Los pequeños Fockers

Jack Byrnes (Robert de Niro) sufriendo un amago de infarto, y haciéndose una desfibrilación casera ante la previsible tardanza de la ambulancia mientras estaba enfrascado con los meandros del árbol genealógico de la familia, llamando a su nuero Greg Focker (Ben Stiller), diciéndole que es el único al que le cuenta el incidente, que lo mantenga en secreto, y que dado su previsible cercana marcha de este mundo, se pregunta (y le pregunta) si se ve capacitado para convertirse en su sucesor como padrino de la familia, Greg tras el inicial desconcierto y embriagado por lo trascendental de tal cargo que le transmite su suegro, acepta con un Corleonesco "Si", cuelga el teléfono y envuelto en notas de música italiana, y con semblante y actitud a lo Michael Corleone sorprende y casi intimida a mujer y los 2 hijos a su regreso a la mesa familiar.

A pesar de todas las prevenciones en cuanto a que esta tercera película de la saga fuese tan solo la ultima bocanada comercial de la misma (cambio de Jay Roach a Paul Weitz – si bien es cierto que sigue como productor -, y sobre todo fría acogida critica por parte de crítica y público), que quieren que les diga, una de las escenas iniciales con Jessica Alba interpretando a una tal Andi García (con su correspondiente chiste patronímico de por medio) aplicando un tratamiento anal a un sorprendido (y "feliz") paciente, y esa introducción de por dónde van a ir los tiros comentada en el primer párrafo, me gano para la causa, abandonando ese ceño fruncido a causa de las cinéfilas prevenciones de manual, y dejándome el cuerpo libre de toda carga critica, más que dispuesto a dejarme llevar por los gags y diálogos que Mr. De Niro y Stiller (sin descartar del todo a Clive Owen) ejecutaran, teniendo la presunción de que por muy previsibles y tópicos que fuesen, merecerían mucho mas la pena que más de una y más de 2 películas alabadas por critica y publico sufridas con más frecuencia de la deseada.

Sigue en spoiler por falta de espacio:

La principal crítica que se le puede achacar a esta película es la falta de argumento, la falta de historia. Se trata de una serie de acontecimientos que no toman rumbo a ninguna parte y es imposible quedarse con una historia concreta (el clásico INTRODUCCIÓN, NUDO Y DESENLACE). Tres simples fases de las que carece esta película.
Podríamos decir que terceras partes nunca fueron buenas.

Pues ese soy yo, después de ver esta infeciosa cinta, que es de lo peorcito que nos ha dado la comedia americana en años, aunque me lo tengo bien merecido, ya que el tráiler ya avisaba de esto...

La primera parte no estuvo mal en su época, la segunda fue horrible, y esta... Pues eso, es lo peor de lo peor, porque no tiene ni argumento, hay personajes como el de Harvey Keitel que están metidos con calzador, o el de Jessica Alba, que solo está puesto para enseñar las bragas. De Niro y Stiller se pasean por la peli como si estuvieran de vacaciones, haciendo el mínimo esfuerzo en su actuación.

Entiendo que los estudios quieran hacer caja, pero como mínimo que se esfuecen un poco... Aunque vistos los 130 millones que ha recaudado en USA, no va a pasar...

Éste es un mensaje de socorro, la comedia familiar se muere, se hunde en la miseria, en un agujero del que es imposible salir. Un género tan respetado y refrescante ha perdido la gracia, secuelas, precuelas, producciones sin ninguna pretensión artística desbordan las salas de los multicines que sólo se preocupan en vender entradas y palomitas dulces.

La tercera parte de esta saga no es más que una caricatura de lo que fue la primera parte, los personajes no han sufrido evolución ninguna, los chistes se parecen a los que vimos en las dos primeras entregas... todo un despropósito. Realmente yo soy más de un humor más ácido, poniendo como referente "Happiness" de Todd Solondz pero, después de comer un Domingo una comedia plagada de gags ayuda a hacer bien la digestión...aunque en éste caso, no hay ni un gag que merezca la pena... ¿La piscina de bolas? No, eso no salva una película con Robert de Niro, Dustin Hoffman y Harvey Keitel como parte del reparto.

Ya cansa un tanto ésta secuela, y no hay duda que sus productores le han sacado dinero que da gusto. Y bueno, la misma fórmula se repite, una y otra vez, ya casi de manera mecánica y sin aportar algo nuevo e interesante. No obstante, es un lujo ver reunidos en una sola película a Stiller, De Niro, Wilson, Hoffman y demás.