Express (Serie de TV)

El extraordinario caso de esa serie -pon el nombre de la que prefieras, porque esto te habrá pasado alguna vez- que es terriblemente mala pero igualmente engancha. Y no, ésta no es la primera serie de Starz -emitida aquí en España por Amazon- con la que ocurre sino el primer producto español de Starz (no siendo el de la acción un género tradicionalmente cultivado por estas latitudes) que incorporaré a mi historial de placeres culpables y graciosos de forma ¿involuntaria?
No me importa que Kiti Mánver -tirando de una profesionalidad a prueba de bombas- sea el imposible trasunto de un Edward Mulhare presidiendo la Fundación Knight cañí.
Ni que Vicente Romero sea capaz de salvaguardar su dignidad a pesar de caerle el personaje más ridículo de su carrera -es lo que tiene ser extraordinario y auténtico-.
Y aunque soy plenamente consciente de que, al no haber visto uno solo de los capítulos de series suyas precedentes, la descubro a destiempo, a Maggie Civantos ('Vis a Vis' y su secuela, 'El Oasis') nunca la reivindicaremos lo suficientemente como lo que es: una actriz tan visceral, física y polivalente que considerarla todoterreno le queda tan inherente como al vehículo en el que duerme su Bárbara traumatizada tras su secuestro.
Del resto del equipo en el que es reclutada para ayudar a quienes han pasado por la misma experiencia que ella, se respira una pareja versatilidad en cada cliché andante de personajes que pueblan habitualmente toda serie protagonizada por un comando: la intelectual (Ana Marzoa), el hacker nerd (Omar Banana), la pibonaza inventora (Loreto Mauleón) y el musculitos (Bernardo Flores).
Creo que el ritmo global de la serie no se resentiría si en una segunda temporada cambiase la personalidad del papel de Alba Rivas o desapareciese el de Carmen Daza.
Deshazte de cualquier propensión a pensar con lógica y disfrutarás de sus 8 episodios.
'Express' es tan chorra y carente de sentido como endiabladamente entretenida.

*El miedo: el mayor negocio del mundo

Los delincuentes lo saben y aprovechan la rapidez y la sorpresa para perpetrar un tipo de secuestro express. Suelen ser de corta duración y la mayoría de las veces, aunque son premeditados, desconocen a quien secuestran.

Esto le ocurre a la protagonista, Bárbara, una psicóloga criminal interpretada por Maggie Civantos. Esta actriz malagueña, conocida por sus papeles en otras series como Vis a vis, Malaka o Las chicas del cable, se verá ante un difícil dilema. Por un lado superar el trauma de su propio secuestro, y por otro intentar mediar con los secuestradores para conseguir que no dañen a las víctimas.

Para una exesposa, madre de dos hijas, casi nunca es sencillo conciliar el trabajo con la vida familiar. En Express todavía menos. Como en el típico dicho de la ley de Murphy, si las cosas se pueden complicar, se complican, y a ella le surgirán frentes por todas partes.

Su ex-marido, Esteban Meloni (Vidas robadas), intentará ayudarla y protegerla, a pesar de esta separados. Sin embargo, en el transcurso de los capítulos todo se va enredando más y más.

*Víctima o verdugo

Los acontecimientos la llevan a tomar decisiones que quizás no sean las más acertadas, aunque sea con el tinte de salvar al mayor número posible de víctimas.

En esta trepidante serie, Express, el fin justifica los medios, y como a Maquiavelo se le puede volver en contra. Rozar o incluso traspasar la línea de lo correcto y legal, trae consecuencias.

Kiti Mánver (La casa de papel), interpreta a una mujer que siempre aparece en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Incluso participará en la resolución de problemas dentro del núcleo familiar. Otros compañeros del nuevo proyecto, como Omar Banana (Veneno), Loreto Mauleón (Patria) y Vicente Romero (Malaka), representan los estereotipos necesarios para llevar a cabo los encargos. Desde el imprescindible hacker informático, la sofisticada piloto de drones, hasta el excombatiente en la guerra de Irak.

*Amistades peligrosas

Alba Planas y Manuela Rojas interpretan a las hijas. Una adolescente rebelde que irá probando diferentes maneras de amar y una niña que en la escuela, lamentablemente, sufrirá algo bastante habitual.

Express aprovecha la extorsión de los secuestros rápidos y la vorágine que producen, para de paso, mostrar un retrato bastante fidedigno de la sociedad actual. Los padres, ocupados en trabajar, no pueden pasar el tiempo suficiente con los hijos. Comprenderlos, muchas veces, es una ardua tarea. A medida que crecen se convierten en extraños con los que se convive en la misma casa.

Al mismo tiempo, los adultos, con sus propias heridas, profundas y dolorosas, intentan superar los obstáculos que van surgiendo. Refugiarse en un pequeño habitáculo podría servir para sentirse más seguro, protegido.

*Conclusión

Interesante serie en la que ocurre de todo. Quizá demasiadas cosas a la vez. Demasiados conflictos en una sola familia. Aunque en eso puede radicar el interés que despierta para seguir viendo los siguientes capítulos.

A destacar en Express la moderna tecnología para mostrar los medios más sofisticados con los que cuenta la policía o las empresas privadas de seguridad.

Además, cuenta con un elenco muy adecuado, dando gran credibilidad a todos los personajes que interpretan. La diversidad de los prototipos que representan hace posible que el espectador se identifique con uno u otro.

Seguro que el final sorprende a todo el mundo ya que las escenas se van complicando y, a veces, nada es lo que parece. La protagonista jugará esa baza de aparentar algo muy diferente y su ex pareja le seguirá el juego.

Escrito por Irene Abecia Navarro

No es que sea mala, es que es malísima. En el género debería poner que es de ciencia ficción/comedia. Las situaciones son absurdas y totalmente irreales. Los diálogos están en la misma línea, incluso en la del tan actual discurso del "heteropatriarcado opresor" (comento en la zona spoiler).
Y es una pena porque al ver que en el reparto estaban Maggie Civantos y Vicente Romero, recordé la serie Malaka, en la que ambos compartían protagonismo y me pareció muy buena e interesante.
Sólo he visto el primer episodio y he de reconocer que me ha costado terminarlo, pero desde luego no pienso ver más.

La primera temporada es fresca y termina con cierta emoción que se resuelve en el primer capítulo.

Luego ya metidos en la segunda temporada no da más de sí, todo repetitivo, no la aguante más que un par de capítulos.

Algunos personajes realmente no me gustan nada. El más patético es el marido policía. ?? todo lo que hace da vergüenza ajena.

Luego, la tóxica Triana también me desagrada bastante.

La incorporación de la hija de la Sra Ortega no parece ir a ningún sitio, soltó un discurso para adoctrinarnos y ya. Cansan que quieras entretenerte y ellos quieran educarte y decirte lo una y otra vez lo que está bien y mal de manera tan forzada. Que se vayan a hacer denuncias a la denunciaría y dejen el cine en paz.

Más pegas, la protagonista Bárbara cada vez tiene las cejas más para arriba y le da un aire demasiado raro, me da mal rollo. Su relación con la hija es lo más gracioso de la serie pero la apariencia es rara , enserio.

Los personajes masculinos están ahí por estar, de vez en cuando se les ridiculiza y poco más.

En resumen, que perdió toda su frescura y ya no salen las cuentas. A cambio de 4 o 5 personajes y tramas interesantes te tienes que comer otras 4 o 5 que te no te importan o que te desagradan lo cual es aun peor.