La desaparición de Eleanor Rigby: Ellos

La frase que da título a mi crítica me parece demoledora y pura verdad. Cuando una tragedia llega a la vida de alguien a quien queremos, es muy difícil poder hablar con esta persona, porque cuando alguien sufre un mazazo personal en su vida, qué podemos decirle para reconfortarle o asegurarle que todo va a ir bien. Lo que los personajes de Eleanor y Connor sufren aquí lo han sufrido familiares directos míos y es algo devastador. Pero la vida sigue, ¿verdad?, no se detiene por nada ni por nadie y nosotros seguimos aquí sin saber cómo ayudar a estas personas a superar tal desgracia. Una pareja, irremediablemente, se tiene que ver afectada por un acontecimiento de tal magnitud y ésto es lo que sufren estos dos personajes principales y todos los secundarios que les rodean y que les quieren. A mí la película me ha gustado bastante, creo que es un trabajo más que interesante de un director a tener muy en cuenta como es Ned Benson. El escribió el personaje de Eleanor pensando única y exclusivamente en la hermosa Jessica Chastain, que está simplemente perfecta. Me enamoró en "El árbol de la vida" y lo sigue haciendo aquí. Su compañero de fatigas es el escocés James McAvoy, a quién no había visto actuar aún y que creo que es el contrapunto perfecto para ella. McAvoy hace que me pueda comprender a su Connor. Ambos actores tienen una gran química y éso ayuda enormemente a la película. Junto a ellos, unos secundarios de lujo como la gran Viola Davis, que cada día me gusta más, el siempre atractivo e interesante William Hurt y la francesa y gran dama del cine francés Isabelle Huppert, quizás la más desaprovechada de todos.
Recomendable, película de diálogos y miradas, de sentimientos y dolor.
Un saludo,
Tess

"La desaparición de Eleanor Rigby (Ellos)" es un remontaje de 2014 que une metraje del díptico "La desaparición de Eleanor Rigby (Él)" y "La desaparición de Eleanor Rigby (Ella)", que Ned Benson había estrenado justo un año antes. Esas dos obras nos narraban los dimes y diretes de una pareja toda vez que un inoportuno accidente se metía entre medias para ir mermando la relación. "La desaparición de Eleanor Rigby (Él)" nos mostraba el amor, el desamor, la culpa y el dolor desde el punto de vista del personaje de James McAvoy, y "La desaparición de Eleanor Rigby (Ella)" hacía lo mismo pero desde el prisma de Jessica Chastain. "La desaparición de Eleanor Rigby (Ellos)" lo que hace es mezclar ambas visiones para ese espectador no dado a experimentos.
Explicada la teoría, vamos a la práctica. Yo soy de los que no vieron el díptico del 2013, vaya eso por delante. Y tras ver "La desaparición de Eleanor Rigby (Ellos)", aun resultándome un producto interesante, tampoco es que me apetezca en exceso ponerme con ellas. Este remontaje no me ha disgustado, pero tampoco me ha apasionado. Ned Benson entrega un drama romántico libre de melodramatismos o artificios que funcionará en mayor o menor medida según conectes con sus protagonistas. Porque por lo demás tampoco hay un gran guion al que agarrarse o una realización de esas que sobresalen, todo me ha parecido correcto pero sin brillar. Y lo mismo con las interpretaciones de Chastain y McAvoy, un trabajo digno pero no creo que sobresalga en sus respectivas filmografías.
En resumidas cuentas, y no estando yo en mi fase más romántica, "La desaparición de Eleanor Rigby (Ellos)" habita algún escalón por debajo de los mejores dramas románticos del siglo XXI, aunque tiene nivel suficiente para resultar al menos provechosa.

Hoy en día se nos ofrece demasiada información, detalles sobrantes antes de ver una película donde, aturdidos por las campañas de venta y marketing, es prácticamente imposible acudir virgen e inocente al estreno de un filme, al deslumbrante despertar de la vida de sus personajes, estado ideal para descubrir intensamente, sin engaño ni coacción publicitaria previa, los verdaderos sentimientos que la aventura de sus protagonistas nos provocan y alientan.
En esta ocasión, por circunstancias imprevistas reunidas, se me ha dado esa oportunidad de visionar esta historia desde la ignorancia de su sinopsis, desde la ausencia emisora de su tráiler o desde la historia que se escondía en su peculiar nacimiento y, he de confesar que, a media hora para su final se confirmó lo que luego leí sobre ella pues no se si achacar su falta de profundidad, carisma y atrape al veto comercial impuesto respecto la original o a impericia del responsable de la misma ya que, por lo visto, en su inicial proyecto, Ned Benson, oferta un relato complementario de superación de una pareja ante un hecho abrupto y cruel desde el punto femenino de ella, una maravillosa, atractiva y de serena seducción Jessica Chastain y, el toque masculino de continuación con la dura existencia a cargo de un James McAvoy que sabe complementar a su pareja interpretativa con calidad y esmero sólo que, esa supongo divinidad de largometraje de tres horas, explícito y rico en ardientes sentimientos y ardua melancolía, se convierte en una inexplicable censura de 122 minutos que pierde toda su esencia, camino y razón de ser.
Este drama de superación personal y enganche a la vida aburre, asfixia hasta dejarte sin apego de su por qué y con la mínima persuasión sugerente sobre su opción de escape y salida, apenas transmite nada aparte de una pesadez y lentitud estática abrumadora, una supuesta falta de información que debe seducir y encandilar pero que anula y supone barrera de distancia cada vez más lejana y apetecible hacia la dejadez e indiferencia, que no conecta más allá de la sólida fotografía y la calidez de sus ritmos y movimientos -algunos de ellos montaje cliché clásico de poca originalidad- donde saboreas la esencia, ves las intenciones, capturas el mensaje, entiendes la idea pero no vives, sientes ni sufres las emociones, un fallido neceser que intenta juntarlo todo en un reducido espacio para concluir que fue errónea idea ese corte alternativo de condenada tijera que desfiguró lo que fuera tenía en mente inicialmente este director para concluir, con una versión más corta, no sólo en duración temporal sino también en virtud contemplativa, deseo cognoscible y ansiedad de profunda reflexión pues, amén de encuadres preparados de lucimiento estético pero contenido anímico vacío, hay poco sobre lo que racionalizar, pensar o compartir en bella e interesante dialéctica.
Un pausado caminar donde los diálogos no acompañan con sabia maestría, donde las escenas pretenden insinuar un encanto del que adolecen, una pausada mirada que con el paso de su impenetrable efecto artístico, nulo apego interpretativo y carencia escénica que cautive y emocione se convierte en tranquilidad ausente de interés y atención nimia que se va anulando ella sola sobre su misma ola infortunada hasta un simple acabar lo empezado para ver si mejora y donde, esta desaparición de Eleanor arrasta también a su marido, al espectador y a un indeseado observar sin apetencia anímica ni enganche emocional que remonte que es lo peor a expresar sobre un argumento dramático de grandes pérdidas, enorme sufrimiento y búsqueda incesante sobre la forma de superar lo insuperable y continuar cuando todo se para.
Este fruto apenas tiene jugo ni beneficio donde aparcar esta genialidad desdoblada de dos puntos de vista sobre un mismo hecho de apentencia e ilusión en su teoría escrita que se revuelve contra su propio creador y artífice en una triste, apagada y neutra práctica que no colma las expectativas ni esperanzas del público asistente.
Decepción no esperada y desilusión implacable ante la velada de intenso buen cine que se insinuaba previa a su visión.

http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/

Interesante película, en principio, acerca de una pérdida irremediable, donde una pareja se ve abocada a la destrucción. Mucho más enfocada al drama femenino y con una siempre magnética Jessica Chastain, a la película le falta el empuje necesario para terminar de arrancar. La idea es buena y los diálogos interesantes; pero se pierde en el retrato del drama y la desolación, escondiendo más furia en una película que se hace lenta. Da la sensación de que muchas cosas quedan por explicar y no se comprende del todo la actitud de la mujer con ese entregado marido, que apuesta por ella, a pesar de las circunstancias. Un trabajo bastante fallido, aunque con un punto de interés que consigue atrapar al espectador.

Primer largometraje para el cine de Ned Benson, un realizador que denota su ambición para contar historias sugerentes y dejando que fluyan en el marco del drama las verdaderas perspectivas e intenciones propuestas en el argumento. Éste convincente debut que es "The Disappearance of Eleanor Rigby" se contó en dos versiones según el punto de vista de una pareja rota por un tra´gico suceso que los lleva a retomar su vida o tomar un camino distinto. Desde ella, Eleanor, (interpretada por Jessica Chastain) que abandona a su pareja, (James McAvoy) propietario de un restaurante en quiebra, y regresa con sus padres (interpretados por William Hurt e Isabelle Huppert) solo para justificar una existencia letárgica de la que pretende no seguir viviendo tras ése brusco cambio en su vida.

Evidentemente la película es la narración de una búqueda y reencuentros frustrados en ésta pareja: sus reflexiones, evasivas. Predomina la importancia del rol femenino en su intento de cambiar de registro y girar página tras un trágico acontecimiento. Como drama, el film Benson no cae en el patetismo melodramático y se aferra a abordar una historia de amor a recuperar entre dos personas que intentan desprenderse de las cenizas del pasado.