La verdadera historia de Jesse James

Realizada por Nicholas Ray, se basa en la biografía de Jesse James escrita por James D. Holan y en el guión de "Tierra de audaces" (1939), de Nunnally Johnson, de la que es un "remake". Se rodó en cinemascope en los Fox Studios (California). Se estrenó en febrero de 1957 (EEUU).

La acción tiene lugar en localidades de Missouri, Northfield (Minnesota) y Saint Joseph (Miss.) entre 1862 y 1882. Narra la historia de Jesse James (Robert Wagner), hijo de campesinos, que a los 15 años se une, junto con su hermano mayor Frank (Jeffrey Hunter), a la guerrilla sudista de William C. Quantrill, que sobresalió por su valentía durante la Guerra de Secesión. Al finalizar la guerra deja las armas y busca trabajo, pero el asalto de la casa de su madre por un grupo de yanquis exaltados y el cruel asesinato de Hughie, junto con las dificultades de encontrar ocupación, le mueven a organizar (1866) una banda de atracadores que se hace famosa por la audacia de sus asaltos.

En torno a la figura de Jesse James se forjaron historias y leyendas, más o menos alejadas de la realidad, antes y después de su muerte. El historiador James D. Holan escribió su biografía a partir de testimonios orales de su viuda, hermano y madre. A ella se ajusta el film, realizado con intenciones documentalistas, que aportan hechos y evitan juicios de valor. El protagonista se mueve por motivos no conocidos, oculta su personalidad bajo el falso nombre de Thomas Howard, a penas se relaciona con personas ajenas al núcleo familiar y dentro de éste mantiene una actitud reservada. Le motivan, tal vez, el atractivo de la aventura, deseos de revancha, la emoción del mando, los buenos rendimientos de los atracos. Le retienen los riesgos asociados a la disolución de la banda con la extinción de su carisma y liderazgo. En su ánimo anidan deseos de retirarse a una vida tranquila, que desea compartir con su esposa, Zerelda "Zee" (Hope Lange), y sus hijos, Tim y Mary. Es uno de los personajes que ha recibido mayor atención por parte del cine. Entre las películas sobre su figura sobresalen "Tierra de audaces" y la de Ray. Esta última deja de lado los aspectos melodramáticos, se centra en la acción y presenta al personaje como una persona en situación límite a causa de la injusticia y la crueldad.

La música aporta melodías orquestales de aires épicos, percusiones inquietantes, violines románticos y una canción dedicada a J. James a cargo de un pobre ciego. La fotografía, de colores tamizados, se beneficia de escenarios naturales de notable belleza. Recrea algunas escenas de la película de 1942, como los guardapolvos blancos, el jinete que atraviesa una vidriera y el salto al vacío de los hermanos James. El guión hace uso de dos largos flashbacks por indicación de la productora y repite al final algunas secuencias iniciales. Las interpretaciones son discretas y algo frías. La dirección crea una obra de acción intensa y vibrante.

Es una de las dos mejores películas dedicadas a Jesse James.

En principio un personaje como Jesse James, con sus claroscuros, es llamado a convertirse en un icono del género western al mismo nivel si cabe que el propio Wyatt Earp. Nicholas Ray no dudó en afrontar de manera ilusionante este trabajo, la riqueza y el magnetismo de un personaje de leyenda como Jesse, le venía como anillo al dedo a este monstruo de la dirección, sin embargo, algo parece no funcionar, los problemas con la fox, empeñada en dar una orientación totalmente diferente al personaje hace chirriar la relación con el director, que abandona el rodaje poco antes de la finalización del mismo y se niega a asumir el montaje, en el que la productora modifica substancialmente el proyecto original.
Esta situación sin duda alguna, se percibe en el film, que no camina con firmeza aunque mantiene una estupenda puesta en escena perfectamente reflejada en las escenas inicial y final de la película.
"La Verdadera historia" es un film en el que igualmente, las interpretaciones no están a la altura de la propuesta, salvo tal vez la de Jeffrey Hunter y que como ya he comentado padece de una estructura narrativa poco convincente con unos diálogos muy inferiores a los grandes del género.
Pese a todo, podríamos considerar al film como una obra menor aunque interesante de Ray sobre un personaje al que el western le deba tal vez, una obra maestra definitiva.

Elegante western dirigido por el maestro Nicholas Ray que, como su título indica, se ocupa de la vida del legendario bandido y pistolero Jesse James, biografía que ya fue tratada con anterioridad por Henry King en Tierra de Audaces.
Mediante varios flashbacks, Ray explica las circunstancias que empujaron a James a convertirse en el idolatrado asaltador de bancos y trenes que fue, así como de algunos de sus más celebres golpes, de las tentativas de captura que le rodearon y de su muerte a manos de un amigo que le traicionó a cambio de una tentadora recompensa.
Como en otras de sus películas -Rebelde sin causa si ir más lejos- Ray vuelve a retratar a un personaje que vive al límite y esclarece las injusticias que le obligaron a escoger tal modo de vida.

Ante todo soy un gran fan del western , ya que a mi juicio es el único género que aunque la película sea rematadamente mala no deja de entretenerte y distraerte por muy banal, simplón y lineal que pueda ser el guión. Por ello, de vez en cuando, me dejo caer en la tentación y me doy el gustazo de verme una clásica película del Oeste. ¿Y qué mejor opción que una obra del maestro Nicholas Ray sobre la legendaria vida de Jesse James?

"La verdadera historia de Jesse James" es un western visceral, espléndido, vigoroso, vibrante, excitante y sobre todo conmovedor por lo muy bien definidos que están los personajes y la maravillosa forma, a través de flashback, que Ray nos lo va contando. Explicando y justificando en menos de 90 minutos todos los claroscuros de la mítica personalidad de Jesse James, el magnetismo que siempre ha deprendido su leyenda y, sobre todo, los motivos de humillación que le llevaron a su vida delictiva y sanguinaria como atracador de bancos y ferrocarriles.

Eso sí, lo realmente divertido de visionar esta película de Nicholas Ray es que a pesar de que hace ya muchos años que vi "Tierra de audaces" de Henry King (y la posterior secuela, "La venganza de Frank James" de Fritz Lang) me las estuvo recordando continuamente. Cierto que la historia es exactamente la misma pero podría jurar que hay escenas calcadas la una de la otra, los mismos diálogos e incluso hasta los mismos encuadres y planificaciones. ¿Esto desmerece en algo la película de Ray? Pues claro que no, cierto que es deudora de esas otras películas, pero tienen lo suficientes ingredientes propios para hacerla incluso más atractiva e interesante (para empezar un espléndido cinemascope, unas impecables escenas de acción y una crudeza visceral ausente en los films de King y de Lang).

He leído por ahí que quizás La verdadera historia de Jesse James se resiente por culpa del poco carisma de sus dos actores protagonistas. No puedo estar más en desacuerdo. Cierto que Robert Wagner es un actor mediocre con muchas limitaciones interpretativas pero en este difícil papel de encarnar a un mito como Jesse James sale airoso y lo resuelve de manera digna y creíble. Y en cuanto a Jeffrey Hunter es un actor intocable para mí haga lo que haga, porque un actor que consiguió en "Centauros del desierto" mantener el tipo y estar a la misma altura interpretativa de John Wayne merece todos los elogios y consideraciones. Y si nos ponemos quisquillosos hasta se podría decir que físicamente dan mucho más el pego como hermanos Wagner y Hunter que Tyrone Power y Henry Fonda en los films originales.

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Nicholas Ray, cineasta talentoso, polifacético e incomprendido como pocos, consigue con esta versión de la biografía del ínclito Jesse James un efecto curioso: otorgar a un film de Oeste la estructura narrativa de las mejores películas de cine negro (léase, por ejemplo, «Perdición» —1944— o «Retorno al pasado» —1947—). Logra esto utilizando uno de los recursos estrella de aquel género: el «flashback», con escenas pretéritas magistralmente engarzadas en el eje cronológico principal.

La película se inicia con el atraco de la banda de los hermanos James al banco de Northfield, en Minnesota, muy lejos de su hogar. A partir de allí, las partidas organizadas por las fuerzas del orden para capturar a los bandoleros irán cerrando el cerco en torno de Frank y Jesse, y en medio de la aventura los personajes caerán en el efecto evocador de revivir los recuerdos y configurar, así, el «vía crucis» del personaje principal: desde una juventud marcada por los efectos de la Guerra de Secesión, pasando por la pobreza extrema que le lleva a perpetrar sus primeros robos, hasta el sádico asesinato a sangre fría con el que se consolida como una leyenda en vida y como el temor de los banqueros y las compañías de ferrocarriles de todo el Oeste. Ray traza, mediante un guion lleno de romanticismo, un perfil lo más ecuánime posible del héroe, encarnado por un convincente Robert Wagner.

Mucho se ha hablado de cuál es la mejor versión del mito del Jesse James de las que se han llevado a la pantalla. En su día elogié (aunque algo comedidamente) la versión que Andrew Dominik filmó en 2007, sobre todo en su afán por recuperar muchos de los códigos estéticos y narrativos de este género que tanto me apasiona. Otros, evidentemente, se sentirán inclinados por «Tierra de audaces», la versión pionera que realizó Henry King en 1939. En todo caso, he notado que «La verdadera historia de Jesse James» no goza de una gran reputación, quizá debido a la frialdad con la que Ray configura la estampa de un personaje tan mítico para el álbum de leyendas del Oeste. Es obvio que le falta un poco de consistencia para acercarse a las grandes obras maestras del género, especialmente las que se filmaron por esos años de manos de Mann, Ford y Hawks, pero en todo caso creo que la originalidad de su estructura narrativa y el correctísimo tratamiento visual bien merecen esta calificación de notable.

Ray demuestra solvencia cinematográfica en este, su intento de acercarnos la versión más fidedigna posible del mito de Jesse James. Interesantes escenas de acción y sólido trabajo de uno de los directores que, si bien nunca será recordado como uno de los pilares del cine del Oeste, sí podemos reconocerle que ha aportado piezas de gran calado a nuestro viejo y querido género.

Notable film.