El asesino de los caprichos

Argumento con fallos, poco conjuntado, los personajes mal presentados, no se entiende porque son o hacen las cosas, apenas se les llega a conocer, no se aprovecha la química que podría haber entre la pareja protagonista.
Aún así, es una peli entretenida.

Y es que este tipo de películas, thriller, suspense, terror, ya no tienen que ser siempre una referencia USA, británica o francesa. Tenemos ya muchos ejemplos de cine español digno que puede encuadrarse en esta sección que antes rara vez nos ocupaba y es fácil contabilizar al menos 10 películas notables por año que puedan ocupar este rango.

Si hay algún director español que puede ser considerado como un artesano del cine, en el sentido que tenían los grandes directores de los 40 y 50 en Hollywood, ese es Gerardo Herrero. Si bien esta no es, ni de lejos, una de sus mejores películas, sí que es capaz de dotarla de ritmo y solventa un guión más bien flojo y con diálogos forzados y estereotipados con una pareja de protagonistas que funciona bastante bien. También los secundarios están a la altura, y es que hablamos de Verdú, Garrido, Grao, Álamo, Gabriel, García Millán... Muchas tablas, mucho talento.

Con todo, el elenco se ve atrapado por esa debilidad en el guión y aunque la película se sigue con interés y no se adivina la resolución de los crímenes aunque se pueda intuir, hay momentos en que se hace muy evidente que le falta sustento a la historia. No obstante, es cine español de género y eso ya tiene un cierto mérito para mí.

Esta película es la definición de thriller.
Tiene un reparto maravilloso que sostiene la película con sus grandísimas interpretaciones, destacando a Maribel Verdú y Aura Garrido, quienes nos dan un trabajo simplemente maravilloso en lo interpretativo.
Tiene una fotografía muy bien trabajada, casi tanto como un cuadro de un gran pintor, como por ejemplo Goya.
Tiene un ritmo muy apropiado que te tiene al borde del asiento (o del sofá si la has alquilado en filmin) durante todo el metraje de esta obra.
Tiene una trama interesante, que aunque en su recta final flojea y desperdicia un poco bastante sus cartas en un desenlace algo apresurado para mi gusto (le habría dado 20 minutos más de metraje), sí está bien escrita y logra resultar intrigante para el público, simplemente su recta final desentona un poco con el entramado que veníamos construyendo no teniendo tanto impacto las cosas como deberían tener.

En definitiva, es una película bien construida y con unos valores de producción maravillosos (costó unos 2,7 millones) que hacen que luzca como una auténtica superproducción de hollywood de las de 30 millones. Es un thriller funcional, que es inmensamente interesante durante todo el visionado y con unos personajes inmensamente interesantes gracias al trabajo, sobre todo de Aura Garrido y Maribel Verdú. Es una película que deberíais ver en filmin, no es perfecta pero sí es una buena película con todas las letras.

"El asesino de los caprichos" está hecha con oficio. Bien rodada, no abusa de su metraje y tiene un reparto escogido con mucha inteligencia. No obstante, lo curioso es que en esa frialdad termina siendo una cinta muy indolora en cuanto a estilo, sin ningún rasgo propio en su puesta en escena que pudiera deparar momentos memorables. Cuestión inquietante si se tiene en cuenta que la premisa es un asesino en serio que está recreando los Caprichos de Francisco de Goya con víctimas de la alta sociedad madrileña.

Y, además, contaba con los dos mejores ingredientes posibles. A Maribel Verdú y Aura Garrido cualquier audiencia se las cree siempre. Como de forma atinada ha dicho alguna crítica precedente, el personaje de Verdú parece hermanado con Germán Areta, aquel desengañado y sagaz detective que veíamos en "El crack". Una antiheroína desengañada que sabe lo corrupto que está el asunto, aunque ella también tiene sus propios cadáveres en el armario.

Peor es la papeleta que resuelve muy bien Garrido, pues la subinspectora está salpicada de tópicos que salva ella con su carisma y talento. No es solamente en su rol, varios de los diálogos suenan a manidos, en una investigación correcta, pero a la que le falta creérselo. Jugar a ser Agatha Christie con todas las consecuencias, buscando más giros, si bien hay alguna secuencia de mérito como la persecución en el Barrio de Salamanca.

Con todo, me gusta es noir español sin olor a garbanzo, pero con toques autóctonos. Esa descreimiento que trasmiten personajes como el de Roberto Álamo. Los años de crisis y tejemanejes políticos parece animar a la ficción a crear esas atmósferas.

Solamente hace falta creérselo. A soñar, incluso ideas negras y desastres, como hizo don Francisco.

No copia al gran cine de género francés, pero se deja envolver por una atmósfera muy conseguida. El personaje de la mujer policía bebedora, fumadora y folladora es un brillante modelo femenino del poli al que estamos acostumbrados. Por cierto, muy bien interpretado por Maribel Verdú.
La fotografía y la música, coronan de gloria una trama con altibajos y un desenlace discutible más ideológica que estéticamente.
Pero en líneas generales me parece una película recomendable con excelentes interpretaciones masculinas en breves pero sustanciosos personajes.
El personaje de Aura Garrido no lo veo, lo encuentro muy forzado y peor interpretado.
Con luces y sombras, se llega al final con bastante interés, y lo digo desde la "pesada" experiencia personal como amante del género negro en cine y literatura. Gran aliciente que se haya tirado de Goya y sus caprichos.