Haz click aquí para copiar la URL

Sicario

Thriller. Acción. Drama En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México, la joven Kate Macer, una idealista agente del FBI, es reclutada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico. Bajo el mando de Matt Graver, un frío miembro de las fuerzas gubernamentales, y de Alejandro, un enigmático asesor, el equipo emprende una misión que lleva a la mujer a cuestionarse sus convicciones sobre la guerra contra los narcos y ... [+]
<< 1 2 3 4 10 38 >>
Críticas 188
Críticas ordenadas por utilidad
4 de abril de 2016
48 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pulso "play", comienza Sicario.

Sus primeros 7 minutos son de los que enganchan, prometen una buena historia que justifica las críticas con nota más elevada. Se ve que va a ser una de esas películas pausadas, que no precipitan acontecimientos, que narran todo con detalle...

Dos horas después termino de verla. Dos cosas me viene a la mente:

1.- Menos mal que no la he visto después de comer, porque me habría echado unas cabezadas de campeonato.
2.- Tanta pausa, tanto "misterio" ¿para esto?

No será una de las películas que vuelva a ver.

Para más información ver crítica con "spoiler"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Yogurlado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de noviembre de 2015
24 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una gran película. Primero tenemos una excelente cinta de acción con la lucha contra el narcotráfico como fondo frondoso de vesanias, ajuste de cuentas, violencia, corrupción y venganzas atroces. También tenemos un reflejo político y social de la realidad descorazonadora del día a día de la policía, de sus servidumbres u olvidos hacia la legalidad vigente, de sus sinsabores y bajas, de sus métodos no siempre ortodoxos para poder hacer frente a la aberrante superioridad de los cárteles de la droga. Pero también está la historia de aprendizaje de su protagonista, una mujer idealista y obstinada que pretende hacer el bien en un mundo deslamado y cruel.

Y todos los diferentes niveles de la trama funcionan a la perfección. Es un relato sobre las fronteras entre el bien y el mal, entre países y culturas, entre antagonismos sangrantes y sumisiones tácitas, entre contrapuestas formas de entender el mundo y la justicia, entre la difícil supervivencia de la utopía en un mundo sucio, práctico y justiciero, entre la buena voluntad y los malos actos, entre lo correcto y los despojos de lo posible. Uno sale de la proyección deseando vivir en otras circunstancias más benévolas y reconfortantes, pero comprendiendo que la turbiedad y lo tramposo forma parte del mundo, lo queramos o no.

El poderío visual de la cinta es impresionante. Todas las escenas de acción son excelentes y desde el comienzo asistimos desasosegados y con el corazón en un puño al contemplar la monstruosidad descarnada de la lucha sin cuartel de la policía y los diversos villanos, con la mosca detrás de la oreja esperando que en cualquier momento acontezca un cataclismo sangriento aún más brutal, terrible e indecente que el anterior. Atroz escalada de infamias, locuras, salvajadas, sinsentidos y enajenaciones. Querer vivir en un mundo más seguro, menos violento, más manso y agradable está en la voluntad de casi todos nosotros. Pero la vida desbarata todo buen propósito e intención.

Sobre todo es de justicia alabar la soberbia dirección de Denis Villeneuve, de una claridad, calidad y creatividad sin parangón en el cine actual. Es un torbellino de control, pasión, efectividad y desgarro que mantiene al espectador atrapado en un laberinto repugnante de opacidad moral ponzoñosa. Y la confrontación feroz entre Benicio Del Toro y Emily Blunt pasará a los anales de la cinefilia agradecida. La sequedad torva del uno y la afabilidad cándida de la otra es una elegía febril y abominable. No deberían perdérsela.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de noviembre de 2015
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como el sistema circulatorio de un cuerpo enfermo abasteciendo el corazón moribundo (robustamente sano para algunos) de un viciosa civilización, lánguidamente culpable y atrozmente hipócrita.
Así es esta película. Líneas en fuga que se tuercen y retuercen, se confunden y alimentan; dudan, tienen miedo y apuntan, pero dan (poco) o, por lo menos, no lo suficiente. Por ejemplo:
- Como ejercicio puramente audiovisual es la leche, poderoso; fascinante e hipnótico. Ayudado por una ominosa banda sonora (con un tema repetido que marca con acierto el tono de amenaza y espanto) y una espectacular fotografía. Amparado por un ritmo implacable y una precisión apabullante de todos los elementos en juego.
- Como relato iniciático: cruel. Zarandeada inmisericordemente la pobre Emily. Aprenderá a fuerza de golpes (morales sobre todo). Será una enseñanza terrible y dolorosa.
- Como espectáculo norteamericano: lo más flojo. Esa historia de venganza está cogida por los pelos y se embarra en el tópico más prescindible (el de la hijita querida).
- Forma: una liturgia de coches y helicópteros; un ornato de desiertos y ciudades. Pompa y boato. Gestos, miradas y tramas. Todo está detrás, al fondo, en la sombra, acechando.
- Fondo: una reflexión desoladora sobre un mundo, el nuestro, a la vuelta de la esquina, sin ley ni reglas.
- Denuncia: se queda muy corta. Se apunta a la connivencia de los USA con un orden corrupto que les permite mantener el statu quo. Ese que le abastece a, para empezar a hablar, un 20% de su población. Pero, como era previsible, obviamente, no se apunta más alto, a los verdaderos alentadores, directa o indirectamente, de este gran negocio, a los principales propiciadores de que siga en plenitud hoy día, en todo lo alto. Es decir, todo ese entramado económico del primer mundo (USA está en la cumbre, aunque ni mucho menos solo, el juego y su oprobio es mundial), dícese de políticos-bancos-grandes corporaciones y cía que, en el mejor de los casos, más bien raros, miran para otro lado, se benefician de toda esa barbarie, a costa, como siempre, de miles de cadáveres que no importan a nadie (salvo, se supone, a sus familias), de los que nadie hablará cuando hayan muerto, no saldrán casualmente en las noticias, no tendrán pancartas, protestas ni un minuto de silencio, nada de dinero público, nadie dirá nada, todos callarán como putas, bajas pobres en una guerra que tiene más que ver con las escalas sociales, las jerarquías depredadoras y todas las formas de poder conocidas que con fronteras, países o demás fachadas o adornos de un problema tan evidente como irresoluble (ni siquiera se plantean legalizar y controlar su venta, cuando parece claro que sería la forma más sencilla de acabar con el submundo terrorífico que aquí se muestra, ni lo contrario tampoco: ir de verdad a por esos distribuidores que tan bien conocen, que saben donde viven, pues no, ni lo uno ni lo otro, ni joden ni dejan joder, el perro del hortelano).
- México: en el imaginario occidental, muy especialmente entre sus vecinos del norte, se ha convertido (lo mismo que los yihadistas que vienen de Oriente, el famoso estado islámico) en el corazón de las tinieblas; ese mal puro y abismal, insondable y aterrador que coloniza/invade nuestras pesadillas. Un lugar donde la violencia es tan constante y exagerada que resulta inasumible para los bien pensantes que se hacen los despistados, tan sorprendidos y escandalizados. El hermano humilde que nos hace el trabajo sucio y que cuando se pone bravo hay que ir a su casa a llamarle la atención, que no ponga la música tan alta que nos molesta, que sea, por favor, un poco más callado y discreto. Ellos deben poner los muertos. Que no nos los traigan aquí, ni se les ocurra, a nuestras bellas y privilegiadas vidas (las de los amigos americanos que manejan, más que menos, nuestro destino con tanta desgana y rutina), eso es de mal gusto, hace muy feo cuando llegan las visitas, mucho mejor lejos, o debajo de la alfombra. El África negra de Conrad ha mutado y se ha vuelto chingona.
- Como historia metafísica: hay un claro intento de trascender. Hay mucha ambición. Se pretende palpar el fondo oscuro de la bestia; las entrañas/babas del diablo. Lo mismo que el desconsuelo perfecto, el definitivo y sin remedio, el que consiste en conocer mecanismo de la realidad, tan perverso; esas (falta de) reglas de las que habla Benicio, ese silencio indefenso ante unos intereses que no tienen límite ni medida, pura avaricia transformada en horror.
Bueno. El diagnóstico final, una vez abierto el cuerpo muerto por las manos expertas del forense, podría ser algo como así tal vez: película con hechuras de grandeza, con alma tentacular, generosa, hermosa, muy interesante que, debido a los fines comerciales y, relacionado con ello, su afán de no salirse de madre (el dinero de la "industria" del cine, el que lo financia/patrocina/perpetra/posibilita, es hermano gemelo del otro dinero, del gran dinero, del sucio, del que nadie quiere saber nada) se queda desgraciadamente a la mitad del camino; limada, licuada, enmascarada/disimulada a través de ciertos lugares comunes y las convenciones de un tipo de cine intelectualmente romo y nada peliagudo, aseado, bastante inofensivo. De ahí que sea un monstruo de dos cabezas, un siamés enrevesado, picassiano, tanto feroz retrato del sistema, del siniestro estado actual del mundo, en su vertiente más salvaje y sin escrúpulos, como amaestrado producto sostenido por unos códigos "aceptables", sin peligro ninguno.
Me gustó, me entretuvo, me confundió, me perdí, me encontré. Pero yo quería mucho más. Y no me lo dieron. Las quejas al maestro armero. Casi que me quedé como Kate (vaya papel más difícil, toda la peli padeciendo cochinamente), perdido, sin suelo ni horizonte, ahíto de una información quizás demasiado fofa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de diciembre de 2015
23 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Denis Villeneuve rodó muy pronto una obra maestra (Incendies) y pese a ello y aunque la considero su mejor película, en obras posteriores ha seguido manteniendo un nivel notable, que hace que cada film suyo, sea una cita obligada. Pese a las alabanzas, considero "Sicario" su primera decepción, que ojalá sea la única en lo que nos espera de aquí en adelante en su filmografía. Intento fallido de evocar la tensión de "Prisioneros" y la atmósfera de "Enemy", en un espectador que tiene durante el metraje la misma cara que su protagonista (Emily Blunt) de "qué estoy haciendo aquí, cual es el objetivo, que alguien me explique que está pasando". Inmersa en una narración errática y sin prácticamente elocuencia, nos acerca una historia de carteles de drogas, intereses "ocultos" americanos y gente corrupta contada mil veces y mejor.

Cuenta una potente fotografía y puesta en escena, al igual que su BSO, aunque en ocasiones parece que esta sobrepase a lo que acompaña y no le pegue del todo. Un halo de duda que rodea todo y que no engancha, siendo lo mejor el papel de Benicio, aunque le falte profundidad, le sobren ínfulas de misterio y se vuelque todo demasiado en su personaje, sin tener tampoco excesiva sustancia. Menos aún tienen cosas como las sub-tramas del policía del bar o sobre todo, la del policía del niño que jugaba a fútbol, a la que se la da una especial importancia y que haya una empatía nula por la misma, pasando, como casi todo lo que sucede, sin pena ni gloria.

No consigo ver nada especial en ella. Quizá, pese a su simpleza y fallos, si me hubiera capturado su atmósfera y ritmo narrativo, mi opinión variaría, pero ni tan siquiera me ha cautivado ese recurso que en otras películas sí le ha funcionado. Pese a todos los palos y quedar muy lejos de lo que podría esperarse, aprueba, aunque muy generosamente por los pelos.
Turbolover1984
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de noviembre de 2015
23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigo pensando que "Incendies" es la gran película de Villeneuve porque reúne todo su poderío visual en armas de un guión complejo y creativo, pero con el resto de su obra, siento que se queda a medio camino en algún que otro aspecto. No por ello, vamos a desdeñar la calidad de Denis y el buen sabor de boca que dejan todas sus producciones, situando a "Sicario" por encima de la media anual.

Ocurre que uno lleva altas pretensiones a la sala y eso siempre juega una mala baza en el resultado final. Tratándose además de una mezcla tan explosiva como crimen, drogas y el escenario fronterizo norteamericano, el listón prácticamente se pone por las nubes. Es por ello que "Traffic" en su estructura argumental me resulta mucho más completa, -a pesar del malogrado Soderbergh-, abordando a todo nivel las diversas cuestiones que ofrece la materia. Aquí solo vemos la punta del iceberg de las causas y consecuencias del escenario de Ciudad de Juárez, resumiendo todo a una historia de venganza. Que soberbia obra maestra hubiese dejado Villeneuve rodando la cinta del 2000.

Y es que el director canadiense tiene mucha mano. Simulando y mejorando la acción desarrollada por Kathryn Bigelowen en "Zero Dark Thirty" (2012) por un manejo del ritmo superior, es capaz de hacernos mascar la tensión a través del objetivo disfrutando del suspense a cada segundo y de los planos subjetivos en interiores. Su principal problema reside en los fines que persigue y en el bajo nivel desarrollado en ciertos personajes, que te hacen preguntarte seriamente por qué están ahí y qué es lo que hacen. Menos mal que a última hora siempre llega a tiempo Benicio del Toro para demostrar una vez más, que es la máxima autoridad a las dos orillas del séptimo arte.
Cineaste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 38 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow