Haz click aquí para copiar la URL

Liam

Drama Liverpool, años 30. Una humilde familia de irlandeses católicos consigue salir adelante con dificultades. Liam, el hijo pequeño, todavía va a la escuela. Su madre es una mujer cariñosa, y su padre es un hombre responsable, orgulloso de tener un empleo en plena depresión económica. Sus hermanos también aportan algo a los ingresos familiares. Pero, cuando la crisis llega a los muelles de Liverpool, el padre pierde el trabajo, y la familia ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
8 de julio de 2007
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Palanganas, niños que forman en el patio del colegio, castigos con una regla que se reciben con la palma de la mano abierta, la forma de los pupitres, la atemorizadora religión de otros tiempos, la opresión del alma cuando uno intuye problemas en casa y es pequeño y todo aquello le desborda, la dignidad de los padres para afrontar esos problemas, el deseo de lo que no se tiene, los desnudos vistos por los ojos de un niño y otros muchos detalles. Todo se me hace cercano y no creo que sea simplemente por eso por lo que la película me ha gustado, si no por unas actuaciones magníficas (Megan Burns gano por esta película el premio a la mejor actriz en el Festival de Venecia) y una historia sugerente.

Familia de irlandeses católicos que partiendo de una economía humilde pero suficiente, se ve sumergida en la espiral de la crisis económica con todo lo que ello conlleva. Es curioso como en este escenario, el Liverpool de los años 30, ante la dureza de la situación, ante la carestía de todo, encuentra, igual que ocurrió en la Alemania Nazi, su caldo de cultivo las corrientes fascistas. Recordar el paro tan enorme que soportó Alemania tras la crisis del 29 y que propició que un partido tan minoritario como el de Hitler ganara las elecciones por mayoría absoluta. Desde el exterior, hubo una época en la que se siguió con admiración la reactivación de la economía alemana, la primera en salir de la gran crisis, lo que vino después ya es harina de otro costal. Se encuentran ecos de esa situación en esta película, incluso se muestran persecuciones a judíos, pintadas en su contra y hasta quema de establecimientos, en lo que sin duda fue una situación real.

La religión ocupa un lugar destacadísimo en el transcurso de la película y muestra de que manera alecciona desde pequeños a sus feligreses en el temor de Dios, en ese temor que tanto tiempo fue el epicentro de las prédicas de los curas y religiosos, fustigando las conciencias de las clases más oprimidas y con menos acceso a otros conocimientos y otra forma de ver la realidad. Hoy se habla más del Amor de Dios pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en que el infierno era un lugar real, un mar de llamas purificadoras, y no un estado del alma, de nuestro espíritu, como nos revelaron desde el Vaticano hace poco. La cosas….

En definitiva una película muy sugerente y recomendable.
Vakulinchuk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de junio de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crisis ecónomica, temor infringido por la religión hacia Dios, desesperación. Todo se conjuga para hacer de la infancia de Liam una etapa dura.
Excelentes actuaciones de todos los actores, y un gran guión que para mi es notable.
Maggie
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La crisis del capitalismo en los años treinta es el contexto de una educación religiosa que azuza la culpa y el miedo entre los niños como valor moral, mientras la desesperación de la clase obrera, entre un sector minoritario, degenera en odio a los irlandeses y judíos. El cierre de una fábrica en Liverpool es el punto de partida para este doble drama.

Liam es un niño tartamudo de siete años, preparado por su maestra de catequismo y el párroco local para su primera comunión. Su hermana adolescente consigue trabajo como sirvienta en la casa de una familia judía muy bien acomodada. Frustrado por la discriminación laboral, el padre se radicaliza y, al mismo tiempo que otros, su tránsito al fascismo en ciernes es trágicamente lógico y racional: los irlandeses venden su mano de obra mucho más barata que los ingleses, mientras los judíos se benefician de la pauperización (el casero, por ejemplo, encarna típicamente al capital vampiro), tanto como la Iglesia católica.

Con un desenlace algo apresurado, quizá para que el metraje no pase de los 90 minutos, la xenofobia que sustituye aquí a la lucha de clases tendrá el inesperado efecto de un búmeran en manos inexpertas.

Stephen Frears dirige, con guión de Jimmy McGovern, este acercamiento a la miseria de causas económicas y efectos ideologizantes. El planteamiento es interesante como hipótesis inexplorada.

Anthony Borrows en el papel de Liam nos brinda una de las actuaciones infantiles más entrañables en la historia del cine universal. Como su cándida hermana, Megan Burns no es menos convincente y meritoria. Tampoco Ian Hart y Claire Hackett como sus padres, ni los demás.
Iván Rincón Espríu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de febrero de 2014
4 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama social que narra los avatares de una familia durante la crisis económica de los años 30 en Liverpool. Pero para Gran Depresión, la que te entra a ti mirando esto.

Stephen Frears dirige, con buenas maneras, como es su costumbre, este latazo, que nos habla de una familia muy rara, en la que el padre y el hijo tienen la misma edad, que no sabes quién es quién y, por tanto, la madre de familia parece la madre de su marido, o la esposa de su hijo, no sé, en cualquier caso, es inquietante.
Para colmo de males, esta señora, además del hijo grande, tiene otro pequeño, que resulta que es el prota. Y no sólo es un chiquillo bien feo, sino que además es tartamudo, o algo parecido. ¡Cágate lorito! Cada vez que el pobrecico intenta echarse a hablar, pasan 20 minutos hasta que lo consigue, y tú ahí mirando. Dan ganas de soltarle un soplamocos, angelito.

La peli no llega ni a 90 minutos, pero sin los atascos verbales de Liam, no duraría ni 30, porque la verdad es que gran cosa no cuenta. Es una especie de versión insustancial de Las cenizas de Ángela. De la novela, digo.
VALDEMAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow