Keoma es un cualquier cosa menos un western normal. Ni un espaguetti western normal.

A ver, la película llega tarde en tanto que el western mediterráneo ya había dado casi casi todos sus últimos coletazos. Además, tiene como mayor lastre la condena eterna del espaguetti western. ¿Cuál es? Que o lo asociamos el género a Leone o a la demasiada morralla que tiene el género. Pero entre medio hay mucho cine.
El cine de Leone, sus westerns, nos hace ver con condescencia casi cualquier otra película. Y la mayor parte del espaguetti western roza una categoría evidentemente inferior.
Y eso lastra la consideración de películas como ésta.

Objetivamente, lo peor que tiene la película es a ratos da la sensación que la narrativa de la historia es secundaria. Honestamente sí. Da la sensación que la película es una sucesión de diferentes escenas que forman un conjunto, pero un conjunto irregular en tanto que la historia no fluye (y no es un tema de ritmo necesariamente) como el espectador espera. En parte porque la concepción barroca del film hace que nos recreemos en las escenas de la película. Su uso de la cámara lenta, su uso de la música (de verdad, me parece espectacular el trabajo de los hermanos De Angelis, músicos a reivindicar y con trabajos enormementes populares en su carrera), su planos y contraplanos, su escena de los cuatro centavos, su estética, sus tantas cosas,... De no ser por Leone: el espaguetti western sería reivindicado por películas como ésta.
Mejor, pero de lejos, que los westerns que venían de américa en la épica.

Su tono general, que huye de la comedia y busca un tipo de violencia y heroicidad ya explotado antes, va más allá de lo visto hasta la fecha.
¿Su escena final? Espectacular.

Sus interpretaciones son buenas. Y son más complicadas de lo que parecen. A ratos actuar sin hablar (hablan poco quiero decir) pero expresar con el rostro y el cuerpo: no es tan fácil. Y, honestamente, la estética del medio indio que es Keoma (Franco Nero) es épica, totalmente épica. Sucia, salvaje, heroica, lo tiene todo. Y además acompañado por el gran grandísimo Woody Strode, alias "el Sargento Negro" de John Ford o Draba de Spartacus.

Pese a lo irregular del film, merece ser considerada una película no solo de culto sino un buena película.
Disfruten de Keoma, de la dirección de Castellari (seguramente su mejor película), de su música, de su fotografía, sus interpretaciones y disfruten, pero sobretodo disfruten.