La extraña vida de Timothy Green

Una pequeña fábula dirigida a todos los públicos cargada con ciertas dosis de moralina y buenismo que puede o no atrapar al público, pero que sabe a lo juega. Este juego no es ambicioso, y conoce cuál es su límite. Quizás, esta honestidad es su mayor virtud. Y está bien aprovechada por su director, Peter Hedges (El Regreso de Ben), que sabe manejar con acierto al elenco de actores con el que cuenta: desde su trío protagonista compuesto por Jennifer Garner (Juno, Dallas Buyers Club), Joel Edgerton (El Rey Arturo, Exodus) y el joven CJ Adams (Godzilla -2014-) hasta los secundarios como un estupendo David Morse (La Roca, Guerra Mundial Z) o el habitual Ron Livingston (Tully).
Es una película sencilla, pero edulcorada. La historia es extraña como el título, pero de fácil comprensión. No quiere complicaciones a la hora de narrar y ese azúcar que contiene quizás no sea apto para todos los públicos (y no lo digo por los diabéticos, jeje) puesto que quizás le cojan un poquillo de tirria a estos personajes que son tan encantadores por un lado como odiosos por otro; y hete aquí la diferenciación fácil de buenos y malos que se ven a la legua en muchas películas. Porque están ahí y se les ve el plumero nada más verlos. Y a pesar de esto, es una película que se deja ver sin problemas hasta ver qué acontece en el final.

A la media hora de película sentí que me habían hurtado el dinero. Almibarada fábula, por la que no vale la pena pagar el costo de una entrada al cine; sólo una muy bella fotografía para darle el marco a una historia que más allá de lo inverosímil, tiene un final tan penoso como las actuaciones de Garner y Edgerton, al borde de lo ridículo. Sé que hay público para todos los gustos, pero puntuar este adefesio con 8 o 9 puntos parece exagerado, salvo que seas empleado de la Disney y te amenacen con perder el empleo si no impulsas este bodrio infumable. Los temas son universales, sí, pero el tratamiento que se hace de ellos va dirigido a niños en edad escolar; eso no estaría mal si al menos avisaran en las promociones a qué público va dirigido.
La culpa no es de CJ Adams, es apenas un niño y defiende muy bien el rol que le asignaron. La culpa es mía, por aceptar la sugerencia de mi esposa y entrar en la maldita sala.

Película de Disney que nos adentra una vez más en el mundo fantástico de las historias “difíciles de creer”, tal como se lo anticipan Cindy (Jennifer Garner) y Jim (Joel Edgerton) a la agente de adopción ni bien empezado el film. En esta reunión, donde esta pareja que no puede tener hijos intenta acceder a la adopción, se establece el presente de un relato que va y viene del pasado utilizando frecuentemente la narración en off de los propios personajes.

De la muerte y el entierro de un sueño, el de tener hijos biológicos, pasamos a la descomunal fertilidad de una huerta donde, gracias a una mágica lluvia en plena sequía, crece Timothy, una especie de niño-árbol de diez años. Todo esto está puesto en imágenes, pero siempre hay un espesor mayor que nos permite ir más allá de la literalidad del mundo fantástico. Lamentablemente, luego de esta primera parte “frankensteiniana” (lo mejor de la película), a Peter Hedges le cuesta volver a incursionar en símbolos y referencias ricas, algo más trabajadas. Salvo por el juego y las asociaciones que permite el film entre la fabricación en serie de lápices, la normalidad y lo distinto, al previsible desenlace de la película (lo previsible no es malo en sí mismo, sino ver ‘Argo’) se llega de manera chata. ‘La extraña vida de Timothy Green’ trata sobre la difícil tarea de ser padres (supongo, no soy padre), la imposibilidad de estar preparados y de no cometer errores. Y digo supongo porque, como precisamente creo que plantea la película, esta tarea es capacitación y ejecución al mismo tiempo, es un aprendizaje que se da sólo con la experiencia. Aprendiendo a ser padres, Cindy y Jim también aprenden a aceptar lo distinto sin avergonzarse, a dejar de lado la mirada ajena, y a no intentar superar las frustraciones propias a través de Timothy.

Lee la crítica completa en http://quecinemirar.blogspot.com.ar/2013/02/la-extrana-vida-de-timothy-green-2013.html

Entretenida historia imaginaria, atractivamente ambientada, que enseña al espectador un poquito sobre los valores de la tolerancia y la bondad. Recomendable para todos los públicos. Se asimila sin esfuerzo gracias a la simple curiosidad que despierta y al fenomenal acompañamiento de la banda sonora. Por ponerle algún pero, merecería mayor detalle con sus flecos argumentales, pues la historia parece quedarse corta.

Entrañable película la que nos trae el director y escritor Peter Hedges, marca de la casa de la factoría Disney, en la que se disfruta de unas correctas actuaciones de todo su conjunto de actores, película familiar para ver con los más pequeños que deja una enseñanza al final de su visionado.

A Peter Hedges le conozco como escritor, me he leído muchas de sus novelas y tengo que decir que me encanta. Como director es más que correcto y ha sabido sacar partido de una película sencilla, sin grandes pretensiones, con una pareja protagonista que encaja muy bien como son la profesional y atractiva Jennifer Garner, ex mujer del actor Ben Affleck, quien últimamente se ha sentido cómoda con este tipo de papeles de madre de familia, y un actor australiano que a mí me fascina como es el atractivo Joel Edgerton, quien es aquí un sencillo padre de familia, loco por dar todo el amor que tiene a su hijo.

Para encontrar al niño protagonista del papel principal, ese Timothy Green del título, el director llevó a cabo audiciones por todo el país. Finalmente, recodaría haber trabajado con CJ Adams en su anterior película, "Como la vida misma", y decidió darle la oportunidad a este maravilloso actor. Creo que fue todo un acierto porque CJ Adams está encantador y perfecto como Timothy Green.

Junto a los tres actores principales se puede ver por última vez en una pantalla al veterano James Rebhorn, descubrir la belleza y el parecido físico con Mila Kunis de la actriz de origen israelí, Odeya Rush, contar con el gigante David Morse o Dianne Wiest, o los siempre interesantes y pareja en la vida real, Rosemarie DeWitt y Ron Livingston.
Para una tarde de otoño en la que las hojas de los árboles empiezan a caer.
Un saludo,
Tess