpa. El final te deja con un nudo en la garganta: ¿valió la pena? No hay respuestas, solo balas sin disparar y un país que aplaude a sus soldados... hasta que les piden ayuda psicológica.
El francotirador te deja con un regusto amargo, pero no tanto como debería. Eastwood logra escenas poderosas y evita el triunfalismo, pero se queda a medio camino de ser tan incómoda como la verdad que retrata. Lo más valioso: nos obliga a preguntarnos ¿qué celebramos cuando aplaudimos a estos hombres?
Kyle no necesitaba ser un villano ni un héroe: solo necesitaba ser mostrado tal como fue. Y esa verdad, quizás, asusta más que cualquier bala.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
MOMENTOS ÉPICOS
1. El primer disparo contra el niño y la madre: La cámara se queda fija en Cooper. ¿Acabo de salvar vidas o de convertirme en un asesino? Su cara lo dice todo.
2. La tormenta de arena: Disparar a ciegas, el enemigo invisible, la radio que solo transmite estática. La guerra como pesadilla abstracta.
3. La escena del funeral: No vemos el ataúd. Solo las botas de los Marines alineadas, el silbido del viento entre las banderas. Eastwood en estado puro.
4. El tiroteo final contra Mustafa: Cinematográficamente perfecto, pero falso. Kyle nunca vivió ese duelo de titanes.
5. La escena del bar: Kyle confiesa que extraña la guerra. La cámara lo enfoca como a un monstruo, pero la música lo redime. Error. Debería haber sido incómodo hasta el último segundo.
6. El discurso de la bandera: "No lucho por mi país, lucho por mis compañeros". Bonito, pero falso. En su libro admitió que amaba ser el "más letal".
CURIOSIDADES
-. El verdadero final de Kyle: Lo mató un veterano con PTSD al que intentaba ayudar. La película lo sugiere, pero no muestra el detalle más cruel: Routh usó la misma pistola que Kyle le regaló.
-. El libro vs. la película: En su autobiografía, Kyle dijo haber matado a dos ladrones en la catástrofe del Katrina. Cero pruebas. También afirmó haber golpeado a Jesse Ventura (el exgobernador lo demandó y ganó).
-. El cameo de la viuda real: La mujer que le dice "Gracias" a Cooper en el funeral es Taya Kyle, la verdadera esposa.
-. El final real de Chris Kyle no fue dramatizado con violencia explícita, sino con un fundido a negro. Eastwood lo hizo así por respeto a la familia.
-.El villano Mustafa está muy dramatizado. En realidad, Kyle solo lo menciona una vez en su libro, y nunca lo enfrentó directamente.
CINE VS REALIDAD
-. En pantalla: Kyle es un mártir, es una figura mítica: letal, implacable, pero con conciencia. Con 160 muertes son un récord glorioso. Incluso fuentes afirman que mató a más 255. Hasta llora por los compañeros que no pudo salvar. Kyle. Su número de muertes (160 confirmadas) se menciona como parte del “orgullo americano”.
-. En la vida real: Kyle fue una figura polémica. Veteranos lo acusaron de mentiroso. Dijo haber viajado a Nueva Orleans tras el huracán Katrina a "matar saqueadores". Cero pruebas. En la vida real: Su autobiografía fue criticada por exageraciones, y algunos veteranos han desmentido partes de sus relatos.
-.La ironía definitiva: Murió por lo único que hizo sin buscar fama: ayudar a otro veterano.
1. El primer disparo contra el niño y la madre: La cámara se queda fija en Cooper. ¿Acabo de salvar vidas o de convertirme en un asesino? Su cara lo dice todo.
2. La tormenta de arena: Disparar a ciegas, el enemigo invisible, la radio que solo transmite estática. La guerra como pesadilla abstracta.
3. La escena del funeral: No vemos el ataúd. Solo las botas de los Marines alineadas, el silbido del viento entre las banderas. Eastwood en estado puro.
4. El tiroteo final contra Mustafa: Cinematográficamente perfecto, pero falso. Kyle nunca vivió ese duelo de titanes.
5. La escena del bar: Kyle confiesa que extraña la guerra. La cámara lo enfoca como a un monstruo, pero la música lo redime. Error. Debería haber sido incómodo hasta el último segundo.
6. El discurso de la bandera: "No lucho por mi país, lucho por mis compañeros". Bonito, pero falso. En su libro admitió que amaba ser el "más letal".
CURIOSIDADES
-. El verdadero final de Kyle: Lo mató un veterano con PTSD al que intentaba ayudar. La película lo sugiere, pero no muestra el detalle más cruel: Routh usó la misma pistola que Kyle le regaló.
-. El libro vs. la película: En su autobiografía, Kyle dijo haber matado a dos ladrones en la catástrofe del Katrina. Cero pruebas. También afirmó haber golpeado a Jesse Ventura (el exgobernador lo demandó y ganó).
-. El cameo de la viuda real: La mujer que le dice "Gracias" a Cooper en el funeral es Taya Kyle, la verdadera esposa.
-. El final real de Chris Kyle no fue dramatizado con violencia explícita, sino con un fundido a negro. Eastwood lo hizo así por respeto a la familia.
-.El villano Mustafa está muy dramatizado. En realidad, Kyle solo lo menciona una vez en su libro, y nunca lo enfrentó directamente.
CINE VS REALIDAD
-. En pantalla: Kyle es un mártir, es una figura mítica: letal, implacable, pero con conciencia. Con 160 muertes son un récord glorioso. Incluso fuentes afirman que mató a más 255. Hasta llora por los compañeros que no pudo salvar. Kyle. Su número de muertes (160 confirmadas) se menciona como parte del “orgullo americano”.
-. En la vida real: Kyle fue una figura polémica. Veteranos lo acusaron de mentiroso. Dijo haber viajado a Nueva Orleans tras el huracán Katrina a "matar saqueadores". Cero pruebas. En la vida real: Su autobiografía fue criticada por exageraciones, y algunos veteranos han desmentido partes de sus relatos.
-.La ironía definitiva: Murió por lo único que hizo sin buscar fama: ayudar a otro veterano.