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El club de las peleadoras

Comedia Dos chicas lesbianas poco populares de último año de instituto crean un club de la lucha para intentar impresionar a las animadoras y ligar con ellas. ¡Y su plan parece que funciona! Pero ¿se les acabará yendo todo de las manos? (FILMAFFINITY)
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
24 de octubre de 2023
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Emma Seligman y coescrita por Rachel Sennott. Este film presenta una versión delirante de la estereotípica historia de adolescentes en un secundario ubicado en un barrio suburbano de Estados Unidos.

Por Nicolás Bianchi

Los conflictos en las películas de secundario de Estados Unidos, desde American Pie (1999) hasta sus múltiples hasta versiones anteriores o posteriores, suelen rondar alrededor de dos o tres temas centrales. Entre ellos es posible nombrar al bullying, los deseos sexuales no concretados y el rol que ocupan jugadores de fútbol americano, porristas, nerds y otros personajes estereotípicos.

A su vez, este microcosmos de jóvenes puede ser contado en clave de terror o comedia, en distintos tonos. Por ejemplo, en Booksmart (2019), de Olivia Wilde, el relato es un manifiesto cool que reivindica distintas banderas del feminismo y de la agenda progresista. En cambio, en la propuesta de Bottoms el discurso parece querer ir un paso más allá, como si fuera post feminista.

En este sentido, dando un montón de discusiones por saldadas, la película regresa a una trama en donde dos pares llevan adelante un plan para perder la virginidad. La particularidad es que se trata de dos amigas, PJ (Sennott) y Josie (Ayo Edebiri), que son lesbianas y buscan seducir a dos porristas, las hegemónicas Isabel (Havana Rose Liu) y Brittany (Kaia Gerber, hija y réplica de Cindy Crawford).

Para ello organizan un club de la pelea que tiene como pretexto la enseñanza de métodos de autodefensa. Estos pequeños detalles dan cuenta del esfuerzo de la película por mantenerse dentro de una agenda de temas. Ahora bien, este club impulsado por PJ y Josie busca, en verdad, generar situaciones propicias para tener contactos cercanos con las porristas. Es, además, un ámbito en el que distintos personajes comparten los abusos o acosos que han sufrido.

Todo esto sucede en un colegio construido en tono delirante, con un profesor, Mr. G (Marshawn Lynch), que luce como un rapero o un gánster y que siempre está más preocupado por sus problemas personales (el personaje atraviesa una separación) que por lo que sucede con sus alumnos. Otra particularidad de este mundo es que los jugadores de fútbol americano, que visten sus uniformes 24-7, son representados como machos frágiles algo amanerados. En este caso, es como si los mismos personajes de siempre se escondieran tras nuevas ropas.

Para contar y avanzar en la narración, Bottoms recurre a un vértigo por momentos desenfrenado. Todo el tiempo pasa algo. A pesar de esto, no hay muchos gags que resulten memorables (quizás ninguno), sino más bien cierto delirio constante que se construye a partir de situaciones y personajes que buscan ser disparatados. Esta lógica y estas características llevan a un final que no está ni bien construido ni bien logrado. Cuando llega este momento casi cualquier cosa puede suceder. El problema principal es que ante el desenfreno y la falta de rumbo lo primero que el espectador puede perder es el interés.

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El Golo Cine
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1 de octubre de 2023
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha asombrado, después de verla, los comentarios de la crítica 'profesional', a TODOS les ha parecido magnífica.., como mucho, algún semáforo amarillo, pero claro, a ver quién ovarios o huevos de ponerle uno 'colorao', porque las protagonistas son dos chicas lesbianas, una negra y la otra blanca.

A mi, que me importa más bien poco ese detalle, me ha parecido una comedia más dentro del género de jóvenes en institutos, básica como la mayoría, salvando las diferencias en cuanto a sexualidad, y bueno, los varones, como suele ser usual, son tontos de remate, da igual la edad.

Pocas gracias, tiene un humor bastante flojo y los diálogos no me han parecido tan transgresores como supongo que se pretendía, pero el trabajo de las jóvenes actrices resulta bastante bueno, destacando a Rachel Sennot y Ruby Cruz, lo malo es que sigue las pautas establecidas y obligatorias de las comedias del montón: presentación de personajes, embrollo, solución y felicidad, mal rollo entre protagonistas y desenlace (pequeño spoiler).

En resumidas cuentas, es como si cogieran 'El Club de la Lucha' (ojalá), y estuviera protagonizada por dos jóvenes lesbianas, un puñado de animadoras y chicos deportistas lelos, con algunas gracietas por el camino.

Buenas o pasables interpretaciones, algunos momentos bastante decentes, y totalmente recomendable para grupos de chicas (da igual su orientación sexual) comiendo palomitas, seguro que echan unas risas. Por cierto, al final hay algunas tomas falsas.

Un 5 tan pelado como el Pocoyó, lo siento.

Wolf.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
wolfshade
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6 de diciembre de 2023
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Bottoms', titulada en España 'El club de las luchadoras' (no vaya a ser que nadie se nos pierda, aunque en honor a la verdad, define muy bien lo que es esta película), acaba de aterrizar en plataformas, concretamente en Amazon Prime, después de un silencioso paso por Estados Unidos. La propuesta ha sido aplaudida por la crítica americana, hasta el punto de ser considerada una de las mejores comedias del año, repito, según la crítica.

El problema es que no la ha visto casi nadie, que es lo mismo que le sucedió a 'Joy Ride', otra comedia feminista que convenció a los críticos pero a la que el público le dio la espalda. La diferencia es que aquí sus protagonistas son lesbianas, es decir, es un producto feminista y LGTBI. Se lo que estás pensando, pajillero enfermizo que todavía vive en la casa de mamá... ¡¡¡Woke!!! Pues no, se equivoca usted, muy señor mío. Y es que estamos ante una comedia fresca, traviesa y que deja la sensación de que has visto algo diferente, siempre y cuando te dejes llevar, porque las reglas que plantea no son para todos.

Ojo, tampoco estoy de acuerdo con los críticos, ya que no creo que sea la mejor comedia del año ni tampoco una de las mejores películas de 2023, pero leñe, hacen falta más productos así. Me explico. El problema de otras producciones de la misma índole, es que se centran solamente en aleccionar, con discursos autoritarios y nada acertados, olvidándose de lo más importante, dar un mensaje mientras diviertes y entretienes al público. Por eso está película triunfa donde otras han fracasado, porque sus guionistas no han podido estar más acertadas a la hora de confeccionar la historia y diseñar a sus hilarantes personajes, apostando por un humor ácido y que no deja prisioneros.

Aquí las protagonistas son lesbianas y marginadas, caldo de cultivo para que se las represente como seres celestiales, pero no, son igual de imperfectas que el resto, líderes de un club de chicas al que es imposible no querer, gracias a unos personajes divertidos y que tienen algo qué decir. Respecto a lo del club, sí, estamos ante la respuesta femenina al clásico El club de la lucha, pero hacedme caso cuando os digo que hay algo más bajo la superficie.

Respecto al componente LGTBI, se menciona que las protagonistas son lesbianas desde el minuto uno, sin secretismos ni enredos innecesarios, normalizando su sexualidad e intereses románticos de forma natural. Que aprendan otros, por favor... Y si, de nuevo se dibuja a los hombres como tipos bobalicones que solo piensan en deportes y sexo, pero se hace con trazo grueso y con gracia, creando unos estereotipos masculinos a los que es imposible no querer, como el caso del capitán del equipo, que de tan imbécil lo adoras.

Y es que estamos ante una de esas comedias canallitas que a mí tanto me gustan, acertando al no tomarse en serio en muchos momentos. Y esa es la gran virtud de la cinta, que apuesta por una premisa surrealista, distanciándose de otras propuestas que dramatizan en exceso en el tercer acto, mientras que aquí nos regalan uno de los clímax más brutales del año, ya sea por lo inesperado y rocambolesco.

Quizás se pasen de frenada en algunos momentos, y ahí viene el posible conflicto con el espectador, de si se deja llevar o no, porque el desenlace no puede ser más ridículo, pero de ti depende si te causa vergüenza ajena, o si por el contrario lo disfrutas como un cochino en la charca. Sobra decir que, cuando la comedia mejor funciona, es cuando se desmelena y rompe las reglas, siendo la clave de un film que, si hubiese renunciado a ese despiporre, habría sido uno más.

Tienes que saber a lo que vienes, aunque bueno, yo no lo sabia, y he salido satisfecho, por lo que la clave es aceptar las reglas del juego. Si lo haces, ten por seguro que acabarás el visionado con una sonrisa, pero si no abrazas la locura de la propuesta, pensarás que te están tomando el pelo. Y bueno, habiendo dejado claro que el guion es ingenioso y no se conforma, cabe indicar que la dirección no está nada mal teniendo el cuenta el bajo presupuesto y que se ha vendido como una película independiente.

Y por último, pero no menos importante, tenemos al maravilloso reparto, con unas estupendas Rachel Sennott y Ayo Edebiri como grandes protagonistas, la primera una de las dos guionistas de la película, y la segunda quizás os suene de la serie 'The Bear'.

Y ojo a los secundarios, como una genial Ruby Cruz, desligándose del terrible personaje que le tocó interpretar en la no menos horrible serie de 'Willow', el ex jugador de futbol americano, Marshawn Lynch, que confirma que se puede ser deportista y tener gracia al mismo tiempo, al ser poseedor de algunas de las mejores frases del film, o Nicholas Galitzine, visto en la 'Cenicienta' de Camila Cabello o en la reciente 'Rojo, blanco y sangre azul', y que aquí se lo pasa en grande como ese líder del equipo que mencionaba antes, uno de los personajes más estúpidos y divertidos del año. Película que le veo, película en la que me convence este actor, por lo que creo que ya podemos hablar de joven promesa, y también va por el resto del elenco mencionado. Chapó.

Y dicho todo esto, es una pena que una comedia que si merece la pena, haya pasado con mas pena que gloria. Te podrán gustar mas o menos, pero necesitamos más comedias feministas como estas, con un humor gamberro y desfasado.

Y es que las mujeres tienen todo el derecho del mundo a pasárselo igual de bien que los hombres, porque en el fondo, todos somos igual de imbéciles al final del día. Esa es la clave, la teníamos ahí delante todo el tiempo, y las responsables de la cinta lo han sabido ver, y por eso esta película no es una más.

¿Un nuevo clásico de culto como está diciendo la crítica especializada? El tiempo dirá, pero tampoco me veréis objetar nada al respecto.

Más críticas: Javi McClane (Youtube)
Javi McClane
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24 de noviembre de 2023
22 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El verdadero objetivo

El club de las luchadoras (Bottoms) está protagonizada por Rachel Sennott (PJ), quien además participa en la escritura de su guion junto a la directora, y Ayo Edeberi (Josie), conocida por la serie The Bear, que está disponible en Disney+. La historia parte de una idea bastante sencilla y típica en las películas de comedia adolescente: la búsqueda de mayor popularidad dentro del instituto por parte de las dos jóvenes protagonistas. PJ y Josie comenzarán la universidad el próximo año y quieren salir de su instituto por la puerta grande acercándose a las animadoras, en concreto a Isabel (Havana Rose Liu) y Brittany (Kaia Gerber), por las que se sienten atraídas.

Cuando surge la idea de crear un club de autodefensa femenino, las jóvenes encuentran la excusa perfecta para cumplir sus objetivos. Lo que comienza siendo una alocada idea entre dos amigas acabará teniendo sus frutos. El club dará lugar, con sus idas y venidas, a una fuerte unión entre varias chicas del instituto que les permitirá empoderarse y sentir el apoyo constante de sus otras compañeras.

*La construcción de la historia y sus personajes

La trama de El club de las luchadoras presenta una mezcla muy interesante entre la pura comedia y el desarrollo personal de sus protagonistas. Aparentemente en un inicio podemos creer que estamos ante una película que no nos hará pensar demasiado y con la que será posible dejarnos llevar entre broma y broma. Sin embargo, a medida que esta avanza, nos permite profundizar en los sentimientos de las protagonistas y en la amistad que existe entre ellas, dejando a un lado por unos instantes este humor que tanto caracteriza al filme.

Por otro lado, una de las cosas más reseñables de El club de las luchadoras son las interpretaciones de sus actores y actrices, sobre todo porque realizar actuaciones tan exageradas sin resultar cargante es algo complejo pero que se resuelve de una manera muy correcta en la cinta. Junto a Ayo Edeberi y Rachel Sennott, cuyos personajes muestran personalidades muy distintas, siendo la primera mucho más comedida e insegura que la segunda, destacamos a Nicholas Galitzine (Jeff). El actor se sale completamente de su tan destacado papel en Rojo, blanco y sangre azul y nos muestra a un joven de gran popularidad en el instituto, que permanentemente se ve respaldado por su equipo de fútbol americano. Sus movimientos corporales, su forma de hablar y de expresar, y sus gestos son tan brillantes que acaparan toda nuestra atención cada vez que aparece en pantalla.

*Claros referentes

Al ver El club de las luchadoras (Bottoms), es posible que se nos vengan a la cabeza numerosas semejanzas con otras anteriores. En primer lugar, vemos claras similitudes entre El club de las luchadoras y la excelente película de David Fincher El club de la lucha, algo a lo que incluso hacen referencia en la propia película. Sin embargo, Emma Seligman cambia a sus integrantes y otorga esta vez completo protagonismo a las mujeres.

Por otra parte, debido al contexto en el que se desarrolla y a su tono humorístico, El club de las luchadoras se une a la gran cantidad de películas de comedia americana adolescente que existen, destacando entre ellas American Pie, Supersalidos o Mean Girls. Además, señalamos que la nueva cinta de Seligman comparte con la exitosa Barbie de Greta Gerwig, estrenada este mismo año, su carácter reivindicativo y rompedor, y su manera de expresarlo mediante un tono satírico que, en ocasiones, roza el absurdo.

Claramente Bottoms se nutre de todas ellas, pero igualmente es capaz de destacar y de mostrarnos algo completamente nuevo y diferente a todo lo que podamos haber visto hasta ahora.

*Conclusión

Dejando a un lado los gustos personales de cada uno, El club de las luchadoras es una película necesaria de ver por todos. Nos presenta una propuesta brillante y muy original que, sin duda, no dejará indiferente a nadie. Una trama sencilla y unos personajes con formas de ser muy marcadas mezclados con un ingenioso tono satírico son los ingredientes que hacen de esta cinta una auténtica obra maestra.

Escrito por Marta González Carrero
Cinemagavia
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10 de diciembre de 2023
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A raíz del reciente anuncio de un nuevo “erotic thriller” de A24, me comentaba un amigo cómo “la corrección política” parece cohibir algunos géneros cinematográficos. No negaré que existen productoras que decidan no arriesgar con algunos textos, pero es más una cuestión de incapacidad creativa que no de la existencia real de temas tabús.

Bottoms es una comedia adolescente, de las de “gente que quiere follar”, género que parece algo del pasado; pero sin sorpresa nos demuestra que en nuestro siglo nos podemos seguir riendo de/con las personas superficiales y salidas.

La cinta, de hecho, parece ser un manual sobre cómo hacer humor con perspectiva feminista de temas “inconvenientes”: hay camisetas mojadas, conversaciones sobre penes e incluso un tremendo chiste sobre violaciones. También hay hostias, muchas hostias, y entre hostia y hostia nos cuelan chascarrillos críticos sobre la segunda ola. Pero que no cunda el pánico, no es necesario haber leído a bell hooks para seguir la película. El humor de la cinta es viajero, y a medida que pasan los 90 (¡gracias!) minutos de metraje se va adentrando en el territorio de lo absurdo, hasta llegar a su disparatado clímax final.

El conjunto tiene una frescura que no veía desde Booksmart y sin ser para nada una feel good movie, sí es la película que necesitas después de un día de mierda.
parap
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