El spagheti western fue un género en el que aparte de las películas de Leone, apenas hay títulos donde se pueda rascar. Y en esas que viene Keoma y me calla la boca. No es que sea una gran obra maestra, pero sí es un digno entretenimiento, además tanto formalmente como iconológicamente tiene cosas de cierto interés

Empieza como casi todos los westerns, diálogo con frases de cara a la galería y justo los títulos de crédito, yo no sé que tendrán los spaghetis que aún estando fríos siempre tienen una buena canción de intro para poner la piel de gallina. Pero a medida que avanza nos damos cuenta que Keoma es especial. El protagonista mismo es diferente, en la mayoría de películas del género se trata de un antihéroe, un personaje antisocial que sólo busca la gloria personal, un mercenario vamos. Aquí Castellari intenta construir un personaje diferente, no es un tipo que se mueva por el dinero, sino que además tiene sangre india, es un mestizo. Además el personaje llega al pueblo con nobles intenciones, intentando ser la chispa que haga explotar a los ciudadanos de la tiranía a la cuales están sujetos por el típico corrupto del lugar (el típico señorito de western de cine clásico). La historia no es que sea la repera,de hecho no inventa nada nuevo ni trata en profundidad el tema pero ya vemos que no es un simple argumento para justificar los tiros.
También vemos que se trata aunque sea en menor medida temas como el racismo (el propio personaje de Keoma y también el interpretado por Stroode), y como apuntaba Quini tiene un aire de espiritualidad profundo, no ya con imágenes claramente simbólicas (Keoma en la cruz, como un Cristo, siendo un mártir del pueblo) sino que el propio personaje, con frases y algunos flashbacks hace latir cierto misticismo, me recuerda a la otra cara de la moneda de el gran silencio, si aquel era un western nihilista donde apenas había esperanza, aquí la esperanza la aporta el personaje principal. También tiene una interesante historia familiar, aunque quizá no la veo tan resuelta.

Gran interpretación de Nero (el segundo Eastwood) y de los demás actores. El que hace de "malo" le falta un poco más de carisma, pero es pasable.

Formalmente es muy aceptable. Vale, está a años luz de Leone, pero también hay que decir que está a años luz de otros spaghetis. No es que invente nada nuevo, de hecho sigue las mismas formas que los demás. Zooms bruscos, movimientos de cámara inquieta, primeros planos, cortes inmediatos...Pero con una coordinación que supera a la media. Por primera vez en mucho tiempo he visto una cámara lenta aplicada en escenas de acción que me ha hecho callar la boca (a lo Peckinpah), los cortes se producen en el momento que se tienen que producir, la cámara no molesta. Es cierto que hay un abigarramiento de las formas, pero ojo, de manera seleccionada, no aleatoriamente.