Hacía tiempo que una película no conseguía exasperarme tanto: endemoniadamente larga (casi 3 horas) con canciones hasta para pedir que le pasen la sal... Lo mejor el aranque de la película (5 primeros minutos).

Hugh Jackman demuestra que sus dotes de actor van más allá de Lobezno, pero el malo malísimo que nos ofrece Russell Crowe dista bastante de parecerse al de la novela: -"No si yo pasaba por aquí..."

En definitiva: En esta ocasión, el título hace justicia a los creadores de este descalabro.