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Voto de jaly:
9
5.1
13,105
Musical. Drama
Adaptación de un musical de Broadway de 1982 que, a su vez, era un remake modernizado del "8 y medio" de Fellini. Narra la crisis personal y profesional de Guido Contini, un conocido director de cine (Daniel Day-Lewis). En la vida de Guido hay demasiadas mujeres: su esposa (Marion Cotillard), su amante (Penélope Cruz), su musa (Nicole Kidman), su confidente y diseñadora de vestuario (Judi Dench), una periodista de moda americana (Kate ... [+]
25 de enero de 2010
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez vista Nine, no me sorprende (tanto) el batacazo comercial, y en parte crítico, que se ha llevado la película. El tema central de la misma, el interior de un artista, su relación con el mundo, y la relación del mundo con él, puede que sea demasiado complejo para una sociedad de espectadores como la de hoy en día, en buena parte devaluada por la industria en vez de alimentada por el arte.
Por ello, como ocurre con otras cintas del mismo tema (como, por ejemplo, Muerte en Venecia), una importante parte proporcional de quienes vean Nine, no sepan ver más allá de su suntuosa factura de musical de lujo, y la encuentren una película desordenada, vacía.
Pero Nine es todo menos eso. Es cierto que no alcanza la perfección formal de Memorias de una Geisha; o la milimetrada agilidad de Chicago, las anteriores obras del realizador, pero la encuentro infinitamente más profunda.
Nine trata sobre las luces y sombras de una personalidad en estado de bloqueo. Las mujeres de la vida de Guido Contini simbolizan los triunfos y los fracasos de su propia esencia: en todas ellas hay tal arrojo de pasión, que lo amargo y lo dulce se dan la mano en cuanto a su relación con Guido. Por ello, la estructura de Nine es como hallarse en el interior de la cabeza de un creador de arte. Y por si eso no fuese suficiente, ese pulso creativo se encuentra en el aciago y angosto camino sin salida del vacío.
Ahí se encuentra lo realmente apasionante de Nine, en el ansia por crear y la dificultad para hacerlo, sin, por supuesto, desmerecer a un aspecto formal perfecto, capaz de transportarnos a la Italia de “La Dolce Vita”, a la era de oro del musical y al fascinante y complejo mundo del cine.
Y el reparto, afronta tal reto técnico (en cuanto al musical), y actoral (en cuanto a la historia que cuenta), con una profesionalidad que deja la boca abierta. Es cierto que alguno de los actores no cantan ni bailan a la altura de otros, pero cada uno de los 8 protagonistas aprovecha sus momentos en pantalla por todo lo alto. (Lo comento en Spoiler)
Por ello, como ocurre con otras cintas del mismo tema (como, por ejemplo, Muerte en Venecia), una importante parte proporcional de quienes vean Nine, no sepan ver más allá de su suntuosa factura de musical de lujo, y la encuentren una película desordenada, vacía.
Pero Nine es todo menos eso. Es cierto que no alcanza la perfección formal de Memorias de una Geisha; o la milimetrada agilidad de Chicago, las anteriores obras del realizador, pero la encuentro infinitamente más profunda.
Nine trata sobre las luces y sombras de una personalidad en estado de bloqueo. Las mujeres de la vida de Guido Contini simbolizan los triunfos y los fracasos de su propia esencia: en todas ellas hay tal arrojo de pasión, que lo amargo y lo dulce se dan la mano en cuanto a su relación con Guido. Por ello, la estructura de Nine es como hallarse en el interior de la cabeza de un creador de arte. Y por si eso no fuese suficiente, ese pulso creativo se encuentra en el aciago y angosto camino sin salida del vacío.
Ahí se encuentra lo realmente apasionante de Nine, en el ansia por crear y la dificultad para hacerlo, sin, por supuesto, desmerecer a un aspecto formal perfecto, capaz de transportarnos a la Italia de “La Dolce Vita”, a la era de oro del musical y al fascinante y complejo mundo del cine.
Y el reparto, afronta tal reto técnico (en cuanto al musical), y actoral (en cuanto a la historia que cuenta), con una profesionalidad que deja la boca abierta. Es cierto que alguno de los actores no cantan ni bailan a la altura de otros, pero cada uno de los 8 protagonistas aprovecha sus momentos en pantalla por todo lo alto. (Lo comento en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Sofía Loren posee tal estatus de clásico que sus escenas se convierten en algo casi onírico.
Stacey Ferguson comunica tanto con su voz y su cuerpo que merecería un musical para ella sola.
Penélope Cruz ama y hace amar a su personaje de una manera gigante sólo con sutiles frases rotas.
Judi Dench da una prueba irrefutable de su versatilidad, a la vez que enamora a la audiencia con su certero retrato de la amistad.
Kate Hudson demuestra que lo que ocurrió con Casi Famosos no fue casualidad: posee un talento superlativo para la seducción, y su número, Cinema Italiano, seduciría a un asceta.
Nicole Kidman aporta una elegancia y un porte a la diva que da vida digna del cine clásico.
Marion Cotillard confirma su nombre como el de la actriz del futuro con un retrato doloroso y humano de Luisa Contini, la mujer que dejó de ser tal para ser esposa, con un registro emocional indescriptiblemente poderoso. “My husband makes movies” merece todos los premios habidos y por haber.
Y Daniel Day-Lewis. Poco se puede decir de un intérprete que se fusiona de manera tan profesional y exacta con los personajes que interpreta. Él es aquí un director de cine italiano, y parece haber nacido así. Su vida pasa ante nuestros ojos gracias a un actor que arriesga y respeta, que deja a un lado las tonterías de quienes no entienden de lo que habla, y que es capaz de adaptarse a cualquier registro, desapareciendo por completo. Gracias a él, ahora podremos ver qué significa ser un director de cine, en fin, un creador, qué significa perder la inspiración, cómo recuperarla, y lo que ocurre con tu mundo una vez has decidido seguir tus propios pasos.
Stacey Ferguson comunica tanto con su voz y su cuerpo que merecería un musical para ella sola.
Penélope Cruz ama y hace amar a su personaje de una manera gigante sólo con sutiles frases rotas.
Judi Dench da una prueba irrefutable de su versatilidad, a la vez que enamora a la audiencia con su certero retrato de la amistad.
Kate Hudson demuestra que lo que ocurrió con Casi Famosos no fue casualidad: posee un talento superlativo para la seducción, y su número, Cinema Italiano, seduciría a un asceta.
Nicole Kidman aporta una elegancia y un porte a la diva que da vida digna del cine clásico.
Marion Cotillard confirma su nombre como el de la actriz del futuro con un retrato doloroso y humano de Luisa Contini, la mujer que dejó de ser tal para ser esposa, con un registro emocional indescriptiblemente poderoso. “My husband makes movies” merece todos los premios habidos y por haber.
Y Daniel Day-Lewis. Poco se puede decir de un intérprete que se fusiona de manera tan profesional y exacta con los personajes que interpreta. Él es aquí un director de cine italiano, y parece haber nacido así. Su vida pasa ante nuestros ojos gracias a un actor que arriesga y respeta, que deja a un lado las tonterías de quienes no entienden de lo que habla, y que es capaz de adaptarse a cualquier registro, desapareciendo por completo. Gracias a él, ahora podremos ver qué significa ser un director de cine, en fin, un creador, qué significa perder la inspiración, cómo recuperarla, y lo que ocurre con tu mundo una vez has decidido seguir tus propios pasos.