La ciudad endemoniada (Doomed Megalopolis)

Hace un montón de años me tragué esta película que cayó en mis manos por pura casualidad y cuando hace unos días volví a encontrármela no pude resistirme, curioso, a volver a verla pese a que mis recuerdos me la presentaban como cutrísima cutrísima. Y me ha pasado lo contrario que con otro film de mi infancia "Kung Fu y los 7 vampiros de oro", me ha encantado. El tufillo chungo muñecos de plastilina surgidos de una hoja de papel que se arruga en un derroche de FX sesenteros, en plenos años 90, la cámara ágil a ratos y el rollo expresionista japo me ha cautivado en la treintena como no lo hizo a los 15.
El argumento no tiene desperdicio y lo que antaño podía sorprender, si bien hoy generaciones mangakas ya han visto todo lo visible, me sigue sorprendiendo.
Estética japo clasicona mezclada con rollito nazi, peleas que harán las delicias de Tarantino, musicón estupendo e interpretaciones cuanto menos pelín exageradas... Lo justo y lo necesario para pasar un rato estupendo delante de la tele sin que nuestas neuronas hagan horas extras, un lujo.

Ahora toca reivindicar Mothra, Mosura, el bicho más feo, mariposa gigante, que mente nipona osó idear hace décadas.

Doomed Megalopolis es un pastiche de horror psicológico surrealista, casas encantadas en una fusión de Poltergeist y Una Historia China de Fantasmas, todo complementado con batallas espirituales y mágicas que combinan el uso de vitelas (papeles inscritos con runas de poder), invocaciones con mantras rituales y "kames" de energia pura. También tiene sus momentos hentai, más bien irrelevantes, por no decir disonantes.
Ciertamente es muy dificíl conjugar todos estos elementos, y en la primera OVA te cuestionas en algún momento si tiene sentido completar la saga. Pero la historia coge carrerilla y solidez, especialmente en el tercer capítulo, seguramente el mejor de los cuatro.

A mi entender, aunque sea un anime que contenga referencias cinematográficas anglosajonas, su narrativa no está pensada para el público occidental. Es este carácter de las historias orientales, incomprensible a la vez que atrapante. Y para mí este ha sido uno de los elementos que le da más valor a este anime.

Otro elemento que le da gran originalidad son las constantes referencias a las creencias sintoistas y mágicas, de la población japonesa, que conviven con la tecnologia, el urbanismo y la ingeniería del siglo XX. Los científicos dialogan y cooperan con monjes Onmyoji que dominan artes de magia espiritual, o con un experto en el Feng Shui que puede aplacar la energía vital telúrica que impide la construcción del metro de Tokyo. Esta fusión de tradición mística y modernidad racionalista, tan característica del Japón, se ve reflejada de un modo interesante e incluso creíble, en el final de esta era Meiji fantástico-steampunk (el periodo histórico de obertura de la isla al mundo capitalista exterior, finales del XIX e inicios del XX). El escenario y las relaciones sociales que trasluce son lo más interesante. El tema viene a ser el mismo de muchas historias, el bien contra el mal, aunque la trama es ciertamente única i el final relativamente inesperado, más acorde con un pensamiento circular oriental pre-científoco que con la dialéctica occidental.

Puntos débiles, caracterización de los personajes muy superficial, explicación casi nula de sus motivaciones y aparición dentro de la trama. Banda sonora midi terrible. Los efectos de sonido mejor conseguidos. Y los efectos visuales, a pesar de una obvia limitación de recursos (con repeticiones de frame demasiado evidentes), son respetables para ser un filme que vio la luz en el 91.

El anime de acción de la generación anterior a Evangelion y Ghost in the Shell a veces nos puede parecer cutre, a veces incluso una pérdida de tiempo, y hay casos en que así es. En otros tiene un carácter de autenticidad que compensa su mediocricidad estética. Me arriesgo a decir que Doomed Megalopolis se halla entre estos últimos, pero por los pelos.

Tras terminar de ver esta obra busqué por curiosidad cuando apareció el juego "Street Fighter 2", ya que la estética de este demonio y el personaje de Mr. Bison es similar. Para mi sorpresa salió el mismo año que esta película.

Hablando de lo importante, solo recordaba la carátula ya que era pequeño para ver este tipo de productos. Años más tarde, donde el anime seguía llegando a cuentagotas a España, pude finalmente verla, pero de aquello ya pasó mucho tiempo.
Con más edad y experiencia veo claro que tiene sus luces y sus sombras.

Una de las cosas negativas a destacar es su narración. Con subidas y bajadas constantes de ritmo, cortes abruptos entre escenas y los dos primeros capítulos tienen un aire diferente a los dos últimos. Todo esto hace que por momentos cueste seguir el hilo ya que resulta confuso.
Obviamente es una película hija de su época, pero en 2024 sus momentos violentos o subidos de tono quedan bastante diluidos, los cuales tampoco son demasiados en sus 4 partes.

Lo positivo es el villano. Ya no es solo su estética, es que su actitud y poderes consiguen volverlo intimidante desde su primera aparición, haciendo sentir que es una verdadera amenaza.
Otra cosa buena es la buena mezcla de un Japón industrial con toques medievales, donde se construyen ferrocarriles entre exorcistas y demonios.
Una cosa a destacar más en los dos primeros capítulos que en los dos últimos es el ambiente malsano y turbio que consiguieron crear. Transmite muy bien esa sensación de que algo está mal y cualquier desgracia puede pasar en cualquier momento y lugar.

En conjunto los años no han tratado bien a este film, pero se deja ver e incluso se puede disfrutar si eres consciente de donde te estás metiendo.