Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
6
Drama Durante las vacaciones de primavera, los estudiantes de élite de Nueva York tienen tiempo libre y mucho dinero que gastar. White Mike (Chace Crawford) ha dejado los estudios para trabajar como camello de marihuana de los privilegiados. Todavía muy afectado por la reciente muerte de su madre, se siente incapaz de transmitirle sus sentimientos a su amiga Molly (Emma Roberts). Su vida se complica más cuando su primo Charlie es asesinado, y ... [+]
17 de mayo de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la carrera de Joel Schumacher no atraviesa su mejor momento no es un secreto para nadie. Después de haber sido uno de los cineastas-gancho del cine comercial de los noventa (Batman Forever & Robin, El Cliente, Un día de Furia), se perdió en una serie de trabajos de encubierta Serie B pero con pretensiones de superproducción como esas cosas que fueron El Número 23, 9 Días o El Fantasma de la Ópera. Pero aparte de eso, también ha sido capaz de filmar productos interesantes como Última Llamada, Tigerland o Veronica Guerin.

¿A qué grupo de la heterogénea filmografía pertenece Twelve? Es difícil deducirlo, pues esta película contiene en sí misma tantas virtudes y defectos como la propia filmografía del realizador.

Por un lado es tremendamente entretenida y está filmada con una elegancia formal insólita en el cine de Schumacher. Además, no deja a un lado cierta apuesta por un estilo lírico más allá de lo habitual en el subgénero de las drogas. Y su crítica social, enclavada, recordemos, en la alta sociedad de Nueva York, es, pues eso, una crítica muy condicionada por su localización y por el estilo de vida de ese grupo demográfico en particular. Y quién no disfrute de la película por eso, es que no lo entiende.

Pero el problema, es que Twelve, queriendo ser Bret Easton Ellis, se queda más cerca de Gossip Girl. La posible crítica social queda resumida en algo demasiado superficial y, digamos, educado. Las diferencias de clase, inherentes a esta clase de historias, se dejan a un lado para ser más políticamente correctos, como también se obvian los detalles más escabrosos e inmorales de la historia. Y los personajes, desde el guión, son puros estereotipos.

El reparto hace lo que puede por levantarlos y consigue matices mucho más profundos de los que la propia historia ofrece. Y Schumacher, por su parte, ofrece otro irregular pero interesante entretenimiento sobre las adicciones de la sociedad joven de los EEUU, sobre la hipocresía moral de sus ciudadanos y sobre el vacío existencial de unas vidas abocadas a la nada más absoluta.
jaly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow