Historias de miedo para contar en la oscuridad

Innovadora historia escrita por Guillermo del Toro y que te mantiene en tensión durante toda la película.
Haciendo uso de sus seres monstruosos característicos y de un ingenioso relato, consigue entretener y adornar con nuevas ideas, conceptos básicos del terror magistralmente rodados. Buen film.

Presentar una película como "de los creadores de...", "una película de..." ya es una declaración de intenciones, una llamada encubierta a espectadores que fueron cautivados por alguien que tiene un cierto tirón. No es una táctica engañosa en su totalidad pero con el tiempo y la experiencia, ciertos espectadores, yo me cuento entre ellos, empiezan a sospechar de estas películas así publicitadas. Aquí, el director de otro terror meritorio, LA AUTOPSIA DE JANE DOE, se enzarza en una especie de homenaje al terror ochentero (aunque la película transcurre a finales de los años sesenta, como bien se remarca con las alusiones a Nixon y a Vietnam), con la clásica casa encantada, un pueblo del interior de EEUU celebrando la noche de Halloween y unos adolescentes con problemas con el clásico matón del instituto local. Hasta ahí, todo perfecto: me encantan estas películas de terror con todas las premisas del género puestas en la mesa. Lo malo es que hay que saber mezclarlas, hacerle llegar al espectador una idea y unos personajes que atrapen. Y aquí no se logra para nada. Hay un claro error de casting, los chavales, excepto quizás la protagonista, no dan la talla y la parte humorística no funciona en absoluto. Los sustos son previsibles, no hay historia dramática y muy poco, prácticamente nada, de suspense. Lo único salvable, quizás, es la producción, algo más solvente que la media en este género, con unos monstruos realmente trabajados. Ahí, puede ser, se ve algo la mano de Del Toro. Anecdótico ver a Dean Norris, el policía cuñado del protagonista de la mítica BREAKING BAD, en un pequeño e innecesario papel que, por otra parte, no sabemos qué aporta a la historia. Una película de miedo muy prescindible.

En 2016, el director noruego André Ovedral nos sorprendió gratamente con la cinta de terror “La autopsia de Jane Doe”. Con ella, demostró que con una sola localización, una sala de autopsias y con un reparto reducido, prácticamente en la duración de la película emplea tres actores, Brian Cox (Tommy Tiden), Emile Hirsch (Austin Tiden) como padre e hijo en el papel de forenses y Olwen Catherine Kelly (Jane Doe), se pueden hacer cosas atrayentes. Mirando un poco más hacia atrás nos encontramos con la dirección de la original “Troll Hunter” (2010).
Ovedral ha vuelto a demostrar que se mueve como pez en el agua en el género de terror y para ello en esta ocasión se ha rodeado de gente tan importante en el guion como Guillermo del Toro, el cual también partícipa en la producción y de Marcus Dunstan que ha dirigido películas tan interesantes como “The Collector” (2009) y su secuela “The Collection” (2012).
“Historias de miedo…” recopila una serie de historias góticas en la que entran a formar parte una pandilla de adolescentes que buscan aclarar el misterio que rodea a las extrañas muertes que están produciéndose en su pueblo.
Ovedral sabe combinar el terror en su argumento con unos toques de racismo e incluso de bullying que mejora con el sobresaliente trabajo realizado en el diseño de unas criaturas que verdaderamente incomodan al espectador. Consigue momentos inquietantes como la visita de la pandilla a una mansión maldita con un turbio pasado familiar.
En ciertos momentos nos recuerda a la reciente “It” de Andrés Muschietti, sobre todo en el espíritu combativo de la pandilla de amigos que luchan contra la horda de monstruos y en la parte que corresponde a la visita que hacen a la casa misteriosa como origen de la maldición.
Hay que destacar la gran labor de unos actores jóvenes que nos dan unos personajes que crean una buena empatía hacia el espectador que se traduce en que nos importe lo que sufren y lo que les pueda pasar. Alguno de ellos ya han participado en títulos de cierta importancia como Michael Garza en “Los Juegos del hambre, Sinsajo” o en la serie “Wayward Pines”, Gabriel Rush en “La cocina del infierno”, y Austin Abrams en las series “Euphoria” y “The Walking Dead”.
En definitiva, un entretenimiento asegurado con cierto tufillo a las grandes películas de serie “b” de la época ochentera aunque también a otras más cercanas como “Verano del 84” con la que guarda similitud en el uso de una pandilla de amigos adolescentes, en este caso en busca de desvelar a un asesino en serie.

Esta es una de esas películas que a simple vista pueden parecer una cosa y luego son otras. A veces a mejor y otras a peor, pero por suerte, ésta fue a mejor. Antes de verla me parecía incluso de sobremesa, de cualquier fin de semana en televisión, pero después de verla e incluso mientras tanto se nota que no lo es. No estamos ante una maravilla del terror, eso desde luego, pero se gana los puntos ella sola y se disfruta.
La historia, valga la redundancia, se divide en varias historias. Todas ellas entrelazadas y unidas entre sí, pero contadas de manera que cada personaje tenga la suya propia. Es una forma de contar varios relatos en uno solo, pero haciéndolo sentir al espectador como uno compacto. Cabe resaltar que alguna de ellas está muy chula mientras que otras, en cambio, flaquean un poco.
El ritmo es el adecuado, comportándose como una cinta de terror al uso en casi todo el metraje. El inicio, bajo mi punto de vista, no hace justicia a la cinta completa. Arranca un poco sosa, de hecho parecía tener un nivel bastante bajo, pero luego entra en materia y mejora mucho. No os dejéis engañar por sus primeros compases.
Del reparto no se puede destacar nada, la verdad. No soy muy fan de películas protagonizadas por niños o adolescentes, porque me cuesta tomármelas en serio. No obstante aquí encajan en el rol que se pedía. Pese a ello ninguno destaca ni hace gran cosa como para quedarnos con sus caras para un futuro próximo. Pasables y olvidadizos a partes iguales.
Sobre si la película da miedo o no eso ya depende de cada persona. En mi opinión debo decir que me sobresaltó un par de veces contadas, nada más. La mayoría de los 'sustos' vienen precedidos de unos instantes que te los 'anuncian', es decir, se ven venir. Es un terror al uso, común, pero que aprueba. Hay cintas mucho mejores y más efectivas, pero sabiendo el tipo de producto que es creo que convence.
En resumen ''Historias de miedo para contar en la oscuridad'' es una película entretenida y que sirve para pasar algo más de hora y media distraídos. No es la panacea, pero si no le pedís mucho quizá os pueda sorprender. La recomendaría para un rato sin nada mejor que hacer o como simple distracción.

Lo mejor: Entretiene, algunas escenas chulas y los títulos de crédito.
Lo peor: Los primeros minutos no son su punto fuerte y algunos 'sustos' son previsibles, restándole efectividad.

* Un 5 *

Pasable aunque previsible historieta de terror. Unos improvisados amiguetes se meten en la típica casa abandonada que una leyenda urbana sitúa en el eje de unos hechos luctuosos.

La verdad es que todo huele a deja vu, de nuevo, otra vez más, aludiendo al cine de miedo de los ochenta. Que si El Resplandor, que si Los chicos del Maiz, y hasta Basket Case... Nada que sorprenda, poco que asuste.

Entretiene y gracias.