Primero me gustaría explicar la sensación que me ha producido, ya que no se puede hablar con alguien que no la haya visto sin entender las impactantes escenas.

Mientras lloraba con nausea e incredulidad, no paraba de repetirme... - Que horror dios mío -, con ganas de darme de cabezazos contra la pared y a punto de llegar al borde de la locura del mismo protagonista, deseando que acabara esa tortura mental.

He de decir, que no sabía como puntuar el filme, si guiarme por la repugnancia o por la construcción de la misma, le doy un 6, porque los planos de cámara, los actores (muy buenos), la banda sonora, los diálogos e incluso los mismos silencios.. la hace interesante, sin obviar la sensación oculta de la repulsión tan limitada o ilimitada que cada uno tenemos.

La imaginación, señoras y señores, a veces es buena y no tan buena para algunos casos, en éste, preferiría tener la mente en blanco, porque algunas de esas duras escenas, que no están ni bien hechas, nuestra imaginación nos juega la mala pasada de hacerla real, mas difícil de digerir, es una película, pero realmente existe esa gente enferma e h... de p... que te hace repudiar mas aún el filme.
No es el gore (algo que admiro profundamente, ya acostumbrada a ello y no me ha descompuesto), es la dureza psicológica de algunas escenas lo que hace que sea un "suicidio" mental.

No se la recomiendo a nadie, eso si, aunque suene extraño, para los que tengan cierta curiosidad por el límite psicológico extremo que puede llegar a aguantar...
A mi me ha sorprendido, Haneke me ha enseñado mucho sobre eso, con la evidencia de que es una película diferente a la mayoría detallando cosas tan inhumanas.

Posdata: para el ser que me la recomendó, le deseo mucha materia fecal para su cumpleaños y navidad, ya que yo por mucho tiempo tendré en mi retina alguna imagen de esta película. ¡Bon appétit!