6 horas.
6 horas viendo a un tipo depresivo y sin gracia lamentar la pérdida de su mujer y amargando a los demás.

Soy bastante fan de Ricky Gervais y me he partido de risa con su icónica The Office, sus monólogos Stand Up, entre otras varias cosas.

Pero esto no. Esta serie no hay por dónde cogerla.
Tal vez hubiese funcionado como película de hora y media, pero esta serie, a priori corta, se acaba haciendo eterna. Es una losa sin rumbo y que su único objetivo es acabar amargándote igual que su protagonista.

No me funciona ni como drama ni como comedia. Las partes dramáticas siempre se basan en ver vídeos de la mujer fallecida y las partes de comedia requieren ir a lo vulgar para intentar hacer gracia, el único personaje con el que me reí un poco es el psicólogo, el resto no hay nada que salvar.

Parece que la serie esta ha tenido buena acogida pero después de ver las 2 temporadas, la segunda ya sin ganas prácticamente, veo que esto no va a ninguna parte. Tampoco se la recomendaría a alguien estos días de confinamiento, donde apetece ver algo con más vida y que te haga reír.

Incluso Derek, de Gervais también, tenía un puntito dramático pero estaba mucho mejor llevado todo.

Lo mejor: algunos diálogos con el psicólogo son divertidos.

Lo peor: rutinaria, cansina y tremendamente aburrida. Otra demostración de que no siempre hace falta convertirlo todo en una serie.