Aunque hay algo en la película que no me la hace creíble, o ¿si?
Estamos de acuerdo en el retardo de Okrasa, pero eso de que entre y salga de la habitación de Anna como Pedro por su casa, pues como que no, ¿no?, y más con el grado de pastosidad con el que se mueve, que si ahora me resbalo, que si ahora me caigo, que si tropiezo, bueno, a Léon vamos a perdonarle todo porque si, y punto.
Anna duerme como un lirón, si, que esta drogada con las pastillas para dormir de la abuela de Léon que en paz descanse, pues si, pero aún así me parece que esta chica tiene un sueño muy profundo, ¿no?
Léon brinda desde la oscuridad de su casa mientras Anna y sus amigos celebran su cumpleaños, posteriormente Léon entra, come, bebe, le pone el anillo, se le cae, se duerme, Anna se despierta por la mañana, y Léon observa inmóvil mientras una araña zancuda se pasea delante de sus narices y le sube por la corbata como Anna se viste y se va a trabajar.
Es lo que tiene la genialidad, que hace que situaciones increíbles degeneren en una gran obra, desde luego no apta para todos los públicos, sólo para públicos muy exigentes.
Señoras y señores, esto es cine: saber mover una cámara, saber usar la iluminación y saber sacar el máximo partido de una interpretación.
El amor lo mueve todo en este mundo, y sino miren a Léon Okrasa, miren de lo que es capaz, aunque, ¿alguien puede explicarme porqué hace un agujero cuadrado con la motosierra en la casa de madera e inserta una ventana de aluminio blanco? ¿Es otra genialidad?