Es rara la sensación que me ha dejado su visionado. Mezclar el drama con la comedia es un ejercicio harto peligroso porque puede conseguir que en los momentos cómicos no te rias y que en los dramáticos sufras indiferencia. Solo grandes películas han sabido salir airosas en este aspecto, que ahora recuerde "Thelma & Louise", "Volver", "Tomates verdes fritos", etc.

En esta película creo que el juego les ha salido mal: ni hace reir ni llorar. El guión se mueve en medio de la autovía estrellándose en ambos carriles, porque de pronto se autoridiculiza que de pronto se pone seria.

Otra razón importante es que no llegas a entender por qué los dos protagonistas se aman. La película te lo plantea sin más y tienes que apechugar con ello. ¿Qué ocurre? que cuando uno de los dos sufre por el otro no empatizas demasiado ni con el sufrimiento ni con la situación.

Jim Carrey y Ewan McGregor parecen estar realizando películas diferentes. El primero una comedia y el segundo un drama. Ambos geniales en sus papeles pero incompatibles a la hora de empatizar con un espectador que no encuentra dónde agarrarse emocionalmente.

Con todo y quizás por estas razones es diferente y fresca. Gustará y defraudará a partes iguales. A mí me ha dejado una leve sensación de no saber si me ha gustado o no. ¿No os ha pasado nunca?.