(Antes de comenzar, aclaro que Aves de Presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn ES PARA UN 7, ni mas ni menos, pero LE VOY A PONER UN 10 para contrarrestar un poco las "serias" críticas que la vienen vapuleando bastante).




Llamenme raro, pero a mi si me ha gustado esta nueva entrega del universo DC. No se si es que soy un bicho raro, si no entiendo que buscan exactamente los "cinefilos" a la hora de relajarse en una butaca o si hay una moda generalizada de criticar la mayoría de los productos de esta compañía, pero hay una cosa que si es cierta: estamos ante un visionado divertidísimo y estéticamente adictivo. Y esto se lo debemos principalmente a una sola persona: Margot Robbie.

Ignoro si su caracterización es fiel a los cómics ya que jamas los leí ni me interesa hacerlo tampoco (acá estamos hablando de cine), pero lo que es innegable es que su personaje, Harley Quinn, es tan atractiva como magnética, logrando con mucha facilidad generar química con el espectador, haciendo que solo por ella ya valga la pena ver esta cinta (pocos son los personajes que logran una hazaña así; podríamos nombrar al ya icónico Jack Sparrow o, ya que estamos, al mismísimo Joker, por poner algunos ejemplos).

Se nota que la actriz se siente muy a gusto en este papel y hace que quien la observe del otro lado de la pantalla también lo perciba: sus expresiones, su porte, su estética con esa combinación gamberra e inocente a la vez, su toque Girl Power y hasta cuando se da el lujo de romper la cuarta pared. Es un personaje que se disfruta mucho de ver, en ese sentido, Aves de Presa cumple lo que promete.

Obviamente, no es una película redonda ni tampoco es que pretenda serlo, si uno va esperando ver algo similar al Joker, El Caballero Oscuro o la tan aclamada Avengers: Infinity War, lo mas seguro es que salga decepcionado de la sala. La trama es sencilla y está puesta mas como excusa para el lucimiento de su personaje principal; las coprotagonístas son algo genéricas sin demasiado desarrollo y tiene algunos momentos que quizá abuse del Deus Ex Machina, aunque esto último se combina tan bien con el tono de lo que vemos y sus escenas de acción que, milagrosamente, no molesta tanto (aunque no por eso hay que dejarlo pasar. Un punto menos).

El villano, en este caso encarnado por Ewan McGregor, no quedará en los anales de los grandes villanos del cine pero si que cumple; llegas a sentir odio por el y por momentos una extraña simpatía, un villano elegante quien quizá, junto a la protagonista, sean los mejores personajes de la cinta.

Hay que destacar que, Aves de Presa, cumple con la agenda del siglo XXI por lo que si lo estabas pensando, sí, tiene sus momentos de reivindicación femenina y Women Power. Pero, al contrario de lo que pasó con la olvidable Ángeles de Charie (2019), en este caso se muestra con buen gusto, sin caer en lo exagerado ni lo forzado. Esto es gracias a que se toma el trabajo de que empatíces con Harley, de que le tomes cariño y realmente te importe lo que le pase, por lo que llegado el momento en que la sexy arlequín toma su icónico bate y comienza a patear traseros masculinos, realmente lo disfrutas junto a ella aunque seas hombre, mujer o del género que se te ocurra.

En resumidas cuentas, estamos ante una cinta que sin ser la gran obra del séptimo arte, da lo que promete: un personaje explosivo y tremendamente carismático; acción a chorros; momentos de comedia y un torbellino de adrenalina y diversión con colores neón.

Es una película para dejarse llevar y pasar un buen rato con un balde de palomitas de un lado y un buen refresco del otro, que dicho sea de paso, es uno de los principales objetivos del cine.