Como ya he dicho, se abre la veda:

1. La escena del baile en las escaleras, homenaje a Jerry Lewis en Cinderella Man (que vendría a ser el Murray Franklin de Rupert en el Rey de la Comedia). El estilo Michael Jackson de sus pasos podría ser una referencia freudiana a la infancia de Arthur, marcada, al igual que la de Jacko, por los abusos y maltratos de sus padres.

2. La misma escena de Arthur pero al comienzo de la cinta, subiendo esas misma escaleras, podría ser una metáfora existencialista del Mito de Sísifo según Albert Camus. De hecho, la imagen se completa con ambas escenas: primero, Arthur sube la montaña arrastrando su piedra (representada aquí por su bolsa de medicamentos para mantenerlo 'cuerdo') triste, pensativo y cabizbajo. Luego, cuando la roca rueda montaña abajo, también él desciende de la cima contento y feliz, por fin es consciente de sí mismo y acepta su existencia tal y como es.

3. El gag final corriendo de un lado a otro por el pasillo del psiquiátrico es el ejemplo visual perfecto de que drama y comedia son la misma cosa, todo depende de la intención narrativa. El trastorno 'llanto-risa' que padece Arthur nos lo está diciendo desde el comienzo de la película.

4. Puede que Arthur Fleck y Bruce Wayne no sean hermanos de sangre, pero el Joker y Batman sí son hermanos catárticos. Ambos han nacido casi de forma simultánea bajo el mismo caos. El paradigma del bien y el mal, representado con el binomio superhéroe / villano emergen como diferentes respuestas a una misma situación. ¡Viva la dualidad!

5. Cameos anacrónicos en bares de Stand-up.

6. El gesto de dispararse a la cabeza con los dedos, guiño a Taxi Driver.

7. La escena de la muerte de los padres de Bruce Wayne recuerda mucho a la del Batman de Tim Burton.