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España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
7
Drama. Thriller Léon Okrasa tiene 40 años. Vive en una pequeña población a las afueras de una ciudad de Polonia, donde trabaja en el crematorio de un hospital. En su pasado, ha sido testigo de una violación brutal. La víctima, Anna, ahora con 30 años, es enfermera en el mismo hospital que Léon y vive no lejos de él. Léon pasa mucho tiempo observando a Anna, hasta la obsesión. ¿Por qué? (FILMAFFINITY)
15 de noviembre de 2009
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un hombre solitario, con un trabajo duro y silencioso, de olor penetrante y nauseabundo. Tiene una casa con una anciana en su interior a la que cuidar. Hay una valla. Hay una habitación al otro lado de la valla. Una mujer vive en esa habitación. Él mira desde la casa a través de la valla a la habitación donde la encuentra a ella. La soledad puede considerarse más absoluta cuando la anciana ya no está. Es cuando Léon muerde a su presa y rechaza la lógica para adentrarse en ese lugar prohibido para él. La noche se convierte en testigo de las incursiones en la habitación de Anna, donde ella duerme profundamente drogada y él se convierte en el amante silencioso que arrebata su intimidad para generar lo que él encontrará como el primer placer de toda una vida. Las noches las roba para tener una vida juntos, una relación que sólo conoce uno de ellos. El hombre que simplemente observaba se convierte en protagonista para tocar su cielo metido de lleno en una infernal farsa que le hace sentir persona. Su amor por Anna le hace traspasar límites personales que a simple vista le convierten en un enfermo. No existe la comprensión. No se cree en el amor. No hay perdón. Es un modo de ver los sucesos.

Léon es un hombre solitario. No es fácil imaginar quién dio primero la espalda al contacto, las circunstancias o él mismo. Si una vez hubo un pacto sobre las reglas de cómo disfrutar la vida, él nunca fue avisado para presenciarlo. Lo desconoce, crea sus pautas de la nada. Tiene su casa, con la valla cercana, la habitación al otro lado donde ella tiene creado un mundo propio, un hogar. Él conoce que el amor es una atención. Sólo espera a que su amada duerma para atravesar la ventana y cuidar de ella en silencio. Cada noche es más larga, más cercana, crece la confianza en sí mismo, aparece el contacto, evoluciona la relación... y ella duerme. Cuatro noches que generan una sensación de alivio y calma en la situación más peligrosa de su vida. La reina de sus sueños le hace feliz sin mediar palabra, sin mirarle, sin conocer su existencia. Acepta, asume lo que resulta su más tierna y desinteresada relación. Sólo queda tristeza. Sólo queda amor escondido y nunca compartido. Sólo queda que amanezca de nuevo. Es otro modo de ver los sucesos.


Los sucesos se convierten en extremos, porque durante las oscuras noches, Léon Okrasa hizo mella en nuestra razón, no juzgamos, contemplamos, nos entristecemos por lo que ocurre, sólo lo hizo por amor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mnemea
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