Los personajes pasan del matrimonio idílico a la infidelidad y de nuevo al matrimonio idílico en apenas horas, ambos, quieras que no. No sé si es por el guion sin pulir o porque simplemente esa era la intención, los personajes abordan tan fríamente estos pasos, matrimonio e infidelidad, que produce una sensación de desagrado y de enjuiciamiento moral. Sin darnos cuenta, nos metemos en ese contexto y visceralmente creemos que esta mal, no nos gustan los protagonistas, porque para ellos, tal y como se plasma, ese juego en el que el sexo/amor se cambia por dinero y fama, no es más importante en el fondo que cambiar de coche.
También rechina, cuando las dos protagonistas femeninas se encuentran y la mujer, que acaba de acostarse con Dino el cantante, que le ha dejado una suma desmesurada por sus servicios sexuales, le dice a la prostituta "no ha estado mal ser tú por una noche" (prostituta, se entiende). ¿No ha estado mal poder acostarse con quien me apetece? ¿Es un alegato en favor de la libertad sexual femenina o un tópico de que todas las mujeres son putas en el fondo? La duda no se responde, todos son putas en esta cinta, todos compran y venden lo que se supone que más valoran por fama y dinero, salvo Dean Martín. Durante toda la película es el que tiene el poder y como tal paga por lo que quiere, cepillarse a la esposa de su anfitrión, y finalmente, en un giro de los acontecimientos, cepillarse a la autentica mujer... ¿Al final el marido tenía razón pensando que su mujer se la pegaría con Dino/Dean?...
Todo esto, tras una breve digestión de la película me lleva a pensar que la película, como película, guion principalmente, está inacabada y es muy tosca, pero tiene algo fundamental en una película, te deja un regusto y una punzada en la cabeza que te hace pensar y pensar sobre por qué te sientes tan incómodo. Probablemente porque nos muestra todas nuestras incongruencias morales.
No es una obra maestra pero es una película demoledora.