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España España · MADRID
Voto de Spark:
8
Drama. Aventuras. Thriller El Apolo XIII inicia su viaje a la Luna en abril de 1970. Cuando está a punto de llegar a su destino, se produce una explosión en el espacio que les hace perder oxígeno y, además, cambia el rumbo de la nave. La situación de los tripulantes se hace desesperada cuando el oxígeno empieza a agotarse. Mientras tanto, el mundo entero vive pendiente del desenlace de tan angustiosa aventura. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante una de las mejores cintas de los años 90 (quizás no entre dentro del Top 10 general (ni en mi caso particular tampoco) pero sí dentro de las mejores 20 películas de los 90) y la que es a mi entender el mejor exponente del cine espacial de todos los tiempos (sí, por encima incluso de "2001, odisea en el espacio" (1968), "Interstellar" (2014), "Gravity" (2014) o "Alien, el octavo pasajero" (1979)): un relato basado en hechos reales que nos expone las desventuras que tuvieron que padecer, y los obstáculos con los que tuvieron que lidiar, en la NASA cuando una misión espacial tripulada a la luna sufre un fallo mecánico y estructural muy grave.

La temática de "Apolo 13" ya es de por sí potente, pero es que el guión de William Broyles Jr. y Al Reinert (basado a su vez en la novela escrita por los astronautas de la fallida misión) lo adapta a la pantalla con un mimo y una vehemencia atrapantes y edificantes a partes iguales. Desde la emoción por pisar el satélite blanco y observar la Tierra a tan asombrosa distancia (ojo al tremendo gusto de cierta secuencia ensoñadora), pasando por la pasión para hacer ese sueño realidad, por el pilar fundamental del apoyo y la comprensión familiar... y llegando al absoluto terror cuando los fallos se van magnificando, y a las maquinaciones y estrategias para sobrevivir y poder realizar una labor de supervivencia y rescate colosales. Todo en "Apolo 13" se nos relata con una erudición técnica tan excelsa como loable (ojo que hasta los ingenieros pueden perderse en el complejo juego de tecnologías, lo digo tras haber visto el film por segunda vez con un ingeniero aeronáutico a mi lado... que por cierto se emocionó tremendamente en los minutos finales del film), y con un empuje humano cómplice hasta las máximas cotas. Y es que "Apolo 13", sin perder un ápice de fidedignidad, no aburre en un solo segundo gracias a su medido pulso narrativo (el habilidoso movimiento entre el efectismo dramático y los lances de investigación y desarrollo resulta de una pericia triunfal). Su historia nos capta sin remedio y nos hace emocionarnos con ella de todas las formas posibles.

La puesta en escena además supone una bella ilustración. Los efectos visuales son impecables (y esto tiene más mérito siendo el film de 1995 y no de 2020 precisamente) tanto dentro como fuera de esa ruinosa cápsula y de ese improvisado salvavidas que es el módulo lunar. La fotografía no hace alardes plásticos en sus filtros, pero sin embargo Howard aporta una serie de encuadres majestuosos (y no solo en la mentada secuencia de ensoñación que es de una elegancia irrepetible, también en unos sencillos cenitales o planos cerrados en una NASA cada vez más asfixiante tanto argumental como visualmente) y aunque prime el plano/contraplano (usual pero acertado siempre) el director de Oklahoma demuestra una pericia depurada. La banda sonora es notable (que no sobresaliente e hipnótica) y realza el relato cuando lo pide. Y las interpretaciones por su parte son loables: poco se puede decir ya a estas alturas de Tom Hanks que vuelve a ser de nuevo un líder cabal y carismático al que no le hace falta demostrar su autoridad para ganársela (lo hizo en "Salvar al soldado Ryan" (1998) y lo hizo en "La milla verde" (1999)... pero lo hizo antes aquí) y que posee un toque de sutil pero incontable humanidad. El resto del reparto es secundario pero aporta la naturalidad demandada a sus roles (destaco a Gary Sinise que este rol es la amistad personificada, a un siempre solvente Ed Harris como director de orquesta en Tierra y a una infravalorada Kathleen Quinlan que se acerca a la audiencia con aun más inmediatez (que ya es decir) que el resto del elenco).

Así pues estamos ante un largo no solo distraído, sino enérgico, robusto, agitado, palpitante, sentimental y hasta escalofriante. Muy muy recomendable a todo tipo de público, e indispensable a todo cinéfilo y a todo amante de las odas espaciales. Se ha ganado un puesto en mi videoteca, pues aguanta múltiples revisiones.

Lo mejor: Serían muchas cosas, pero me quedo con la dirección de todo el conjunto por parte de Ron Howard.
Lo peor: Que el público general puede perderse en algunos puntos con el atracón de aspectos técnicos que sueltan los personajes en sus frases, pero por fortuna esta proliferación no se da en exceso pues la cinta sabe medirse muy bien entre los recursos de ficción y el realismo homogéneo.
Spark
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