Los extraños

The strangers, lamentablemente no cambia nada en este género, que no logra renovarse.
Te cuentan que es una historia real, lo cual entusiama. Pero una vez que empieza te das cuanta que mantiene las mismas ideas que se usaron , se usan y se usarán en el cine de terror, lo que hará que nunca despegue ni sea recordada.
Cumple su misión de asustarte por algunos momentos, pero nada más.
Es una pena tenía esperanzas de que fuera algo distinto.

La que me ocupa no es una película muy reseñable que digamos, al menos para quienes hayan leído su sinopsis. La historia que presenta, si bien posee una generosa dosis de tópicos, podría parecer medianamente interesante, pero es extremadamente sencilla y bastante pesada.
Una gran parte del metraje de la que se podría sacar bastante partido se pierde con planos inútiles, momentos que a mí personalmente me dejaron con cara de cuestión, momentos que todos hemos visto al menos una vez (en películas como por ejemplo Batman Begins; ¿adivinan quién es el malo del centro del cartel?) y, en resumen, elementos que no aportan prácticamente nada. Todo esto, unido a lo difícil que resulta comprender la historia, y a su gran capacidad para aburrir a cualquiera, terminan por lastrarla casi completamente.

Aunque ligeramente por encima de producciones similares (ligeramente, repito), no es ni mucho menos una película que, como digo, merezca la pena ni para una tarde de domingo.

Hay algunas películas que para funcionar bien, necesitan actores anónimos y "Los extraños" es una de ellas. Por eso el mayor error de Bryan Bertino, ha sido el poner de prota a "Arwen", vulgarmente conocida por ser la hija del cantante de Aerosmith. "Casi na pal cuerpo", como diría el hombre que soñaba con un billete y un bidón de cocaína.

El arranque es prometedor, olvidandonos de antemano que la cara que sale en todos los planos es la de la Elfa más famosa y mejor alimentada de la historia del cine. Sin recurrir a las trampas que este género nos tiene aconstumbrados, los primeros compases incluso me hacen fantasear con la posibilidad de emocionarme. Pero tras es el primer y mejor golpe de efecto, llega el declive. Apartir de ahi, Liv con su cara bonita de eterno bombóm sobreazucarado, destroza una película que de no ser por ella y por la cobardía de su director, podría haber llegado incluso a ser recordable. La niña de Steven Tyler es dulce y bonita, tiene algo especial, incluso me atrevería a decir que es la más deslumbrante, admirable y pulida colección de calorías. Pero hay algo que no es ni nunca será, actriz. Porfavor no le den más trabajo y dejenme recordarla de camino a Mordor, cabalgando junto a Hobbits y seduciendo a Aragorn, alli es donde debe permanecer y no salir nunca.

Este concepto con diferente casting y en manos de otro director, podría haber llegado a buen puerto. El encanto de lo imprevisible, de lo que no necesita un porque y de lo descorcentante que es actuar sin motivo aparente, da para mucho más que quedarse en una mala copia a la Americana de "Funny Games". Eso es lo que es. Salvando los "pequeños" detalles, de que ni la princesa que susurraba a las tortillas de patatas es Naomi Watts, ni mucho menos el inútil de Bertino es Haneke.

Este señor de Texas, Bryan Bertino autor de la realización y del guión viene a ahondar más en un cierto hartazgo conceptual y formal dentro del género de terror. Cada vez hay que escudriñar más para que los amantes de este tipo de películas encontremos riesgo, originalidad y si al menos no se tienen grandes cantidades de esto, talento en la composición de la historia tanto narrativa como visualmente. El 4 de enero llegó Rob Zombie con su Halloween que ya de por sí era un remake, en "Los extraños" nos queda la omnipotencia de los villanos y las máscaras, el 30 de noviembre del año pasado llegó "Vacancy" con la que comparte pareja en crisis encerrada con amenazas externas e imposibilidad de llamar ni de salir pitando, y el 4 de julio reciente nos llegó "Funny Games" con la que comparte, o pretende compartir, cierta entidad de la amenaza o de la violencia sin sentido. Se queda muy lejos de la obra(s) maestras de Haneke. Lo que sí tenemos es el maravilloso tópico de que siendo de noche, siendo de terror, no se ve la mayor parte del tiempo ni un carajo. Lo cual no da más miedo sino un gentil efecto rebote que se llama aburrimiento. Tenemos nuestra ración de sustos sonoros descarados, una sola mediosorpresa en todo el largometraje y la maldita sensación de que estos 3 personajes del cartel, a la sazón "los extraños" del título volverán tarde o temprano con una secuela. Liv Tyler debería seleccionar mejor dónde se mete, Scott Speedman, uno de los insufribles protas de la insufrible "Mi vida sin mí" parece que ya lo ha hecho con "Adoration" de Atom Egoyan.

...una más del montón. Parece que la industria del cine se va quedando sin ideas en este género y se dedica a hacer películas que no aportan nada nuevo.
Muchas películas de sobremesa ofrecen algo más que esta pero parece que incluir una cara bonita genera mucho dinero ya que en E.E.U.U fue bien acogida por el público.