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Sin ley ni esperanza

Western El 7 de septiembre de 1876, los famosos forajidos Cole Younger y Jesse James atracan el banco de Northfiel, en Minnesota, el más grande al oeste del Mississippi. Pero nada sale según lo previsto. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2008
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la mitología inherente a leyendas del far west, son muchos los bandidos y forajidos que han trasladado sus hazañas a la pantalla, tal es el fecundado caso de Jesse James y Cole Younger cuya famosa banda realizó innumerables fechorías destacando por su audacia y notoriedad en robos a bancos y trenes, unos sucesos a los que el cine ha prestado especial importancia en su particular recorrido del género.

Sin ley ni esperanza es una extraña y algo irregular cinta dirigida con energía por Philip Kaufman, un director de carrera interesante que coqueteó con el western en esta y en El fuera de la ley, film que empezó a dirigir pero que al final pasó a manos maestras del gran Clint Eastwood, quedando Kaufman en tareas de guionista, aquí alterna ambas facetas para desarrollar el sonado atraco al banco más grande en Northfield, Minnesota por el grupo de Outlaw compuestos por los hermanos James y Younger entre otros, pero lo hace desde la perspectiva de Cole Younger como antihéroe romántico e inteligente que rivaliza con las maneras de un Jesse James violento, cruel y despiadado.

La película se ajusta a la moda imperante del western moderno y hiperrealista de los años 70, con dosis de violencia y cierta desmitificación de los sucesos, alternándolos con pinceladas de humor y distanciamiento generalizado, sobresaliendo un formidable Cliff Robertson en el pellejo de Cole y un avispado Robert Duvall en el del iconográfico Jesse, un rol nada que ver con otras incorporaciones mucho más poéticas del legendario forajido.

The great Northfield Minnesota raid (en su título original) es un film seco, áspero y competente, al que le faltan ciertos detalles por pulir para acabar de ser memorable pero que se visiona con especial interés y atractivo.

LO MEJOR: Cliff Robertson, el galardonado actor de Charly logra un criminal con el que resulta fácil simpatizar, una actuación comedida y muy respetable. Ciertos detalles de la propia evolución histórica americana, la amenaza de un capitalismo atroz opuesto a la tranquilidad rural pisoteada por los unionistas, así como la aparición del beisbol como deporte nacional.

LO PEOR: Cojea en cuanto al escaso calado de la historia y no está a la altura de otras revisitaciones más ilustres como la soberbia Forajidos de leyenda de Walter Hill (1980) o La verdadera historia de Jesse james orquestada en 1957 por el genuino Nicholas Ray.
deivi
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23 de julio de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
1972 puede ser recordado como el año de la pesadilla Olimpica en Munich tras el secuestro y asesinato de miembros del equipo olímpico israeli por guerilleros palestinos en un emorme y trágico despliege policial.
Los aficionados al futbol rescataran el triunfo de la selección alemana de los Beckenbauer, Heynckens, etc..en la eurocopa de naciones celebrada en Bélgica. También puede ser evocado 1972 como el año que recibio el premio nobel de literatura Heinrich Böll o como la guerra fría era simbolizada en un tablero de ajedrez donde Bobby Fischer y Boris Spaski disputaban el campeonato del mundo.
A grán escala nos encontramos en la presidencia de los EE.UU a Richard Nixón, que meses despues se vera implicado en el escandalo de Watergate. 1972 es el año de la supresión del autogobierno de Irlanda del Norte por el Reino Unido y el llamado Domingo sangriento en las calles de Derry tras protestas contra la política de internamiento de presos sin juicio. 1972 es uno de los últimos años del lider comunista chino Mao Zedung. Francisco Franco en España, Salvador Allende en Chile y el papado de Pablo VI en el Vaticano.
En materia cinematográfica, sin duda fue un excelente año con títulos míticos como "El padrino" y "Cabaret", dos de las mejores pélículas de toda la historia del cine. 1972 fue un año de importantes y bellos western como "Las Aventuras de Jeremias Jhonson" y "La Venganza de Ulzana". Soberbias cintas como " El juez de la horca" de J.Huston y meritorias como " Joe Kidd e Infierno de Cobardes de Clint Eastwood. A estas , sin duda añadiría esta notable cinta de Philip Kaufman " Sin ley ni esperanza" con una interpretación sobresaliente de Cliff Robertson.

1972 sera recordado por el que escribe como un año de notabilísimos westerns y el año que me cayo una radio en la cabeza que casi me la parte, interviniendo los cirujanos en la reparación de la misma. Cuentan que sagraba a chorros.
Quiza sea el año 1972 donde perdi la cabeza......Disculpen este rollazo de ejercicio de memoria.
Tirso
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31 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es diferente y atractiva, por lo breve y por lo rudo de unos bandidos de pelo largo que no se afeitan ni se dan un baño nunca. Los forajidos que surgieron tras esa guerra civil que dividió el país tienen las cosas claras, se posicionan en contra de aquellos que los han situado al margen de la ley y son fieles a sus ideas. El ferrocarril es el símbolo contra el que luchan, como los banqueros que traen especulación capitalista cuando antes había altruismo y libertad, todo es culpa de los yankees que acabaron con todo lo que echan de menos. Y entre ellos no hay la mala leche de los que se dedican a atracar bancos por vocación, ellos van a por la pasta por necesidad y por el imperativo de sus circunstancias, así que el mero hecho de idear el asalto a un banco a cientos de millas de sus hogares supone un aliciente por el golpe, no por el dinero.

Lo que increíblemente me gusta de este western es su título mal traducido al castellano, por una vez esa falta de respeto al título original me parece acertada, ya que son gente a los que la ley no les importa un carajo y cuyo futuro no es muy alentador. La Historia, con mayúsculas, habla muy clarito del final de Jesse James, ahí está, pero a su lado, antes de vivir al margen de la ley, pegando tiros juntos durante muchos años, los hermanos Younger formaron parte de ese grupo que atemorizó a la nueva ola de yankees. Este western es un buen homenaje a Cole Younger, igual de carismático que James pero con un punto más de simpatía. El verdadero protagonista, interpretado con brillantez por Cliff Robertson, es el hilo conductor de un western que, para como estaban los años 70, es un título muy a tener en cuenta.
Luisito
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11 de septiembre de 2022
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Acostumbrados como estamos a hablar siempre de la banda de los James, se nos olvida que en la misma estaban también enrolados los hermanos Younger. Numéricamente más importantes al contar con Cole, Jim, John y Bob Younger, frente a Jesse y Frank James.
La cinta presenta la originalidad de centrarse mucho más en Cole (Robertson) que en Jesse (Duvall).
Estamos al final del verano de 1876 en plenas celebraciones del I Centenario de la constitución de EEUU, cuando ya circulan por las calles vehículos a motor y el béisbol se está imponiendo como un deporte de masas.
Malos tiempos para todos. La crisis económica de 1873 se tradujo en una gran desconfianza hacia los bancos, las plagas de langosta de 1874 arruinaron a los campesinos y los tendidos de ferrocarril terminaron de expulsar a muchos propietarios de sus tierras. Todo ello, unido a la depresión que se extendió en la antigua Confederación, hizo que antiguos combatientes se dedicaran al bandidaje.
Es lo que ocurre con la banda de Cole y de Jesse, perseguida por las autoridades y por un mafioso Alan Pinkerton, pero aclamada por las gentes del Sur. Y es que "Un forajido siempre debe estar dispuesto a ayudar a los demás". Por cierto, rechazan el tópico de la matanza de Lawrence (1863) a las órdenes de Qantrill.
Historia vista ya muchas veces pero tratada desde un nuevo punto de vista, el de los Younger.
Guion interesante desarrollado con una dirección un tanto irregular centrada principalmente en Cole. Un hombre que responde bastante al estereotipo de bandido generoso, astuto también, con algunos enfrentamientos tácticos con Jesse cuya personalidad queda más en penumbra.
Acción constante pero con algunos altibajos en el ritmo. Buenas interpretaciones tanto de los protagonistas como de los actores de reparto, entre los encontramos al siempre enigmático Cook Jr. en el papel de empleado de banco o de Dano en el del loco Gustafson.
Buena ambientación general y excelentes tiroteos. Interesantes referencias de medicina popular que dejamos en spoiler.
A destacar el guiño al cuadro mal colocado con la frase bíblica que años después enderezará Jesse, o el baile con las furcias la víspera del famoso atraco al First Nacional Bank de Northield (Minnesota) el 7 de septiembre de 1876 con el que concluye la película.
El final de Jesse es bien conocido, no tanto el de Cole que, tras pasar muchos años en prisión, dedicó los últimos de su vida a recrear en espectáculos el mundo de Oeste junto a Frank James y a escribir sus memorias.
Cinta interesante y poco vista que merece una revisión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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