Haz click aquí para copiar la URL

Jack y la bruja

Animación. Fantástico La terrible bruja Grendel obliga a la pequeña Kiki a que lleve ante su presencia a otros niños para, de este modo, poder transformarlos en demonios. La única esperanza para Kiki reside en Jack, quien abandona su tranquila casa del bosque para partir con su flamante coche Ford en busca de Kiki. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
13 de marzo de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría tener unos diez u once años cuando vi Jack y la Bruja en la televisión, y por alguna extraña razón -que después de verla de nuevo se me escapa a la lógica- dejó en mí un sustrato imborrable que me hizo buscarla durante años hasta que, casualmente, la localicé en DVD y raudo y veloz me hice con ella para mi "disfrute nostálgico".

Quise compartir la experiencia del revisionado con mi hijo de 12 años que, aproximadamente, habrá visto cientos de películas infantiles y de animación, de adultos y algunos grandes clásicos (incluidas obras maestras de Ciencia Ficción) y ya suponía que esta película podría costarle un poco digerirla "objetivamente"... lo que no podría haberme imaginado es que a mí también se me atravesase como si me hubiese comido un kilo de manteca de cerdo.

La trama es muy simple: un niño que vive solo en una mansión (?) y que conduce un Ford (!), juega con sus amigos animales (un osito, un perrete, un zorrito y un ratoncito que hablan, cómo no) en el bosque cuando ve a una brujita en un helicóptero/escoba voladora, que le debe resultar atractiva de muerte porque la persigue hasta que le da caza, se monta en el palo de la escoba de la parte trasera, y acaba en el castillo del mal (que curiosamente él ya conoce de antemano) donde todos buscan el objetivo de convertirlo en demonio/brujo/vampiro o algún tipo de engendrillo antinatural. A partir de ahí todo son persecuciones, enredos y la eterna lucha entre el bien y el mal de sobra conocida encarnada por una bruja mala malísima de manual. También hay algunos números musicales "improvisados", al más puro estilo Disney, que provocan sonrojo.

Pues bien, tras esta presentación de la historia, voy a relatar algunas de las cosas más extrañas de la película que necesariamente tendré que relegar a la parte de spoiler, para no fastidiar la sorpresa a quien quiera disfrutar de esta "joya" de la animación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Juan y la Bruja (Shōnen Jack to Mahōtsukai, 1967) es una película de anime oscura, siniestra y extraña que tiene una particularidad: si se ve antes de tiempo, puede resultar aterradora para un niño y si se ve demasiado tarde es demasiado extraña, surrealista incluso, para un adolescente y un adulto. Pero ¡ay, si se ve en el momento adecuado!

Ver Juan y la Bruja en el momento adecuado es una lotería, es un golpe de suerte que es diferente para cada uno. Es ese momento en el que, sin ser adolescente, estamos dejando de ser niños. Es un momento raro, único, en el que todavía se conserva la capacidad de aceptar la maravilla como lo natural y donde lo imposible todavía puede ser lógico. Pero también es un momento en el que el corazón comienza a abrirse al mundo más allá de la infancia y en el que comenzamos a atravesar ese umbral en el que, si hay suerte, te puedes encontrar por un momento a Juan y Kiki en ese paso que antes o después hay que dar. Es ese momento en el que por primera vez no solo sabemos, sino que sentimos lo que son las consecuencias de las decisiones, es ese momento en el que somos conscientes de quiénes somos y quiénes podemos ser y es ese momento, dulce como pocos, en el que como un golpe, hermoso y terrible, de pronto todo se reduce a la sonrisa de esa chica.

Yo fui uno de los afortunados. La vi una tarde oscura de invierno, solo, con mis padres fuera de casa. Y, aun desdibujada en el recuerdo, el impacto que me dejó fue tan intenso como para recordar la experiencia décadas después. Y esto es común: se pueden rastrear en internet muchos testimonios de quienes la vieron en el momento adecuado, y en todos los casos, el impacto emocional que ha dejado es tan intenso, tan fuerte, casi irreal, que décadas después se sigue recordando. Incluso cuando la historia que narra se ha ido borrando y olvidando en nuestra mente.

La he vuelto a ver hace poco. Con los ojos del adulto pueden verse las carencias técnicas y narrativas de la película, lo extraño de una historia que se basa muy pero que muy libremente en el poema medieval Beowulf. Pero el mundo siniestro tras el bosque seguía allí. Y, por un momento, cada uno de nosotros volvía a ser Juan, y Kiki, todas aquellas chicas que, de repente, estaban allí. Y los dos seguían siendo eternamente niños viviendo una aventura sobrecogedora y divertida, emocionante y terrible, triste y hermosa. Y entiendo lo aterradora que puede ser esta película para un niño demasiado pequeño y lo extraña que es para alguien más crecido. Vi la magia, pero aunque ya no la sentí, aunque ya no puedo sentirla, entendí otra vez lo que ha significado para muchísima gente y para aquél niño que fui una vez, una tarde oscura de invierno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Brosgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow