Anonymous es una película histórica más que interesante si, como digo en el título de mi crítica, dejamos de lado el rigor histórico y dejamos que Emmerich nos sumerja en su trama de intriga política que tiene más de ficción que de realidad.

Si somos capaces de aceptar esta premisa disfrutaremos de un logrado ambiente isabelino, una más que aceptable intriga palaciega, una trama de amor correcta y, por encima de todo, unas representaciones de las obras de Shakespeare (en especial el famoso discurso de San Crispín en Enrique V) que atrapan y te hacen dudar de que el director sea ese alemán que sólo hace cine comercial y al que todos los gafapastas odian (aunque hayan visto toda su filmografía y en el fondo les guste "Independence Day", "Godzilla", "El día de mañana" o "2012"; o al menos alguna de ellas).

La otra gran sorpresa de la película está en la soberbia actuación de Rhys Ifans, que lo hace igual de bien con la espada en la mano o los dedos manchados de tinta y le da un discurso a su mujer con el que realmente te llegas a creer que el conde de Oxford estaba detrás de Shakespeare.

En el lado negativo debo señalar que los demás actores están simplemente pasables, lo que aún acentúa más la gran interpretación de Ifans, y que el principio de la película puede llegar a ser confuso debido a la inexplicable necesidad de presentarla como un gigantesco flashback de su personaje más anodino, Benjamin Jonson.

Así que en definitiva Anonymous es una buena película de época, con una correcta mezcla de intriga y cine histórico; además de un sentido homenaje al teatro.

Nota final: 6.2