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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
2
Drama. Romance El legendario torero Manolete, además de revolucionar el arte del toreo en la posguerra española, mantuvo con la bella actriz Lupe Sino una relación amorosa que desafió todos los convencionalismos de la época. Ambos vivieron un intenso amor dominado por la pasión y los celos, al que pondría fin el trágico final del torero en la plaza de toros de Linares (Jaén). (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2012
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni es la primera película dedicada al diestro ni tampoco la primera vez que se habla de ese siniestro de mujer. Carmen Esteban tituló hábilmente su libro sobre Lupe Sino como ‘El sino de Manolete’ pero la cinta de Menno Meyjes, aunque tenga la tentativa, no desea generar un biopic de Lupe… pero “Manolote” tampoco lo es del torero. Entonces, ¿qué es? ¿Por qué está maldita y ha tardado tanto tiempo en exhibirse en salas en España? Se trata de una historia de amor pasional e imposible de un torero hacía la muerte y la representación carnal en los morros, diente de oro y culo de Penélope Cruz. Una revisión de la femme fatal con tintes choni-noir, a cuatro patas, dominante, seductora y bisexual. A Adrien Brody le dicen que escuche siempre a su apoderado, que no se meta morfina después de las corridas y, por supuesto, nada de mujeres… Pero nadie le avisó que Lupe Sino no era mujer ‘sino’ toro. El resto de leyenda… es simple y pasajera anécdota.

La película fracasa miserablemente con un guión que hace bueno a cualquiera de una tv-movie de Telecirco. En “Manolete”, montada como cortar chopped pork con un hacha, se nota que el montador es el peor enemigo del director homenajeando a “Los abrazos rotos”. Huele a pura venganza en azufre esa estructura tan churresca de recuerdos e insertos de corridas del NO-DO e instantes que quieren ser profundos y poéticos y huelen a bragas revenidas y meadas. Por no hablar de la rivalidad mostrada entre Manolete y Luis Miguel Dominguín, que parece la de Justin Bieber y 1D…

Vista la corrida, había otras opciones para torear esta historia:

a) Emular “Sangre y arena” de Sharon Stone y cambiar el ‘Mamita’ por una ‘Mamadita’.

b) Buscar en su vertiente rosa-capote-cipote-y-chochote para hallar el cruce chanante-inenarrable de “Mi Gitana” y “Carmina” con “Deseando Amar”.

Finalmente la película de Menno Meyjes ni es biopic ni hay mucho sexo en plan aerobic. Ni una caída en la cocaína, ni siquiera dentro de una vagina. Sus imágenes desean ser poderosas pero ni siquiera acaban en morbosas. En “Manolete” dicen que la emoción hace aplaudir a la audiencia, pero predican poco con el ejemplo porque a partir de ahora servirá de antónimo a tal noción. Antes, los toreros eran las estrellas de rock nacionales y los iconos populares. Ahora, únicamente me puedo imaginar a señoras que vayan al cine para insultar a Lupe (Penélope Cruz) y llamarla, como hacen en la película, ‘puta’. Un viejo deporte nacional: todos contra la buscona, todos contra Pe. La envidia es mala, pero un país lleno de marujas… peor.

No obstante, “Manolote” esconde una gran película… pero la esconde tanto detrás del capote que al final uno sólo ve cipote. Un cipote que te mira directo a la cara y se-te-mete entre los ojos… y te dice: te la voy a clavar… doblada. Y viene con ganas porque lleva esperando 4 años en las sombras del burladero. ¿O era del ‘burdelero’?
Maldito Bastardo
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