Aun estoy exhausta de la maravilla de película que acabo de presenciar a todos los niveles, de las que te remueven por dentro y te roban las lágrimas de rabia e impotencia.
Que difícil es ser mujer en un país como Argelia, donde parece ser que sólo sirves para estar en casa y complacer a tu marido, y si sales a la calle, bien tapadita, es un horror la fuerza sobre humana que tiene la religión.
Esta película te muestra a mujeres luchadoras, que quieren ir contracorriente y sobretodo poder vivir y disfrutar de la libertad que se merecen como personas.
Su nivel técnico y fotografía es exquisita, llena de detalles y colores que la vuelven mágica.
Y sus interpretaciones, tan reales como la vida misma.
Altamente recomendable.